Capitulo 3

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Mis nervios no podían estar más alterados, después de unos minutos de shock me quede en la pequeña sala, escuchando el agua del grifo del baño, en cualquier momento Duncan saldría.... ¿Qué le abra pasado? ¿Por qué esta aquí? ¿Por qué de entre todas las casas del mundo tenia que estar en la mía? .... ¿Por qué tiene puesta ropa de prisión?... ¿¡Acaso se Fugó!?

Estaba tan metida en mis pensamientos y preguntas sin respuesta que no me di cuenta de que Duncan había salido del baño y se dirigía a la sala conmigo.

—Oye...perdón por asustarte así, no sabia que era esta tu casa.

Su suave voz me despertó de mi ensoñación, aun sin comprender que estaba pasando solo atine a asentir con la cabeza.

—Mira — se le tonaba nervioso y eso lo se perfectamente, Duncan tenia la costumbre de rascarse la nuca cada vez que se sentía preocupado, afligido o nervioso, me alegro internamente por un segundo ver que al menos esa parte de él seguía intacta. —Sobre decirle a la policía... lo decía en serio, no los llames.... No te puedo explicar sin implicarte de por medio, así que, solo déjalo así, mañana me iré, y haremos como si jamás nos hubiéramos cruzado.

— Duncan... tu, te fugaste de prisión ¿verdad?

Lo mire preocupada directamente a la cara, pero su mirada se desvió a un punto muerto de la sala, de verdad no quería hablar de ello... Hace unos momentos estaba asustada de él, pero tal vez lo juzgue demasiado pronto... Duncan tampoco la tuvo fácil, tal vez algunas cosas cambiaron, pero en esencia parecía el mismo chico de corazón dulce solo que, se veía más duro y áspero por fuera que antes...

— Te puedes quedar aquí, no solo esta noche... te puedes quedar el tiempo que quieras o necesites...

Mi respuesta no debió ser para nada esperada para el chico, me miro atónito, por un momento le vi dudar, pero después su semblante me decía que estaba agradecido y hasta aliviado.

— Gwen... Gracias, de verdad eres una buena chica.

Después de nuestra pequeña conversación le dije a Duncan que podía usar el sofá para dormir, me hubiera gustado darle una habitación, pero solo tenía una, la mía...Le traje algunas cobijas para que no pasara frio en la noche, deje que se instalara en el sofá y me dirigí a la cocina, pretendía preparar algunos emparedados y un poco de jugo, ya era bastante tarde, pero me moría de hambre y apostaba a que el también, aunque no quisiera admitirlo.

Tarde un par de minutos en juntar los ingredientes, nunca fui una gran cocinera, pero tenia mucha confianza en mis emparedados, Sali de la cocina con una bandeja llena y con una jarra de jugo. Cuando me asome a la sala, note que Duncan ya estaba dormido... Realmente debía de estar cansado para dormir así de rápido, deje la bandeja junto con el jugo en la mesita de centro.

Sin querer o mejor dicho sin poder controlar mi cuerpo me puse en cunclillas a lado de Duncan, me parecía tan irreal la situación, sentía que en cualquier momento despertaría de este absurdo sueño...Lo mire por unos segundos que parecían eternos, esos tres años habían cambiado ligeramente su apariencia, se veía mas alto, y se notaba de lejos que trabajaba su cuerpo, si cuando era un adolescente ya tenia brazos fuertes y una espalda ancha, ahora lo eran más... Su cabello ahora completamente negro estaba despeinado, su rostro aún mantenía ese cutis, aunque no perfecto pero si muy lindo, sus pierncings habían desaparecido, pero podía notar pequeños agujeros donde antes estaban, tenia un ligero nacimiento de barba y claro su característica uniceja permanecía... Duncan siempre había sido atractivo y estos tres años parecía que le habían caído de maravilla, sin poder detener mi impulso lleve mi mano a su cabello rebelde que caía por su frente, quería acomodarlo... El toque fue suave, lo mas suave que pude, pero aun así el ex convicto se despertó por mi toque, agarro mi mano, en ese momento mi trance por ese hombre se rompió.... Dios en que estaba pensando...

— Te ... Te prepare algo de comer...

No sabia que decir, estaba balbuceando de nuevo, en ¿qué momento me volví tan torpe para hablar? Hubo un ligero silencio, Duncan aun agarrando mi mano me miro detenidamente.

— Has cambiado Gwen

Sus palabras, aunque ciertas me dolieron, era consciente que muchas cosas habían cambiado en mí, sabia que era más débil que nunca, pero no me gustó escuchar esas palabras...

— Las personas cambian todo el tiempo... vamos a comer

Forcé una sonrisa, y aparente estar tranquila, no quería que me siguiera viendo, que me leyera, Duncan siempre había sido muy bueno para saber que tenía, aunque me esforzara por aparentar, pero esta vez, solo por esta vez no quería ser tan fácil de leer para él.

Empezamos a comer en silencio y ninguno de los dos se atrevió romperlo. Después del tortuoso silencio fui a dejar la charola y la jarra de jugo a la cocina, cuando volví vi a Duncan curioseando con algunos de mis cuadros.

— ¡Wow! ¿Tú los hiciste?

Me dijo sin dejar de despegar la mirada en mis obras, se veía realmente impresionado, sobre todo en los cuadros más terroríficos que tenía, eran de mis favoritos, pero había uno especial para mí, era un paisaje lúgubre, en apariencia tranquilo, calmado y solitario, pero la sensación que dejaba era de terror puro, era especial para mí, porque había logrado transmitir un sentimiento tan fuerte que a los espectadores los hacia temblar.

— Si, son míos... He logrado vender algunos, creo que me va bien eso.

Dije orgullosa de lo que hacía.

— Eres muy talentosa, sigues teniendo esos gustos raros—. Lo dijo en una sonrisa socarrona. — Me gusta este.

Señalo mi obra especial, mientras me veía con su sonrisa de lado, tal vez sea una tontería, pero me pareció tierno que su favorito fuera el mismo que el mío, Duncan y yo en el pasado teníamos los mismos gustos, las mismas cosas favoritas, apreciábamos lo mismo...me alegró saber que aun compartíamos esa conexión. Solté una gran carcajada, sin saber porque o sin tener motivos, ambos reímos como antes, como cuando nos conocimos la primera vez.

Era increíble y extraño como podíamos pasar de estar incomodos a estar hablando y riendo como en los viejos tiempos... por un muy largo largo rato hablamos de las películas que habíamos visto, de los momentos gracioso que pasamos juntos, de como eran las cosas antes.

Por primera vez después de mucho tiempo se sentía bien recordar, por primera vez en mucho tiempo hablé hasta que me puse ronca, por primera vez en mucho tiempo reí como si los problemas no pudieran alcanzarme, por primera vez en mucho tiempo estaba formado memorias bellas con Duncan.



Oficialmente ya continúe la historia!!! jajaja que emoción :D tengo muchas ideas y situaciones que me gustaría escribir, se siente bien continuar con esta historia. ¿Qué les pareció? Duncan y Gwen se están acercando de nuevo :'3 

La historia de una chica gótica que soñaba con una calavera de maderaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora