Lolita.

04: Lolita.

Sus esmeraldas tan angustiados quedaban suspendidos aun delante de esa cama de una habitación de mierda en ese bloque olvidado de Atenas donde nadie mas que los que llevaban este estilo de vida se atrevía a cruzar tales barreras , solo el pequeño cuerpo tan amorotonado cubiertos por tales vendajes de un adormilado chico de belleza andrógina con su suave cabello dorado como el sol postrado en la cama sonriendo tristemente. Rápidamente Lolita se acerco hacia su mejor amigo Hebe le dolía tanto verle de esa forma siempre tan delicado encantando a todos y había quedado en ese estado, lentamente la azabache se sentó a su lado tomando una de sus pálidas manos.

—Oh Hebe...— Susurro con voz apagada y tan lamentada sin dejar las caricias en su dorso.

—Hey mariposa estaré bien...—Hablo roncamente el chico negando con la cabeza haciéndose el fuerte.

—Es un maldito animal, no se porque Helena nos sigue mandando con ese imbécil. — La rabia acumulada en sus labios era tan notable de la impotencia de querer asesinar a Ángelo.

—Tu estuviste peor creíamos que no ibas a sobrevivir. —Comento el rubio recordando esos días de cuando la chica quedo hecha mierda por los juegos pervertidos de ese viejo.

—Y me quedaron cicatrices. —Señaló una de sus finas muñecas donde claro se divisaban las marcas de unas púas por toda la extensión escondiéndolas debajo de su hoddie rosa pastel.

—Aun así Lola, ayer tuviste tanta suerte tu cliente era un maldito bombón ¿te trato bien? —Y como siempre ese era su Hebe tan dispuesto al chisme.

Antes de la ojiverde responder su memoria le llevo hacia esos ojos grises que tanto le habían fascinado aquella mirada siempre anhelante como si "la amara" era algo tan disparatado que ni siquiera era real a pesar de que seguro lo había lastimado en ese intento de secuestro extraño con su ataque de pánico extremo aún seguía deseándolo ella estaba jodidamente mal.

—Si lo hizo, es muy encantador no tuvimos intimidad mas que un beso, tal vez esta descarriado o es un desdichado viudo que perdió a su amada, estaba delirando decía que yo me veía tan igual a ella y me llamaba Pansy. — Musito como una colegiala burlona, pero al mismo tiempo tan curiosa por saber mas de ese atractivo platino de tierras británicas.

—Si aún está aquí seguro te volverá a buscar de nuevo, joder Lolita ustedes dos parecen tener tanta química es como si se conociesen de otra vida. — Comento igual de ilusionado el joven convaleciente sin dejar de contemplar a su mejor amiga.

---

Tenía dos días libres de ese trabajo tan desgastante al dejar a Hebe descansar tenia los planes tan claros, aunque era una total locura con todos los Euros que estuvo ahorrando por largos meses de la diminuta fracción que le había tocado y mas con el ultimo pago gracias a "Draco Malfoy" tenia tanto oro que podía escapar de esa nación sin ninguna excusa sobre todo llevar a Hebe con ella ¿Por qué tenía la sensación y la desesperante necesidad de recurrir hacia Inglaterra de repente? Ese no era el plan que siempre trazo tan clandestina mente en las ilusiones de dos chicos sin futuro escarbando en una forma de mantenerse lucidos por algo más, siempre fue Nueva Zelanda o América, pero todo ella estaba actuando de forma que no conocía para nada esa faceta.

Y lo primero que hizo lejos de su acostumbrada rutina con la excusa de salir por un poco de aire y comprar los vegetales en el mercado mas cercano fue darse el propio permiso de salir más allá de su barrio, con sus jeans degastados tan ajustados a su estilizado cuerpo ese hoddie holgado y sus botas negras que siempre eran sus favoritas parecía estar demasiado histérica con el corazón en la mano aunque le habían explicado que tenía esos días para ella, no paso mas de 15 minutos cuando estaba en la zona "rica" del pueblo recorriendo los estandartes de cada tienda y quedándose embelesada como las mujeres se probaban las joyas de perlas y piedras preciosas , y ese raro sentimiento de melancolía se instaló en su pecho era tan insoportable.

Lolita antes de lo pensado aun con las miradas impuestas de los demás comensales como si su persona fuese una cucaracha o un bicho raro que no merecía estar ahí y no encajaba para nada la azabache continuo su camino al interior de un negocio tan prolijo de vestidos en alta costura sus manos delicadas y finas repasaban las telas sintiendo su textura siendo tan increíble hasta que sus orbitas oculares se posaron tan febrilmente en una lindo vestido de color turquesa y tirantes con el recatado abierto en una de las piernas hasta los muslos el maniquí lo modelaba a la perfección era como si ese pedazo de tela le llamase y estuviese echo para ella.

—Pruébatelo. — Una voz masculina llegando tan cerca de ella le hizo sobresaltarse de inmediato hasta que sus esmeralda se cruzaron con un atractivo espécimen moreno de orbes chocolate y ese traje hecho a la medida cual azul medianoche le hacía maravillas le sonreía con complicidad sin dejar de contemplarla.

—¿Disculpa? —Hablo tan dudosamente quedando en la misma posición con esa rara sensación de deja vu como si ese rostro le transmitiese paz y lo hubiese conocido en otra vida.

—Vamos linda, ese vestido grita que te lo lleves este hecho para que lo portes, tienes el cuerpo perfecto. —Le incito tan entretenido aun con sus labios esbozando esa sonrisa tan segura de sí y con clase.

—¿Trabajas aquí? —Frunció el ceño tan confundida devolviendo la vista al vestido mientras se mordía su propio labio inferior indecisa.

—No, solo estoy aquí llevando de paseo a mi cita para que se compre algo lindo, por cierto, mi nombre es Blaise Zabini. — comento relajado señalando a una pelirroja que estaba en la zona de lencería. —Compra ese vestido no te vas a arrepentir, una parte de ti lo anhela. —Habían sido sus ultimas palabras cuando se alejó guiñando uno de sus ojos devuelta con su chica.

Y Lolita se quedo unos largos segundos con la duda postrada en su mirada pálida lo que no sabia es que estaba siendo tan intensamente contemplanda por un par de orbitas tormentas y dos jóvenes restantes.

Tomo y compro aquel vestido le había quedado perfecto como si en verdad fuese confeccionado para ella muy en el fondo ansiaba que cierto platino la admirase con el puesto era una fantasía tan infantil y tonta.

---

Horas mas tarde con unas 5 bolsas diferentes de tiendas de marca tan demandada en esa parte de Europa llegaba a su habitación de ese apartamento dejando aquellas cosas en su cama se había esmerado en buscar un buen obsequio para Hebe y parte de ella también se encapricho con varias prendas estaba loca según la descripción de Draco Malfoy como era Pansy su chica ¿Por qué ella quería verse como esa mujer? Saco el vestido tan perfecto y hermoso para dejarlo en su closet al igual que unos tacones tan altos y negros, ese perfume de lavanda y sándalo que sentía que parte de su vida lo había portado en su piel y las joyas genuinas y discretas esmeraldas entre los arillos y el collar.

¿Qué había hecho? ¿Por qué ese arranque de derroche y locura?

Antes de esconder todo y levantarse para volver a ver a Hebe la puerta de su alcoba se abrió dando paso a la dueña del lugar con ese peinado tan rígido Helena le observaba enarcando una ceja en una sonrisa petulante.

—Perfecto eso me facilita más rápido el trabajo, si serás una zorra con clase cae como anillo al dedo. — Sisea tan cínicamente dando una hojeada a sus compras que ni en 10 sueldos podría lograr. —Tus días libres deberán esperar, esta noche el sr. Malfoy y sus amigos visitaran el bar de "Afrodita" quiero que estés presente, vístete linda y se tan servicial con el hombre como hasta ahora lo has sido, está desesperado por verte. —Concluyo maliciosamente tomando una de las bolsas al azar para salir con esta de la misma habitación.

—Hija de perra...—La azabache siseo para sí misma aun recordando sus palabras una repentina emoción y expectación termino por enrojecer sus mejillas de porcelana si ese hombre venia hasta aquí buscándola le encantaba la idea, Lolita estaba demente.

Ansiaba volverlo a ver esa noche en el bar y si la secuestraba de nuevo no opondría resistencia, quería tener una parte de su presencia y fingir ser su amada por esa vez.

Deseaba por primera vez en tanto tiempo acostarse de verdad con un hombre y ese hombre de orbes grises era Draco Malfoy.