Meant to be

3. "It's a long way back"

A.

Callie Torres estaba despierta y hablando.

- Tú... despertaste.

Frunció el ceño e hizo un gesto de dolor.

- Qué...? - intentó hablar nuevamente, pero falló.

Serví un vaso con agua y la ayudé a beber.

- Despacio. - dejé el vaso en la mesa junto a la cama y me encaró.

Ella desvió la vista hacia las flores.

- De parte de quien son? - preguntó con la voz baja.

Yo aún estaba... impactada.

- De mi parte.

Sonrió débilmente.

- Cómo sabes que son mis favoritas?

- Yo... no lo sabía. Un día solo las compré y Mark me dijo que lo eran. Desde entonces continué comprándolas.

Frunció el ceño nuevamente.

- Mark? Él ha venido a verme?

Asentí con la cabeza.

- Ahora está con mucho trabajo, pero siempre que puede viene.

- Y mi novio?

Suspiré.

- George ha dejado de venir hace mucho tiempo.

Ella pareció pensar, y me preocupé cuando su expresión cambió de un segundo a otro.

- Hace cuanto que estoy... dormida?

Bajé la cabeza y tomé fuerzas para responder.

- Un año.

Su mirada desconcertada encontró la mía.

- Mi bebé... donde está mi bebé?

Esto iba a ser muy, muy difícil.

La puerta se abrió. Era Amelia.

- Srta. Torres, voy a hacerte un chequeo rápido, sí?

Callie la encaró.

- Antes dígame donde está mi bebé!

Amelia me miró sin saber qué decir.

Suspiré con fuerza y di un paso adelante.

- Lo siento mucho, Callie. Hicimos lo que pudimos pero...

- Qué? - sus ojos estaban rojos - Me está diciendo... Usted me está diciendo que mi bebé no sobrevivió?

Yo también estaba llorando.

Asentí con la cabeza.

Callie desvió la vista hacia la ventana y no dijo más nada. Amelia hizo el chequeo y todo parecía en orden.

Minutos más tardes Mark apareció, aunque Callie no dijo una palabra. Él se veía tan feliz...

Decidí darle espacio a Torres, al final, no imagino lo que habrá sido despertar y darte cuenta que tu bebé había fallecido. Que estuviste un año en coma. Lejos de toda realidad.

Tuve un día largo de trabajo, Mark estaba con Callie así que no me preocupé. Cerca de las cinco de la tarde pasé por su habitación, él ya estaba de salida.

- Pudo hablar contigo? - pregunté observándola desde la entrada.

- Muy poco. Ella está devastada.