◇Capítulo 15◇

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Las hojas estaban tiñéndose de un color rojizo, provocado por la llegada de una nueva estación, el otoño, una estación llena de posibilidades de diversión y juegos con un clima un poco frío, pero no lo suficiente para tener que quedarse dentro, una estación un poco triste y misteriosa.

Carel estaba melancólico, 1 día había pasado desde que su hermana partió, se había quedado sólo otra vez, aunque ahora era, de nuevo, cercano a su hermana mayor. Lo que lo consolaba un poco de su creciente soledad.

Sus ojos estaban aguados y su nariz estaba ligeramente roja, posiblemente causado por el movimiento de secarse la nariz con la manga de su camisa, si, había estado llorando, un pequeño sollozo escapó de sus labios, se levantó de su silla y fue a su cama, para luego dejarse caer en esta.

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Iria en realidad no la estaba pasando tan mal como su hermano, miraba con cariño el regalo que le había dado su hermano, con la condición de que no lo olvidará.

Se aferró un poco más a la túnica de su tío al sentir que por poco se caía, una pequeña risilla salió de su tío, quien la miró cariñosamente, en ese momento estaban cruzando el gran mar de Sofelia, estaba anocheciendo, por lo que el agua estaba teñida de colores atardecer.

Ambos estaban sentados en la espalda del gran ave naranja-roja, con el viento pegando en sus caras, Iria recordó los latidos de su hermano y los sollozos que retenía cuando se despidió, el fuerte abrazo que le dio, en este sintió claramente que no quería que ella se fuera, lo que de cierta manera la reconforto, ya que esta en realidad tampoco quería irse, queria quedarse con su familia, su hermano y hermana mayores, Lucas, Lily, con todos ellos, estaba segura de que lo iba a extrañar. 

- Estamos por llegar, agárrate fuerte.

Le dijo Sian en su propio idioma, aunque Iria comprendió claramente, y se sujetó con más fuerza. Luego comenzaron a bajar el ritmo a uno más lento, mientras simultáneamente iban bajando.

Un grupo de personas los esperaban en la pista de aterrizaje, entre ellas la emperatriz viuda, una mujer de cabello blanco y la emperatriz actual, la primera tenía una sonrisa resplandeciente, pero la última tenía una cara ligeramente sombría,  cubierta con una ligera sonrisa fría. La mujer de cabello blanco y vestido de ese mismo color sólo miraba, sin ninguna emoción aparente.

Sian aterrizó con delicadeza y se bajó primero, cubriendo ligeramente a Iria, la bajó con cuidado, esta, al sentir el piso, suspiro de alivio, no le gustaba no sentir las vibraciones de la tierra, no le gustaba estar en el aire.

- Iria, ahora vas a conocer a algunas personas, pero no te asustes, todo va a salir bien, yo estoy contigo.

Esta sólo asintió, y asomó la cabeza de entre la túnica de su tío, a diferencia de Carel cuando la conoció, ellas no pudieron contener el jadeo de sorpresa, era extremadamente hermosa y su parecido con la princesa Hia y Hue era... irreal.

La emperatriz viuda no pudo contener las lágrimas y lloró, lo que puso muy incómoda a Iria al sentirlo,  quien decido volver a meter la cabeza en la túnica de Sian.

Este se agachó, sonrió y le dijo:

- No pasa nada, todo esta bien, ella es tu abuela y esta muy dichosa de tenerte aquí, ahora vamos a saludar.

Iria no entendió ni la mitad de lo que dijo, pero dedujo el mensaje, y asintió, y antes de que pudiera decir algo más una voz femenina hablo primero.

- Es un gusto conocerla Princesa Luna, yo soy Muza, la 43ava emperatriz de Dinetah.

- Uh... hola.

Luz de luna  [Princesa Encantadora-Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora