¿Podrás amarme apesar de tener una gran carga en mi consciencia? ¿Tu amor será suficiente para reconstruir un corazón roto?
Mi pasado me persigue a donde sea que yo me valla.
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Oh, diosa luna. ¿Por qué me mandaste a una...
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Capítulo 11: ¿Quien eresrealmente, IsabellaSmith?
Octubre 16 de 2013, Italia.
Problemas.
Problemas y más problemas en la manada ¿Cuando acabará todo esto?
Hay sangre por todo el bosque, cuerpos sin vida de los que antes eran unos rogues y una clara advertencia en el viejo tronco de la manada:
"Tengan mucho cuidado, pronto vendrán los problemas y con eso, la caída del gran Alfa".
¿Para esto interrumpieron mi sueño? ¿En serio?
Sólo porque sé que terminando podré tener mi día completamente libre me apresuro en terminar con los deberes y supervisar que todo este en orden.
Vaya mierda, para alguien que sólo quiere un poco de tranquilidad, descanso y libertad en este día.
Voy corriendo de regreso hacia la mansión del Alfa en mi forma lobuna.
Los guerreros a primera hora del día fueron a notificarme que unos Rogues habían entraron al territorio del Alfa.
¿A quién carajos se le ocurre invadir territorio a las 4:55 de la madrugada, aún sabiendo que terminarían muertos antes de que tomen una bocanada de aire? Sólo los estúpidos sin cerebro, de seguro.
Finalmente llego a mi destino; la gran casa del Alfa o como le suelo decir, "La mansión de la Bestia".
Antes de volver a mí forma humana y quedar desnudo, me acerco hacía uno de los arbustos de la mansión para tomar con mi hocico y dientes un cambio de ropa.
| —Alex... |
¿Qué pasa Zander?
| —Siento que se nos está olvidando algo importante. |
No lo creo, ya estamos completamente vestidos.
| —Eso no, baboso. ¿El alfa Adams se fué hoy en la madrugada? |
Efectivamente, estamos al mando junto con Axel hasta que él alfa regrese al territorio.
| —Valla mierda, hermano. |
Corte la conexion con mi lobo mientras abría rapidamente la puerta de la mansión al no escuchar ningún ruido proveniente de esta.
—¡Axel!
Nada, todo está en silencio.
—¡¡Axel!!
Entré y caminé por toda la sala para olfatear algún aroma extraño o desconocido en el aire. Mis sentidos lóbunos ya estaban a flor de piel, se supone que Axel debería de estar aquí esperándome
