Lolita.

09: Siempre.

El dolor intermitente se clavaba en cada uno de sus huesos ahora tan ligeramente los susurros eran tan lejanos junto con un pitido recurrente de lo que suponía que era una especie de maquina para mantenerle hidratada y rendir con sus signos vitales, muy pero muy lentamente la chica de cabellos tan negros abría sus parpados verdosos con el sentimiento de pesadumbre colando hasta lo mas inhóspito de su alma fue un proceso tan insufrible cuando trato de enfocar sus irises verdosos en el entro de la gran inmaculada habitación exageradamente blanca con su visión borrosa y el golpe olfativo que le llego de repente pudo reconocer ese perfume masculino que tanto le fascinaba tan familiar para ella, olía a el ; el lugar olía a Draco Malfoy.

Gran error al intentar desviar su vista a unos centímetros buscándole desesperada todo su cabeza inicio en una vorágine de vueltas, tantos mareos acompañado de sus musculos resentidos logro que inconscientemente lanzase un chillido agudo por sus dolencias y las arcadas volvían con toda fuerza.

—Shhh tranquila aquí estoy, bonita. — La voz del príncipe dragón llego como un halo de luz reconfortante desde el flanco izquierdo a su lado mientras el hombre que se había convertido acariciaba las hebras de sus cabellos tan negros como la noche.

Pansy no resistió mucho mas a pesar del dolor intermitente y que probable mente estuviese tan sedada con una gran cantidad de pociones y otras medicinas que lo medimagos trabajaban, rompió en un llanto desconsolado como un riachuelo de lagrimas cristalinas sin detenerse de sus esmeraldas apretó una de las manos entrelazadas del mayor con toda la firmeza que podía en su estado buscando el consuelo y las respuestas.

—¿Cómo llegue aquí?... Astoria ella... — su voz era tan patosa y ahogada una gran revelación llego a su memoria como recordatorio de las advertencias de peligro sus orbitas acuosas se abrieron como platos soltando a su pareja de un agresivo movimiento para llevar ambas de sus manos pequeñas y temblorosas sobre su vientre plano. —El bebe... dime... ¡ ¿El bebe está bien?! — De tan solo imaginar que podría perder a su hijo su palidez fue mucho mas notable y el temblor de los espasmos como los sollozos le invadió sin pena y ni gloria.

—Pansy por favor necesitas respirar y calmarte, estas a salvo hermosa lo estas ella no podrá hacerte daño ya no mas en estos instantes esta siendo procesada en el ministerio fue detenida a tiempo cuando Potter merodeaba por ahí este bajo arresto, sobre nuestro hijo está perfectamente sano cariño lo hiciste tan bien, increíblemente tu propio núcleo mágico formo un escudo protector mientras estabas siendo torturada por una maldición. — Explico el mayor con solemnidad estrechándole en sus brazos tratando de calmar sus llantos con sutiles besos y esa mirada exultantemente orgullosa de lo fuerte que era su adorable futura esposa.

Su hijo, su bebe estaba bien, lo estaba ahí creciendo en su interior producto del fruto de su amor entre los dos.

Ninguna descarriada celosa bruja podría separarlos ahora, aunque Astoria Greengrass era la hermana menor de su mejor amiga casi hermana "Daphne" no podría ser indulgente ante sus actos esperaba tan fervientemente que su temporada en la cárcel mágica la hiciese reflexionar por sus viles estratagemas.

Los días eran sucesorios en su reposo con aquel hospital mágico para recuperar sus fuerzas de su recién ataque. La mayoría del tiempo estaba rodeada de gratas visitas como el elocuente y seductor Blaise Zabini, la taciturna y seriedad de Theodore Nott, el dramatismo y la intensidad de Daphne Greengrass, la lealtad y la diversión de Gregory Goyle incluso los cotilleos frescos de las atrevidas Millicent Bulstrode y Tracey Davis.

Draco su príncipe de armadura plateada siempre estaba pululando tan solicito todo el tiempo en ese dormitorio de una plaza en su recuperación al igual que su amada madrina Narcissa, le sorprendía de sobre manera como sus dos grandes tesoros ahora no la dejaban sola para nada porque eran ellos su familia.