Lolita.

08: Revelaciones.

Advertencias: 

Escena +18.

La noche no había podido terminar mejor desde el almuerzo con los Greengrass y la gran impactante noticia que recibió sobre su propio cuerpo cual estaba engendrando el próximo heredero de la casta Malfoy y por ende su hijo pero no solo eso lo mas inolvidable de todo había sido esa propuesta de matrimonio por el hombre mas atractivo y encantador en esta maldita tierra Draco Lucius Malfoy le había pedido que fuese su esposa en el peor de los escenarios un maldito baño cuando Pansy Parkinson estaba hecha un tremendo desastre desde sufrir un ataque de impotencia y pánico, vomitarse en retrete y creerse estar malditamente loca , lo amaba joder lo amaba tanto a ese platino con aires de príncipe encantador y su forma tan etérea de existir.

Bajo los ligeros gemidos siendo manipulada por esas largas y expertas manos se consumían tan desesperadamente entre los besos húmedos en la habitación del heredero de orbitas grises cual la tenue oscuridad de una noche helada de principios de diciembre se desencadenaba el fuego lacerante entre ambos desesperados cuerpos quemándose tan necesitados y hambrientos por el otro.

A su merced descansando entre largos espasmos contra el tan cómodo edredón y colchón de algodón la azabache en tan solo su tan sensual ropa interior de encajes negros cual la lencería predominaba siempre en su pálido y tan estilizado cuerpo que volvía deliciosamente loco al mayor junto a su muy agitada respiración era presa de las mordidas pasionales y las caricias ardientes del príncipe de luna, las sensaciones indescriptibles y explosivas por cada partícula de su ser mandando miles y miles de hormigueos tan placenteros por su torrente sanguíneo la dejaba sin aire.

Cuando uno de sus tan perfectos pechos pálidos fue reclamado por esos húmedos labios con su lengua viperina tan exquisita regalándole el mejor de los placeres electrizantes entre succiones largas y desesperantes los jadeos entre sus movimientos intensos totalmente arqueada no se hacían esperar la joven de orbitas esmeraldas se deshacía tan completamente entre los brazos de Malfoy tan receptiva y tan sensible jodidamente perfecta.

—Dime princesa, ¿te gusta esto? — Era tan intimo tan perfectamente atento con su voz afectada tan caliente que le erizaba por completo.

—Draco...Draco...por favor...—Los primeros temblores tan incontrolables dominaron sus largas piernas pálidas la curva de sus muslos calientes e internos estaban siendo tan despiadadamente manipulados por esos largos dígitos habilidosos en su punto más profundo y sensible del templo, su feminidad tan húmeda debajo de sus bragas casi hechas un par de jirones sus suplicas eran más constantes cuando sentía tan intenso esos dedos mágicos llegar profundo en su punto más alto.

—Aún no mariposa; debes ser tan buena para mí. — Le sobre aviso terminando de devorar su pezón rosa dejándole totalmente húmedo y duro hecha un martirio de jadeos con el primer orgasmo acompañado esa nublada y tan dilatada mirada maliciosa le confirmo todo.

Pero Pansy siendo la mujer fatal que siempre fue mucho mas astuta con ese gesto sudoroso y una verde mirada resuelta tanto tiempo de practica en los gajes del placer se levanto provocando que su perfecto prometido quedase bajo ella ahora que estaba totalmente desnuda a excepción del corpiño mal puesto pero con un simple jalón lo había resuelto se monto a horcajadas sobre el mayor chasqueando la lengua llevando sus largas uñas negras por todo su pálido torso deseable cargado de cicatrices del pasado hasta dibujar en el trazo de su antebrazo izquierdo lo que una vez fue la "marca tenebrosa" siguió el camino ahora agachándose tan lentamente en un camino de besos y lamidas intensas hasta su ingle cual percibió la dureza de la excitación bajo esos carísimos pantalones de diseñador en unos expertos movimientos sin detener sus carmines besos calientes abrió tanto los botones como la bragueta en búsqueda tan concienzuda de su falo tan duro como palpitante entre sus pequeños dígitos con esa sonrisita juguetona y seductora resoplo sobre su goteante punta siendo consciente de los alaridos de su chico ansioso por ser atendido.