03: Desesperación.

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La humedad detrás de su cabeza era tan persistente que le obligo abrir tan pesadamente sus parpados grises, un quejido tan seco se escapo de sus finos labios ante el golpe repentino de la realidad apenas su mirada se enfocaba por toda la habitación tan lujosa y exageradamente blanca con todo dándole vueltas automáticamente su mano diestra fue a parar hacia su nuca palpitante por el dolor a sabiendas de que había estado sangrando todo este tiempo todo el recuerdo de golpe lo azoto en menos de un segundo tan desesperadamente el platino se levanta con trabajo del suelo que había caído comenzó a buscar a cierta pelinegra por toda la habitación pero ni rastros de ella.

—¡Pansy!...Maldición. —Se quejo dando algunos tumbos en busca de su preciada varita pues la chica no estaba por ninguna parte, Draco Malfoy se hinco ante la lujosa chimenea de mármol antes de hacer esa llamada vía flu se encargo de realizar un tempus aun con las manos tan pálidas y largas temblorosas percatándose de que no había sido mas de una hora que había estado inconsciente se lanzo hacia la misma chimenea esparciendo los polvos donde en menos de un minuto estaba conectado desde Atenas hacia Inglaterra a la mansión Nott, no fue mucho tiempo cuando el rostro tan pálido y taciturno apareció entre las cenizas algo somnoliento enfocando sus azules eléctricos su rostro fue un poema.

—¿Draco? ¿Qué mierdas te paso, te peleaste con uno de tus inversionistas? — Pregunto el azabache cautelosamente pues ya estaba a punto de prepararse para tomar el caso entre manos, siendo el del grupo que había estado estudiando leyes mágicas y recién graduado se encargaba de tales asuntos privados en las demandas y contra demandas de sus amigos y con Draco Malfoy esto no seria la primera vez que sucedía.

—La encontré Theodore... Pansy esta aquí, en Atenas no recuerda nada, la traje aquí, pero se asustó y me ataco. — El rubio hablo tan rápido y atropellado que apenas se entendía lo que quería decir por suerte el mismo había detenido su sangrado estaba hecho una mierda con su túnica necesitaba una ducha y comenzar a buscarla por toda la ciudad enseguida.

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La noche tan fría y oscura bajo el pánico de la paranoia de ser perseguida estaba en el aire, Lolita hacia mas de una hora que se había alejado del hotel donde ese apuesto chico de orbitas grises la había traído con una especie de brujería le había dado tanto miedo que pensaba que le asesinaría eso que hizo con sus manos en un extraño destello le había dejado "muerto" de una forma u otra se había defendido, ¿Pero porque se sentía tan triste en hacer aquello? Lo había matado... lo había hecho al de ojos grises no lo vería nunca más, una repentina presión en su pecho y los sollozos silenciosos le provocaban agitación mientras sus esmeraldas se quedaban suspendidos en sus pequeñas manos, sin dejar de caminar devuelta al hogar de mierda al cual pertenecía recordando que no había sido la primera vez que ese destello le había salvado la vida.

Había sido semanas atrás, la pelinegra lo recordaba tan claro como el agua que solo la escena le provocaba hiperventilarse sin cesar, se detuvo abruptamente apretando sus labios donde cada escena pasaba tan rápido por su cabeza.

Ella estaba postrada en uno de esos sofás carísimos de terciopelo escarlata, en un lugar que ni siquiera conocía había ido sola por petición de un cliente, al principio le había encantado era guapo, de piel trigueña y orbitas color miel , le daría unos 30 parecía americano su acento era tan diferente , todo era tan perfecto los juegos previos, demasiado y cuidadoso pero al llegar al clímax de la situación el hombre le estaba asfixiando tan fuerte con esa mirada macabra de un lunático en potencia apenas siendo una chica de 18 años al borde de la muerte quedándose sin aire no podía quitárselo de encima lo ultimo que pudo hacer fue empujar con pánico las pocas fuerzas que le quedaba y de sus manos salió ese destello tan fuerte con la energía cegadora mandando a volar al depredador lejos de su vista.

Lolita.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora