ELI

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Terminamos de desayunar y vamos a ver el repaso de la gala de ayer. Según el jurado, Jontxu y yo hicimos una buena actuación, aunque el día anterior no pudiese ensayar con él porque estaba mala. Además, no me esperaba para nada salir cómo favorita de entre todos mis compañeros. Me quedé flipando cuando dijeron mi nombre.

Lo malo es que ayer salieron nominados Markel y June, y no quiero que se vaya ninguno de los dos.

Acabamos las clases de la mañana y cómo todavía queda un rato para que llegue la hora de comer, me tumbo en el sofá a descansar.

- Ya estás cansada? - me pregunta Gari vacilándome al pasar por allí y le saco saco el dedo.

Se ríe y se tumba en el sofá también mirándome.

- Ya sé que soy guapa Gari, pero tampoco para que te quedes mirándome todo el rato - le digo bromeando y rueda los ojos.

- Te lo tienes muy creído ahora que has salido cómo favorita, no? - le miro enfadada.

- Pues no idiota, sigo siendo la misma de siempre - se ríe con sarcasmo.

- La misma borde de siempre querrás decir...

- Quieres llevarte una hostia? Porque te la estás ganando chaval - le digo enfadada.

- Eh eh, tranquilita, a mí no me amenaces - bufo y aprieto mis puños para no hacerle cualquier cosa ahora mismo delante de las cámaras.

- Por qué vienes siempre a molestarme? Qué pesado de verdad! - me levanto enfadada del sofá y voy para los baños a intentar tranquilizarme.

No le entiendo, a veces es majo conmigo y otras veces solo piensa en fastidiarme. Lo peor de todo es que el pequeño crush que tenía por él, cada vez va a más. Estoy muy confundida. Le odio, pero a la misma vez puede que me guste un poco y no sé...

De repente se abre la puerta y entra Naia llorando.

- Eh, qué pasa Naia? - me abraza mientras sigue llorando y acaricio su espalda para que se calme.

- Nos hemos besado

- Julen y tú?

- Sí...

- Pero eso es algo bueno, no? - la pregunto confundida y niega con la cabeza.

- No, porque para él no ha significado nada Eli

- Eh, eso no lo sabes

- Sí lo sé, me lo ha dicho él mismo después del beso - sigue llorando e intento calmarla.

Después de un rato, consigue calmarse un poco.

- Es un gilipollas Naia, no merece la pena que llores por él, vale? - me sonríe.

- Gracias Eli - la sonrío.

Nos quedamos abrazadas por unos minutos más, hasta que suena la txirrina para que vayamos a comer. Salimos del baño y vamos para el comedor donde nos encontramos con todos.

- Naia estás bien? - le pregunta Ane preocupada.

- Sí, luego hablamos - se sonríen.

Gordetako sekretuakDonde viven las historias. Descúbrelo ahora