¿Podrás amarme apesar de tener una gran carga en mi consciencia? ¿Tu amor será suficiente para reconstruir un corazón roto?
Mi pasado me persigue a donde sea que yo me valla.
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Oh, diosa luna. ¿Por qué me mandaste a una...
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Capítulo 13: Invitación oportuna.
Regresar a mi apartamento fue lo único que necesitaba para volver a llorar desconsoladamente. No fue la expresión deprimente de Daniell la que me hizo sentir mierda, ni lo fastidioso y molesto que fue tomar el autobús, ni tampoco el bullicio de la gente que subía y bajaba del mismo, sino la soledad y el golpe de sentimientos que vino después de tomar consciencia de la situación.
Enfrentarme a los restos de mi vida era una cosa completamente diferente, debo irme de Italia, empezar desde cero en un lugar diferente, uno en donde la gente de ahí no me juzgue.
Reí con amargura dentro del elevador del edificio, es imposible que pudiera viajar en estos momentos. Tendría que vender un riñón o algún otro órgano del cuerpo para poder pagar mis boletos y poder sobrevivir durante al menos una semana en ese lugar desconocido.
《Demonios,piensa con calma y no te desesperes》, pensé mientras el elevador recorría los primeros tres pisos.
|—Estás perdida, Isabella.|
No. Eso no es cierto, Nitx.
|—"Esta vez tengo que reconocer que mi hermana tiene razón. Isabella, ni siquiera sabes en que parte del mundo quieres ir".|
No quiero escucharlas por favor, deseo estar sola.
|—Como quieras.|
Cerré de golpe la conexión mental.
Estaba atrapada, me sentía acorralada y en efecto, ellas tenían razón.
A estás alturas no podía hacer nada, ya ni llorar era bueno pero era lo único que sabía hacer en estos momentos.
Era como una llave de agua que se dañó estando abierto. Mi llanto no era silencioso y resignado, sino con sollozos llenos de dolor, junto con desesperación.
Llegué a mi casa y sin encender las luces del lugar, caminé hasta mi dormitorio en donde me eché en la cama con ropa y todo, el llanto incontrolable en el camino me habían dejado agotada, sin mencionar que, lejos de sentirme feliz y positiva, le había abierto las puertas a la famosa depresión que había mantenido a raya desde hace unos días atrás.
🌙|💛💛💛|🌙
Desperté por el ruido incesante de mi celular. No queria levantarme, ni siquiera tenía ganas de moverme para acomodarme mejor en la cama.
Molesta con todo el mundo, por fin me levanté de la cama para apagar el molesto aparato insistente.
Contuve un grito de alegría al observar el identificador de llamadas, llevaba tanto tiempo sin saber de él.
Había entrado en un debate mental, uno en el que me cuestionaba si era buena idea aceptar la vídeollamada y que me viera con la cara hinchada de tanto llorar. Al final, la emoción por volver a verlo pudo más y terminé descolgado la llamada.
