| 𝗦𝘂𝗸𝘂𝗻𝗮 𝗥𝘆𝗼̄𝗺𝗲𝗻 |

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Advertencia: Ninguna

Anime: Jujutsu Kaisen

—El director dijo que no debía hacerlo

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—El director dijo que no debía hacerlo... —la pelirroja miraba desconfiada a Gojō Satoru.

La mayoría de favores que le había pedido el tutor de primer año habían terminado en tragedia.

Y realmente no esperaba menos de esa ocasión.

—Por favor, Sukuna solo saldrá si tú... ya sabes, te duermes, Kimura-senpai —incluso Fushiguro insistía en aquello.

Un don maldito que la escuela Jujutsu se había encargado de volver a su favor.

Materializar las maldiciones con las que sueñas.

—¡Y te compro la chaqueta que vimos ayer!

La joven de tercer año asintió con rapidez y Nobara comenzó a reír sonoramente.

Su senpai se dejaba comprar con ropa o comida.



[...]



Gojō se giró justo para exorcizar a una maldición que acababa de aparecer detrás de la pelirroja.

Las cosas se habían salido de control y estaban siendo difíciles incluso para el hechicero más fuerte de todos.

Hace media hora que esperaban a Itadori y este no se aparecía ni daba señales de vida.

—Creo qu-

—¿Por qué está durmiendo? —Megumi volteó y se hizo a un lado.

El anfitrión de Sukuna hizo su aparición y parecía tener una lucha interna con su maldición por ver quién salía para socorrer a la chica.

Luego de unos minutos, Sukuna resultó vencedor y se acercó a Yuki para acabar con la otra maldición que amenazaba su vida.

—¿Por qué carajos está durmiendo? ¿Son idiotas o qué? —Sukuna estaba enojado.

Si bien no le importaba mucho Yuki y solo la usaba cuando el mocoso no lo dejaba salir, debía admitir que algo inexplicable lo obligaba a correr cada vez que ella estaba en peligro.

—Oi mocosa, arriba —Sukuna comenzó a palpar la mejilla de la estudiante.

Como si algo se hubiera activado en ella, se levantó de golpe y comenzó a soltar manotazos hacia la maldición.

Finalmente, Ryōmen chasqueó la lengua para recibir un frasco pequeño y tenderle una píldora roja.

—Gracias, Sukuna —murmuró Yuki tomando su mano.

El Rey de las Maldiciones desvió la mirada y emitió un gruñido antes de cargar a la chica entre sus brazos y abandonar la habitación, no sin antes tirarle un libro en la cabeza a Gojō.

Era lo que necesitaban de Sukuna.



[...]



—¿Por qué aceptaste? —Sukuna estaba enojado —. ¡¿Eres estúpida?!

A Yuki ni siquiera le sorprendía que él le estuviera apretando el cuello del uniforme como si quisiera... ¿golpearla?

—No hagas eso —susurró la hechicera y el contrario la soltó.

—No me voy a disculpar.

Yuki rió ante las palabras de Sukuna, igual lo haría, tarde o temprano.

Su pequeño cuerpo se aferró al de Ryōmen y cerró los ojos esperando no ser rechazada.

Y no lo fue.

Sukuna Ryōmen se aferró a ella y siguió discutiendo internamente con Itadori para que no saliera en un mal momento, pero vamos... que fue Yūji quien le pidió que sea su novia.

—¡Cómo jodes, mocoso!

Las marcas en el rostro de Yūji desaparecieron y Yuki volvió a abrazarlo.

—Está pidiendo una disculpa —murmuró Yūji dando a entender que había sido Sukuna quien le pidió decirlo.

No importaba si era Sukuna o Itadori, ella estaría para los dos.

No importaba si era Sukuna o Itadori, ella estaría para los dos

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Nadie lo pidió, pero amo a Sukuna uwu

Recuerden lavarse las manitos y tomar mucha awa

¡Nos leemos!

—кαιяι.

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