◇Capítulo 10◇

773 75 2
                                    

Siempre que ponga una foto de alguien que no ha sido descrito es por que será presentado ese capitulo, nada mas para avisar °3°

~~~

La ventana estaba abierta, una ligera brisa entraba por esta, movía ligeramente los papeles que estaban en el escritorio, un graznido alertó a el hombre que estaba sentado en la silla a un lado de el escritorio, una cansada ave rubia con cresta azul se paró en el pie de esta ventana y grazno de nuevo. 

El hombre se paro de su cómodo asiento, camino hacia el ave y acaricio su cabeza un momento para luego mirar su pata, atado con un listón azul estaba un pergamino, supo rápidamente de quien era, solo los de la realeza Obeliana usaban un listón de este color para atar sus cartas. 

Lentamente retiró la hoja de la pata del ave de cresta peliazul, con cuidado reviso la carta y vio el sello, era de la heredera del Imperio Obeliano, rápidamente abrió la carta y leyó cada palabra escrita en la carta, al terminar de leer arrugo la carta con furia mientras gruñía. 

No podía creerlo, el esposo de su difunta hermana era un idiota, siempre lo supo, pero esto era algo mas que idiotez, era vergonzoso, pero para el solo era un motivo de molestia, se sentía aliviado que el idiota tuviera una hija tan maravillosa como la princesa Athanasia, de que sus sobrinos tuvieran una media hermana tan buena como ella, que se preocupaba por ellos, incluso si tenia que hacer un sacrificio como ese, lo dedujo por que casi podía palpar el dolor en la escritura, también agradecía la honestidad de la princesa, que contara la historia completa sin saltar detalles para proteger el honor de su padre, sabiendo que lo que el había hecho estaba mal, se sentía agradecido por eso incluso si no le gustaba la idea de que ella allá intentado en darle otra oportunidad al idiota para involucrarse en la vida de su sobrina. 

Paso una mano por su cabello negro, y volvió a sentarse en su silla, se dirigió al hombre que estaba en las sombras, con voz autoritaria y un brillo aterrador en sus ojos morados le ordeno:

- Prepara el palacio de la princesa luna, dentro de un mes vendrá a casa. - el hombre asintió antes de desaparecer de nuevo.

El cruzo los dedos mientras tenia sus codos en los descansa brazos, se puso a pensar en su hermana, todo lo que habían pasado juntos, sus hermanos iban a ponerse realmente felices con la noticia. 

Recordó los viejos tiempos en los que sus hermanos y hermanas paseaban felizmente por el bosque, claro, esto antes de la muerte de la hermana gemela de Hia, Hue, acontecimiento que rompió el corazón de su hermana, transformando su personalidad a algo parecido a la de Hue, como modo de negación, ellas dos se necesitaban, por lo que creo a su propia Hue. 

Y como si Hue tomara posesión del cuerpo de Hia, su personalidad cambio drásticamente, ya que las gemelas eran opuestas, Hia con una personalidad alegre, traviesa, graciosa y gritona, y Hue con una personalidad silenciosa, amable y seria, aunque cuando estaba con su hermana reía un montón, bromeaban y chismeaban, realmente lindas, pero... ella tomo el nombre de su hermana y  ahora no respondía cuando la llamaban Hia. 

Esto preocupo realmente a sus padres y hermanos, quienes intentaron de todo para que su Hia volviera, pero no lo lograron, por lo que el palacio se volvió sombrío sin las risas de las gemelas, el hombre recordó que una vez encontró a Hia hablando 'sola', ya que en realidad estaba 'hablando' con su hermana, se tomaba muy en serio su 'papel', hablando con 2 tonalidades, una alegre y otra mas seria, charlaba sola mientras jugaba con 2 muñecas, el miraba atrás de un árbol, tenia ganas de ir allá, tomarla por los hombros y sacudirla, decirle que Hue se había ido y que dejara de actuar como una estúpida, que les estaba haciendo daño a todos, pero sintió una mano en su hombro que le impido ir allá, era su hermano, su mirada se veía perdida y había lagrimas en los bordes de sus ojos, el limpio un ojo suyo y lo abrazo. 

Luz de luna  [Princesa Encantadora-Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora