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| 𝗥𝘆𝘂̄𝗴𝘂𝗷𝗶 𝗞𝗲𝗻 |

Advertencia: Ninguna.

Anime: Tokyo Revengers

— ¿C-Cómo está él?
— Tranquila, está descansando ahora.

Emma abrazó a la joven que se derrumbó al escuchar aquellas palabras.

Había abandonado a su profesora de piano en medio del salón en cuanto Mikey la llamó contándole sobre la situación de Draken, sin duda alguna ella se ganaría un castigo por tal falta de respeto hacia su profesora, pero Draken era más importante en esos momentos.

— ¿Y Mikey?
— Iré a buscarlo —anunció Takemichi corriendo lejos de allí.

Sabía que Emma gustaba de Draken, pero no conocía a la chica presente y tampoco recordaba haberla visto en alguna reunión de Touman.

— Anda, pasa tú primero —le dijo Emma empujándola.

Shiori era su mejor amiga y ella la apoyaría en lo que fuese.

[...]

— ¿Ken?

Shiori ingresó lentamente a la habitación, encontrándose con su pareja sentada sobre la cama, con la mirada perdida en algún punto de la pared frente a él.

No lo interrumpió, solo se sentó a su lado y lo contempló por unos segundos.

— Creí que moriría... —susurró Draken sin mirarla aún —. Creí que Takemicchi no podría ayudarme...
— Ken...
— No quería morir sin antes verte, perdóname por lo que dije ese día, yo no...

Shiori calló y entrelazó su mano con la del mayor, brindándole el apoyo que necesitaba en esos momento.

Draken era alguien intimidante y firme, pero a cualquiera le afectaría haber estado al borde de la muerte.

Ryūguji la observó y se preguntó en qué momento se enamoró de Shiori. Tal vez fue cuando supo que todo con Emma estaba perdido o... tal vez lo estuvo desde mucho antes.

— Escapé de mis clases de piano —mencionó Shiori soltando una risita al finalizar —. Debiste ver la cara de Suzume-san.
— La mujer debió estar al borde de una crisis nerviosa —se unió él a las burlas también.

En algún momento de la noche, Shiori había terminado sobre la cama de Draken, acurrucada a su costado.

Ambos estaban cansados, Draken por los medicamentos suministrados y ella por todo lo que cargaba día a día.

— Te quiero, Ken —murmuró ella entre sueños y Draken sonrió.

Haría de todo para protegerla, a ella y a Mikey.

— También te quiero, Shiori.

[...]

— ¡Llegué!

Ken se giró al escuchar la voz de su novia y rió cuando la vio hecha un desastre, suponía que fue por escapar de sus guardaespaldas.

— ¿No pudiste llamarme?
— No traje celular, perdón.

El rubio asintió y le revolvió el cabello, escuchando las quejas de la menor.

Si su cabello fuera lacio como el de Draken, probablemente no tendría ningún problema en que él lo revolviera, pero su cabello era rizado.

Sí, rizado. Y Draken no contribuía a tenerlo en orden.

— ¿Vamos por un helado? —preguntó Shiori balanceándose de un lado a otro.
— ¿Por una hamburguesa?
— Bueno, pero luego mi helado —Shiori se apartó de él y sin querer, empujó a alguien.

Draken la ayudó a levantarse y fijó su mirada en aquel que había chocado con su novia, pudo esquivarla y eso lo tenía claro, mas no lo hizo.

— Lo siento mucho, Shiori-san.
— ¿Quién-? ¡Ah Hanma!

Ken jaló a Shiori antes de que esta pudiera acercarse al otro individuo, la azabache sintió la tensión que había entre su novio y su amigo, por lo que solo palmeó el pecho de Hanma y siguió su camino con Draken.

— ¿De dónde lo conoces? —preguntó Ken sin mirarla.
— Vamos a la misma escuela, aunque él es un acto de caridad. ¿Estás celoso?
— ¿Puedes hacerme un favor?

Shiori frunció el ceño, le daba curiosidad la reacción que había tenido su novio con Shūji, pero tampoco quería preguntar y ganarse un "Son cosas de Touman".

— Sip.
— No te acerques a él y si algo llegara a suceder, llámame primero.

Ryūguji apretó la mano de Shiori que estaba bajo su agarre y fijó sus ojos en los dorados de la muchacha.

— Prométemelo, por favor.

Ella sonrió antes de soltarse de Ken.

— Bien, bien. Te lo prometo, Kenchin.

Él asintió y retomó su camino junto a Shiori, confiando plenamente en ella.

La joven adinerada no era tonta, pero sí curiosa y ahora que había notado la tensión entre Hanma y Ken, quería saber la razón y no se detendría hasta tener la respuesta.

Sin embargo, quién diría que años más tarde, esa misma curiosidad le jugaría una mala pasada con la persona equivocada.

"Sin dudarlo, mataría a Kisaki. No solo se llevó a Mikey, sino a Shiori también"

"Draken..."

"Sálvala, Takemicchi, te lo ruego"

¿Debería convertir esto en un libro de Tokyo Revengers?

Acabo de ver el episodio 4 y... no importa si es en manga o animado, la muerte de Atsushi me pone sensible :'c

—кαιяι.