¿Podrás amarme apesar de tener una gran carga en mi consciencia? ¿Tu amor será suficiente para reconstruir un corazón roto?
Mi pasado me persigue a donde sea que yo me valla.
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Oh, diosa luna. ¿Por qué me mandaste a una...
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Capítulo 12: Plan fallido y desastroso. Parte II.
Muevo mis manos con impaciencia mientras espero llegar al lugar secreto que compartía con Daniell.
Verán, cuando recién llegue a Italia lo primero que hice fué conocer—o mejor dicho; perderme en—, las calles más sobresalientes de la ciudad, hasta detenerme en un pequeño parque abandonado.
Con el paso de los días ese lugar se convirtió en mi rincón de paz, seguridad y relajación cuando necesitaba tener un momento para reflexionar conmigo misma.
La primera vez que traje a Daniell, fué cuando se metió en problemas con sus padres y parece que también con cosas de dinero con sus amigos. Lo último no estoy muy segura, Daniell nunca me quiso contar.
Es cierto que veníamos a desahogarnos aquí, pero él nunca fue sincero conmigo, cuando me contaba sus problemas, solo me decía lo que queria escuchar.
¿Entienden por qué insisto en que él venga hasta aquí? Se que está metido en grandes problemas. Lo que vi la otra noche en mi departamento no me deja tranquila y, tampoco ayuda mucho que Rean y Nitx no me quieran decir lo que realmente significa.
Aquí solíamos venir cuando uno necesitaba del otro, solo se necesitaba una llamada, la palabra mágica y un buen bote de helado para saber cuando uno de los dos realmente andaba mal y, que necesitaba atención del otro.
Salí de mis pensamientos y observé con detenimiento la mancha color marrón que estaba impregnado en el cristal de la ventana. Ésta tenía forma de una pequeña flor y de manera inconsciente pegué mi dedo índice en ella, en un inútil intento de sentirla bajo la yema de mi dedo.
Un suspiro de derrota salió de mis labios al comprobar que la mancha en forma de flor se encontraba del otro lado del cristal.
De manera automática, tomé el teléfono e ingresé en la app de mensajería para comenzar a teclear:
Hola Daniell, buenos días. Espero ya estés despierto y listo para vernos. Estoy contando los minutos, te veo donde siempre. Besos, Bell.💙💙 ✔✔
Envíe y apagué mi telefono.
El autobús se detuvo a medio camino.
La verdad es que aunque por fin voy a ver una ultima vez a Daniell, no puedo negar que estoy un poco asustada, nerviosa y hasta un poco ansiosa.
Ambos hemos actuado mal, la forma en la que lo hice tiempo atrás tampoco fué la correcta.
Mientras divagaba con mis recuerdos, mi telefono vibró y emitió un pitido, a la vez que titilaba en la pantalla un número que ya se había hecho familiar.
—¡Hola! —saludé con toda la alegría posible y deseando que mi estado de ánimo llegará hasta donde sea que él se encontrará—. Estoy muy feliz, ya quiero llegar y aclarar las cosas contigo.
