06: En casa.

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Con el alba de la aurora llegaba tan lentamente entre sus pieles en ese lugar llamado "Afrodita" después de una muy entretenida noche cargada de jergas, juegos al azar, zorras y otras sustancias adulteradas ciertamente el grupo de los 4 jóvenes ingleses se habían separado en el transcurso de la velada cada uno con sus propios intereses; un platino en especifico sostenía un delicado y terso cuerpo que dormitaba entre su pecho tan pacientemente Draco Malfoy abría sus pupilas siendo tan consciente de quien estaba a su lado, lo primero que hizo fue buscar con la mirada aquella mata de cabellos negros tan sedosos que tanto le fascinaba deleitándose en la forma que dormía como una perfecta diosa y reina de hielo, Pansy Parkinson se le veía tan en paz entre sueños.

No fue por tanto tiempo que esos esmeraldas enigmáticos le reconociese aun somnolientos en su regazo, una sonrisa tan mínima y tímida se coló por sus labios de frambuesa levantando su perfilado rostro de porcelana se quedo prendada contra el dios griego debajo de ella tan etéreo, tan perfecto Draco Malfoy un hombre de ensueño.

—Volveremos a Inglaterra en unas horas y tu vendrás conmigo. —Finalmente el de cabellos de luna había aclarado la situación de la que se estuvo planteando más de una hora.

Lolita sin saber como reaccionar apenas asimilando sus palabras lo observo por unos segundos como si ese hombre tan jodidamente atractivo estaba loco derremate.

—Estás loco Draco. —Tan solo respondió tomando aquello como una broma para iniciar a levantarse de su regazo donde estaba acomodando sus bragas de lencería negra y los tirantes de su vestido.

Pero aquel rubio no le dejo dar un paso mas una de sus largas manos pálidas tomo su fino brazo derecho levantándose con ella; con esa mirada tan significativa, melancólica ardiendo la pasión desenfrenada por sus retinas.

—No me iré sin ti Pansy, ¿no lo entiendes? He cruzado por todos estos desgraciados meses el mismo infierno moviendo, cielo, mar y tierra para encontrarte y no... no te perderé de nuevo. —Las fuerzas tan verdaderas de sus palabras le dejaban sin habla alguna eran los retazos tan débiles de su laguna mental en quien aparecía ese hombre a través de los años sosteniendo su mano desde tan niños que lo hacía desearlo.

—¿Me amas? —Fue lo único que se le cruzo por su cabeza con esa expectación impaciente de la sensación tan taladrante en su pecho por sus besos.

—¿Acaso lo dudas? Yo siempre lo he hecho. — Le confirmo tomando su rostro con ambas manos donde acaricio sus mejillas para besar sus labios.

—Lo hare Draco, me iré contigo. — Respondió la joven de cabellos de noche abrazándole de su cuello para sellar sus bocas.

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Dos horas mas tarde Lolita se encontraba junto a Malfoy en el hotel que había estado el mago hospedándose y los otros tres hombres tomando un buen desayuno antes de partir a Inglaterra, esto era una locura Helena no le dejaría ir tan fácil aun no podría creérselo que había accedido a ello bajo la capa de su debilidad por el hombre de sus sueños, tan lejana de la realidad cuando las arcadas amenazaban con hacer de su estomago un desastre y los nervios le estaba consumiendo alertada llevo sus verdes hacia la figura de Draco que se miraba tan increíblemente sereno terminando su café bien cargado.

—Hey Lola, esa mujer no podrá hacerte daño, nos encargamos de que no sea así. — Zabini había tomado por esta vez las riendas de la situación que parecía ser el mas observador de la forma que la azabache le consumía la paranoia.

—¿Cómo?...—Cuestiono dudosa su desayuno estaba casi intacto todo su apetito no tenía cabida ahora después del nudo que se volvía su estómago.

—Los policías hicieron una redada clausurándole el local, los demás jóvenes victimas de ser obligados a vender su cuerpo están al cuidado de instituciones competentes para su rehabilitación. —Theodore explico tan profesional y calmadamente solo que ese asunto había sido tomado de las manos por insistencia explicita de el mismo y una gran cantidad de galeones hacia el ministerio y el cuerpo de Aurores griegos toda la maldita noche se le había ido en eso.

—Nada te pasará, la madre de Draco estará encantada de volver a verte. — Goyle tomo su mano para acariciarla con aliento sin dejar de ser tan sincero en esos momentos.

Y con ello había llegado la hora de ¿abordar un avión? Porque eso hacían las personas para ir a otros países ¿no? O eso era lo que pensaba la azabache tan ansiosa cerca de Draco que estaba silencioso, pero nunca soltaba su mano, el aeropuerto estaba abarrotado de tantos turistas y empleados pero no entendió el porque se desviaron a un callejón de las afueras del lugar mirando una lata vieja y fea en el suelo.

—¿Qué es esto? ¿Por qué estamos aquí? — Cuestiono observando al platino totalmente tensa.

Pero antes siquiera de recibir alguna respuesta, Nott se vio obligado a lanzarle un "Desmaius" a la chica donde Malfoy la sostuvo entre sus brazos al ella desvanecerse perdiendo la consciencia, era necesario para poder viajar en traslador y que su estado no se viese mucho más afectado.

Los cuatro tocaron aquel objeto al mismo tiempo donde se activó el traslador succionándole en un vórtice desapareciendo de las tierras de Grecia.

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Su cabeza se sentía tan pesada apenas podía mantenerse enfocada en las voces lejanas que hacían eco en una distancia que no sabia calcular, pero se sentía tan cómoda en lo que parecía ser una cama y ese aroma a cítrico que últimamente le fascinaba recordándole a cierto platino con su perfume se colaba tan intensamente por sus fosas nasales, muy pero muy lentamente abría sus parpados adaptándose a la poca luz de esa habitación cruzándose con la araña del techo tan bonita que decoraba como si fuesen diamantes verdaderos la estancia llevo su derecha hacia su frente tratando de sentarse en la gran cama de satén verde y adoselada con cortinas plateadas ¿Dónde estaba? Tenía el vago deja vu de haber soñado con esa habitación particular muchas veces de la que podría contar, giro su rostro hacia la dirección que siempre lo hacía en su sueño topándose con un retrato en movimiento de una versión mucho mas joven de ella con un vestido rosa de gala parecía una princesa y Draco Malfoy tan serio, orgulloso era casi un niño con esa túnica de gala mirándole como si fuese la maravilla más bella del mundo.

—El baile de los tres magos...— Siquiera sabía porque había dicho aquello, pero de repente los flashes de dos jovencitos en un salón tan grande de baile con extrañas personas y la música del vals de fondo, eran ellos dos bailando con 14 años atacaron su cabeza hasta dolerle insoportablemente.

—¡Draco! —La chica grito en jadeos y quejidos alertando unos pasos de tropel cuando la puerta se abrió alguien le tomo de las manos y ahí estaba aquel hombre que siempre estaba en sus pensamientos, quería preguntar que era eso cuando inesperadamente un abrazo delicado y ese rico perfume a jazmín y sándalo la invadió presto atención a la hermosa mujer mayor que la estrechaba entre lágrimas y sollozos.

—Por fin... Pansy, mi niña por fin estas aquí, estas de vuelta sana y salva. — Expreso Narcissa Malfoy tan afectada por su reencuentro sin dejar de estrechar a la confundida chica.

Era la madre de Draco, era esa mujer que por una muy rara razón la hacia sentir segura y en familia.

Lolita.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora