11. "Something's Gotta Give"

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C.

Mark me encaraba probablemente aún sin entender lo que salía de mis labios.

- Dí algo, Mark!

Pestañeó algunas veces.

- Es que... luego de eso no hubo sexo? - preguntó.

Yo había llegado hace diez minutos del Spa Meddison, así que le conté todo lo sucedido con Arizona.

- No, es decir, yo... iba a hacerlo, sabes? No tenía la menor idea de cómo, pero si era lo que ella quería, iba a hacerlo.

- Pero tú querías?

- Sí, claro! Pero estaba demasiado nerviosa, yo jamás... Jamás había besado a una mujer antes de Arizona, imagina lo inexperta que soy en lo íntimo. - me senté en el sofá, algo cansada. Dar masajes no era un trabajo simple.

- Bueno, - Mark se sentó a mi lado. - No te apresures, siempre hay una primera vez para todo. Arizona demostró ser una mujer paciente, estoy seguro que ella sabrá llevar la situación.

Suspiré.

- Sabes cuál es el problema? - pregunté sin esperar respuesta alguna. - Es que yo... la deseo tanto, Mark. No es solo curiosidad por cómo será con una mujer, es deseo. Sí me entiendo? - él asintió con la cabeza. - Ayer... cuando besé su abdomen, aquel toque tan simple me hizo sentir algo muy fuerte en el estómago. Yo no quería parar, pero debía.

- Deberías hablarlo con Robbins. - lo encaré. - Me refiero a que, a lo mejor ella está igual que tú y solo están esperando por respeto a la otra. Pueden organizar una linda cena e ir despacio, si fluye genial, sino será otra vez.

Sonreí.

- Eso es... Bien, entonces, puedes dejarme el departamento libre mañana?

- Por supuesto, Lexie y yo tenemos asuntos que arreglar que requieren privacidad. - dijo con una sonrisa pervertida. Claro, luego entendí; hablaba de sexo.

Genial. Debía llamar a Arizona.

Marqué su número y luego de algunos segundos respondió.

- "Hola?"

Bueno, esa no parecía ser su voz.

- "Hm, está Arizona por ahí?"

- "Oh, Callie. Ella acaba de entrar a cirugía, estabamos almorzando y olvidó el celular en la mesa. Quieres que le deje algún mensaje?"

Sí, aquel acento italiano era inconfundible.

- "No, está bien. La llamaré luego."

- "Espera, no cuelgues. Quería pedirte perdón por varias cosas." - dijo. - "Siempre sentí celos de tí, porque de alguna manera, pudiste hacerle sentir a Arizona lo que yo con tanto esfuerzo no. Lamento si fui una idiota y lo que dije de tu bebé. Robbins se ve muy feliz, eso es suficiente."

- "Gracias..." - dije, pues realmente necesitaba oír eso de su parte. - "Todo está bien."

- "Gracias a tí, Callie. Cuando Arizona salga de la cirugía le digo que llamaste."

- "Bien, gracias otra vez. Adiós, Carina."

- "Adiós, Callie."

Finalmente colgué la llamada. Aquella conversación me hizo sentir mucho mejor, no sé por qué.

- Más allá de Robbins, te gustó el trabajo? - Mark preguntó desde la cocina.

Desvié la vista hacia él, parecía estar chequeando algo en el horno.

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