| 𝗠𝗶𝘁𝘀𝘂𝘆𝗮 𝗧𝗮𝗸𝗮𝘀𝗵𝗶 |

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Advertencia: Ninguna.

Anime: Tokyo Revengers

— ¿Podrías coser esto?

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— ¿Podrías coser esto?

La presidenta del club de manualidades analizó por todos los ángulos posibles aquel peluche, le parecía imposible y que lo mejor era comprar uno nuevo.

Le compartió la idea a Mitsuya, recibiendo un claro "No" por respuesta, al cuestionarlo, la respuesta solo logró enternecerla.

— Luna no quiere otro que no sea este.

— En ese caso, conozco a alguien que sí puede hacerlo.

— ¿Quién es? —Takashi la miraba curioso.

— Yuko, la chica de las clases avanzadas. Puedes encontrarla en la azotea.

Mitsuya no se movió de su sitio.

¿Estaban hablando de esa Yuko? ¿De la misma Yuko que golpeó al profesor de Biología por contradecirla?

Quiso refutar a la presidenta, pero si de verdad ella era la única que podría dejar el peluche como nuevo, sacrificaría su dignidad.

Todo sea por su hermana.



[...]



— No lo haré.

Ni siquiera se giró a verlo, de hecho, él no creía que haya sido la respuesta a su inexistente pregunta. En su lugar, aquellas palabras habían sido dirigidas al muchacho que estaba frente a él y no había notado.

— Yuko-san, por favor, me ha gustado desde siempre y-

— Mira, estoy interesada en alguien más, ¿sí?

Takashi se puso delante de la chica ante la reacción del otro presente, este había avanzado enfadado hacia la rubia y Mitsuya no deseaba imaginar para qué.

— Creo que ella dijo que no, ¿verdad? —preguntó el de cabellos grises.

Sintió su mano ser estrujada y solo atinó a entrelazar su mano con la contraria y dejarla detrás de él.

La mano de Yuko estaba temblando.

— No creas que no te conozco, capitán de la segunda división —masculló el joven abandonando la azotea.

Solo allí, Mitsuya se dio el lujo de girar su cabeza, encontrándose con Yuko apoyando la frente en su espalda.

El temblor en su cuerpo la delataba, no era la chica ruda que todos creían.

— ¿Cómo quieres que te pague?

— Uhm... ¿podrías hacer algo con esto?

Yuko tomó el objeto entre sus manos y lo examinó antes de dibujar una tierna sonrisa en sus labios, que iba dirigida a Takashi.

Este sintió su rostro arder y desvió la mirada, escuchando la risa de Yuko y sonriendo debido a ello.

— Claro que puedo.

— ¿Tenemos un trato? —él colocó su mano sobre la cabeza de la contraria.

— Tenemos un trato.



[...]



— Onii-chan, hay una chica bonita preguntando por ti.

— ¿Una chica bonita? —le preguntó a Mana, extrañado.

— Sí, mamá ya la hizo pasar y le invitó té, dijo que se llama Yuko.

Al escuchar ese nombre, Takashi se vistió lo más rápido que pudo y salió volando de su habitación.

Deseó haber salido con hermanas y no haber obedecido a su madre, ahora tendría que escuchar comentarios vergonzosos sobre la bonita pareja que haría con la chica.

— Oh Mitsuya-san, lamento haber venido así.

— No, no te preocupes. ¿Deseas más té?

La cabeza de Takashi se giró en todas las direcciones posibles, buscando a su madre, pero no habían rastros de ella.

Tal vez había conspirado en su contra junto a Mana y Luna para dejarlo solo junto a Yuko.

— Kaori-san me dio tu dirección y me comentó sobre tu hermanita, así que quise traerlo de una vez.

— Mi hermana estará feliz, gracias.

Yuko divisó una cabecita asomarse por la puerta y esconderse al instante en el que notó la mirada de la mayor sobre ella.

Una sonrisa surcó sus labios y sin querer, se giró de golpe para preguntar a Mitsuya por el nombre de sus hermanas.

Sin embargo, esa sonrisa se desvaneció y fue reemplazada por un sonrojo, no solo en el rostro de Yuko, sino de Takashi también.

Sin querer, Yuko se había inclinado de más, resultando aquella acción en un beso accidental junto a Mitsuya.

— L-Lo siento, yo...

— No, no te preocupes, mi error.

Avergonzada, ella se puso de pie y se despidió del joven, siendo acompañada hasta la puerta por él.

Una vez dio algunos pasos fuera de la casa, se giró y dio un gran suspiro.

— Mitsuya-san, la verdad es que... estoy enamorada de usted.

Los ojos de Takashi solo demostraron sorpresa, pero ni tiempo le dio de responder, puesto que ella salió corriendo en cuanto terminó de hablar.

Un tirón en su pantalones lo sacó de sus pensamiento y notó la sonrisa de Mana.

— ¿Es tu novia?

— No, pero pronto lo será.

— Es bonita, parece una princesa.

Takashi asintió muy de acuerdo y una sonrisa se plasmó en sus labios, era la primera confesión que recibía.

Y era claro que para Mitsuya, Yuko era una princesa.

"¿Dices que sigue viva?"

"Eso parece, nadie ha logrado atraparla durante estos años"

"Entonces Akkun nos puede dar información sobre ella, ¿no?"

"No lo creo, ella es la protegida de Kisaki"

"No lo creo, ella es la protegida de Kisaki"

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Esta vez no maté a la prota jsjs

Por cierto, la historia de Tokyo Revengers ya ha sido publicada y me haría muy feliz si pudieran pasarse por allí uwu

¡Espero les haya gustado, cuídense mucho!

—кαιяι.

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