Advertencia: Spoilers del manga
Anime: Tokyo Revengers
— Chifuyu...Sus ojos se separaron de su mejor amigo y se posaron sobre la figura de aquella muchacha, no sabía qué decir ni qué hacer. ¿Qué hacía ella allí? ¿Por qué...?
— Lo lamento, Ayaka-san, yo...
No hizo falta que el rubio siguiera hablando, pues la mano de la joven se posó sobre su hombro y con ello, él se hizo a un lado. Permitiendo que ambos enamorados se despidieran apropiadamente.
A Keisuke le resultaba tan patética la manera en la que Ayaka lo estaba viendo, quería levantarse y correr a estrecharla entre sus brazos, decirle que todo estaría bien y que podrían pasar juntos todos los cumpleaños que siguieran, aunque muy en el fondo supiera que no podría cumplirse.
Las delgadas manos de la chica delinearon con una tortuosa parsimonia el rostro del chico cuando una lágrima rebelde se deslizó por su mejilla, ¿por qué dolía tanto?
— Supongo que tú ganaste —susurró Baji sonriendo entre los brazos de su joven amada —. Fuiste la primera en verme débil, Ayaka.
— Cállate, no digas eso, eso no fue lo que prometiste —susurró ella cerrando los ojos con fuerza — Mañana es tu cumpleaños, Keisuke, así que quédate con ellos por favor.
El alma de Mikey cayó a pedazos al notar un detalle en su amiga, no podrías verlo a simple vista, pero tal parece que Draken también lo había notado. Sus ojos estaban cristalizados y prefirió darles la espalda y alejarse unos cuantos pasos.
— Lo siento, Keisuke —dijo Ayaka —. Siempre te decía que debías esperar cuando preguntabas por tu regalo, de la nada te alejaste y yo realmente pensé que ya no te importaba nada de lo que pudiéramos hacer, ni los chicos ni yo, ¿tal vez necesitabas tu espacio? ¿Tiempo para pensar?
La cálida mano del capitán se hizo sobre la mejilla de su novia, intentando borrar la marca de unas lágrimas que él mismo estaba causando.
A Baji no le importaba morir si era capaz de ver a su novia por última vez, esa pequeña y frágil muchacha que —como pudo— renunció a muchas cosas y se volvió cada día más fuerte solo para mantenerse al lado de las personas que más quería, esa misma muchacha que ahora estaba allí frente a él, amándolo incluso cuando ya no sería capaz de hacerlo más.
— Estabas sufriendo, Keisuke —la voz de Ayaka se quebró y algo en el pecho del azabache dolió —. No te apoyé cuando era debido y ahora me arrepiento de tantas cosas, perdóname, Keisuke, Perdóname por no ser la novia que merecías.
"Ayaka, casémonos cuando seamos grandes"
— Una motocicleta —susurró ella y Baji sonrió al entender lo que eso significaba —. La motocicleta que vimos ese día y te enamoró por completo, la conseguí para ti, Keisuke.
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Random¡Hey, hey, hey! Sí, soy yo otra vez uwu si lo lees, te explico la diferencia, aunque por el título ya te haces una idea de seguro... Créditos de la imagen: @snowlattes en Twitter 𝙴𝙽 𝙿𝚁𝙾𝙲𝙴𝚂𝙾: 01/2021