Capítulo 2

3.1K 282 15
                                    

  

   “Encontré a tu hijo. No es un buen lugar dónde está, pero te prometo que lo sacaremos pronto. Tu fiel amigo”.

   Había leído esa nota tantas veces que el pergamino ya se encontraba bastante maltratado, e incluso se lo sabía de memoria, pero no podía evitar leerlo y releerlo una y otra vez. Había encontrado a su pequeño Harry, después de años de incertidumbre, de no poder recordar dónde lo habían llevado, de buscarlo.

   Cada ciclo era lo mismo, tan bien planeado para que no pudiera recordar nada más que lo elemental, que nunca había podido hacer nada. Pero esta vez logró romper con eso. Lo había calculado paso a paso para intentar no cometer un solo error, sabiendo que aunque pequeño ese error podía llegar a costarle la vida no sólo a él sino también a su hijo. A su Harry. Y eso era algo que no se podía permitir.

   Habría querido salvar a Lily también, claro que lo hubiera querido hacer, pero no era posible, lo que había sucedido con ella debía de suceder irremediablemente, esa era una realidad que no se podía cambiar.

   Como la muerte de James. Lamentablemente esa muerte también era algo irremediable. Y la clave de todo.

   Pero Harry era un caso diferente, su pequeño hijo no estaba condenado a la muerte, así que no estaría infringiendo las “reglas del juego” al hacer esto; y por eso no había dudado un solo segundo antes de cambiar el ciclo, sacándolo de donde fuera el lugar que lo hubieran llevado creyéndolo un huérfano… Un lugar que no era bueno, según la nota de Severus.

   Su fiel amigo Severus, como siempre firmaban las cartas para no colocar nombres. Pero no era solo un eufemismo, Severus Snape realmente se había convertido en su fiel amigo después de años de trabajar juntos.

   No había sido fácil, nunca antes se llevaron bien y Severus era una persona desconfiada por naturaleza, pero cuando al fin logró que lo escuchara y luego que le creyera (lo que le llevó un poco menos de tiempo que lo anterior, afortunadamente), lo demás ya fue más fácil.

   Y la verdad que no se arrepentía de haber recurrido a él, a pesar de saber que el otro hombre tenía ciertos sentimientos hacia Lily, también era de fiar. Además, ahora mismo no se trataba de Lily, ni de ver quién de los dos era mejor para ella, sino de Harry, una pequeña parte de la mujer que ambos aun amaban.

   Por otro lado, necesitaba una ayuda para lograr todo lo que quería, solo no podría hacerlo, y Severus era la mejor (sino única) opción que tenía.

   Volvió a mirar la maltratada nota en su mano antes de acercar un pergamino limpio para escribir.

   “Gracias, amigo, sabía que podía confiar en ti para encontrarlo. Y no dudo que harás hasta lo imposible para sacarlo de donde sea que esté.

   Por mi parte estoy más cerca de llegar a mi objetivo. Dicen que la zona fría resulta impenetrable, pero encontraré la manera de franquearla.

Tu fiel amigo.”






RECUPERÁNDOTE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora