15.- El que te odia demuestra quererte.

2.2K 183 156
                                    

Oí aquel disparo.

Escuché mi final.

Pero en vez de ver una luz escuché un grito, que, no era mío.

¡Ah!

Abrí los ojos y vi en frente mío a un agente cayendo al suelo.

–¡Othia! Bueno ya le he dado a uno  ¡DELIBADO UN POLICÍA! ¡Misión cumplida!

Aquel enmascarado se fue corriendo.
Yo, por el shock tardé varios segundos en procesarlo todo. Cuando me dí cuenta de que se escapaba aquel criminal, le traté de meter tres tiros los cuales fallé.

Vio al agente que ahora estaba en el suelo, el cual me costó reconocer ya que cayó boca abajo.

Todos vinieron al oír el quejido de dolor del policía que ahora estaba en el suelo.

– ¡Subinspector Brown!

Ivanov vino corriendo junto con Volkov y Greco.

– ¿¡Brown?! — grité, y lo levanté un poco del piso para que no tuviera la cabeza en el suelo y lo medio abracé por detrás, con una mano tapando su herida de bala.—  ¿¡Pero qué haces, gilipollas?

– ¡Subinspector Brown! — Volkov se puso de rodillas en frente suya mientras yo lo mantenía por detrás.— ¡Por favor, conteste!

–  ¡Puto, Brownie, por qué lo has hecho! Como te mueras te juro por Dios que... Joder.... — seguía tapando con mi mano aquella herida, pero la sangre no dejaba de salir y salir. El comisario Greco me ayudó y puso su mano encima de la mía, apretando un poco más para que dejara de salir tanto de ese líquido. Dolería, pero parece que el subinspector había perdido tanta sangre que casi no lo notaba.—

– D...an...

– Brown, joder...

– C-cuida de la ciu...dad —Dijo eso para luego toser sangre.—

Lo odiaba. Lo odiaba demasiado. Pero ahora ese odio simplemente se desvaneció.

– ¡Brown! ¡No nos dejes así! ¡Siempre te he tratado mal! ¡Perdóname por favor! — De mis ojos comenzaban a salir lágrimas.— ¡Lo siento muchísimo!

– Te... perdono...

Esas fueron las últimas palabras que salieron de aquel agente.

– ¿Subinspector? ¡Subinspector! ¡Ey! — Volkov le agitó levemente.—  ¡Oye!

– No me jodas ¡No me jodas! — Greco también agitaba levemente a Brown.—

Ivanov le tomó el pulso.

Narra Conway:

– ¡Gustabo, despierta! ¡Anormal!

Se levantó de un susto.

– ¡Qué! ¡Qué!

– ¡Me han llamado del hospital! ¡Vamos cagando ostias!

– ¿¡Y el desayuno!?

– ¡Me importa tres cojones el desayuno0! ¡Vístete!

– ¡Pero quién está en el hospital!

– ¡VAMOS, GUSTABO, JODER!

Salí del cuarto para que se pudiera vestir taquillo.

En menos de dos minutos salió del cuarto a todo correr, con el pelo despeinado.

Le lancé el pasamontañas que el muy descuidado había dejado en el sofá y salimos corriendo de casa.

Conduje como pude a toda velocidad.

Vale, vale, mientras tanto ¿Me puede decir qué pasa?

– ¡El subnormal de Brown!

– ¿Le ha pasado algo? ¡Ja! ¡Me había dado un susto! Pensaba que le había pasado algo a Horacio, o a Volkov, o a Greco, o a Ivanov, incluso a Torrente. Pero Brownie, sinceramente me da igual.

Ignoré sus palabras porque si no le meto una ostia.
Llegamos al hospital, bajamos y fui a toda prisa dentro.

Narra Gustabo:

No sé lo que le ha pasado a Brown pero no me interesa.

Al llegar pude apreciar a todos los comisarios nerviosos, y a Horacio ¿Llorando?
Supongo que no, no veo bien sus ojos por culpa del pasamontañas.

– Hola, Dan. — Dije acercándome a él con la mayor tranquilidad.–

— ¿Cómo está el subinspector?  — Preguntó Conway. El cual solo recibió a sus agentes cabizbajos.—

– Él ha... ha muerto... Brown ha muerto...— Lamentó Horacio mientras me abrazaba. notaba cómo mi amigo soltaba unos sollozos.—

Todo en silencio. Decidí hablar.

  Ah, bueno. Es lo que hay ¿No? En fin, pobrecito ¿Patrullamos? Y de paso comemos algo, joder, que no he desayunado y tengo hambre. Conway me ha despertado por una tontería.

A

Capítulo cortito. Pero no soportaba dejar así lo de Horacio.
S

iempre ponen a Brown como el malo, como el traidor... Quería cambiar eso <3

¿Que queréis que pase?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿Que queréis que pase?

¡Eres un capullo! Pero te quiero... - IntenaboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora