¡Hey, hey, hey!
Sí, soy yo otra vez uwu si lo lees, te explico la diferencia, aunque por el título ya te haces una idea de seguro...
Créditos de la imagen: @snowlattes en Twitter
𝙴𝙽 𝙿𝚁𝙾𝙲𝙴𝚂𝙾: 01/2021
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Sus manos temblorosas se aferraron a la mano de su pareja, hace unos minutos había discutido con Senkū debido a lo que él tenía planeado para salvar a Tsukasa.
Lo salvarían, pero ella no quería que fuera de esa forma.
—Tsukasa...
—Honoka, deja de llorar, no me voy a morir —musitó el chico apretando el agarre que tenía sobre la mano más delgada.
—¡¿Cómo que no?! ¡¿Acaso eres estúpido?!
La leve risa de Shishio se hizo presente y la chica no pudo evitar querer golpearlo, ¿de qué demonios se reía en un momento así?
Sin moverse mucho, Tsukasa se las arregló para que Honoka quedara al lado de su cabeza, un asentimiento del científico y su pronta salida lograron que el castaño se incorporara unos centímetros para depositar un suave beso en los labios de su pareja.
—Sé que podrás hacerte cargo de Mirai, siempre fuiste lista y fuerte, usa eso y no dejes morir a mi hermana —la mano de Tsukasa se aferraba cada vez más a la de Honoka —. Si esto es necesario para que yo pueda regresar y protegerlas a ambas, no tengo ningún problema.
—Tsu-
—Promételo, Honoka. Promete que cuidarás de ti y de mi hermana.
—Protegeré a Mirai con mi vida, de ser necesario, no tienes que preocuparte, cariño —las palabras confiadas de la mayor le sacaron una sonrisa al boxeador —. Aquí estaremos para recibirte.
Si eso mantenía con vida a Tsukasa, ella estaría dispuesta a cooperar.
[...]
—Vamos, vamos. Es hora de que nosotros nos vayamos —Kaseki comenzó a empujar a los tres rubios.
Honoka se detuvo unos pasos detrás del anciano y se giró hacia Senkū, el chico sonrió esperándose ya lo que venía.
La novia de Tsukasa debía ser la impulsiva de la relación.
Una pequeña navaja fue colocada en su cuello y su cuerpo estrellado contra la pared, pese a eso, se seguía sintiendo confiado.
—¿Esto funcionará? —preguntó Honoka bajando la mirada.
—Al 10,000 millones por ciento.
—Más te vale, Senkū. De lo contrario, yo haré rodar tu cabeza y me aseguraré de que no regreses del infierno —esas palabras y una última mirada de aquellos rubíes fue lo que se grabó en la mente de Shishio Tsukasa.
"Más te vale regresar, idiota"
El castaño negó divertido, no sabía qué de bueno había hecho para que Senkū despetrificara a su novia e hiciera posible su reencuentro, pero si de algo estaba seguro era que aquella muchacha frágil sacrificaría su vida por el científico.
Y eso debía ser así, le debía una muy grande a Ishigami Senkū.
[...]
—¡¿Cuántas veces tengo que repetirte que tu letra es horrible?! ¡No se entiende nada!
—¿Y? Lo importante es que te entregué el trabajo, ¿no?
—Púdrete, Shishio.
Sí señorxs, así comenzó la historia de amor de estos dos.
Increíble manera, ¿no?
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