Capítulo 18

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Narra Lauren.

"Lauren", alguien llamó mi nombre, giré para saber quién era.

"Qué coincidencia", dijo mientras miraba hacia atrás. Era la nueva jefa... ¿Qué hacía ella aquí?

"Hola, no quiero sonar grosera, pero ¿segura que no me estás siguiendo?", dije. Esto pasa en las novelas o en películas. En la vida real, todo es una mierda. Uno queriendo estar sola, y todos aparecen.

"No, nada que ver, solo que este es mi café favorito", explicó. "Vengo desde pequeña aquí", señaló el lugar.

"Es bueno saberlo", dije. Ella se sentó en mi mesa.

"¿Cómo ha ido tu día?", preguntó interesada.

Di una sonrisa, de las que siempre daba. Podía morirme por dentro, pero no lo demostraría.

"Estoy bien, tratando de tomar un poco de relajación", le mentí. Ella me observó como escaneando mi alma, pero sin embargo guardó silencio.

"¿Te gustó la empresa?", preguntó sacando un tema de conversación.

Mi celular comenzó a sonar, pero le puse en silencio. Era ella quien me llamaba para mentirme.

"Parece muy genial, tiene innovación, más que da oportunidades a nuevas generaciones", dije.

Seguimos hablando. Al terminar nuestro café, me despedí de ella. Para ir donde mi tía, en casa seguro me esperarían.

Mensajes de Ian me aparecían, pero yo negaba a reponderle. Al llegar a casa de mi tía, toqué. Al abrir la puerta, me arrepentí de haber venido hasta aquí. Michelle y Ian estaban ahí esperándome.

"¿Por qué no avisas que estás bien?", preguntó molesta Michelle.

"Estamos preocupados por ti", dijo.

Ese comentario llenó el vacío en el alma.

"Visto que Lauren está bien, yo me retiro", dijo Ian levantándose para luego quedarse a mi altura. "Hablamos después". Yo asentí y le di un abrazo. Él se retiró.

"¿Vas a casa?", preguntó Michelle. Yo negué. "Te olvidas de nuestra familia".

"No es eso, solo quiero estar sola, lo deseo más que nada", dije.

Mi tía Megan habló. "Alguien te buscaba, era una chica rubia. Dice que te conoció en el hospital, cuando tu amigo estaba ahí".

"Sámara", sonreí al recordar su nombre.

"Es la chica bonita, que tenía unos ojos lindos solo para ti".

"Tu ves cosas donde no las hay", dije. Por un momento, me logré olvidar de Camila.

En ese momento, un número desconocido mandó un mensaje.

Número desconocido: Hola.

Yo: ¿Quién eres?

Número desconocido: El amor de tu vida.

Yo: Jajaja, o no será una rubia hermosa.

Número desconocido: Conseguí tu número, tuve que espiar. Da la casualidad que trabajas para las empresas Carson y bueno, soy media hermana de Sofía.

Yo: No puedo creer, el mundo es pequeño.

Número desconocido: Lo bueno es que volví a coincidir contigo.

Vi a mi alrededor y vi que mi hermana y mi tía estaban mirándome.

"Cambiaste de ánimo rápido", opinó mi tía.

"Cómo crees".

"Es por ella", dijo Michelle. "Oye, habla con Camila".

Mi rostro cambió por completo.

"No quiero ni verla, no sé qué siento".

"Solo sé que duele, yo la amo", dije con una tristeza que se notaba en mi voz. "Pero duele".

Me acerqué al piano y comencé con la melodía...



Vete de aquí te lo ruego
No estoy para juegos
Mataste lo nuestro
Con una puñalada por detrás
¿Qué te parece si te vas?

¿Con qué coraje me miras?
Me cuentas tus mentiras
No sigas con esto
Que siento decirte que te vi
Yo también estaba ahí
Yo también estaba ahí

Me mataste, te juro que me mataste
Me tomaste por sorpresa
Y ahora no sé donde estoy
¿Dime qué estabas pensando?
Tantas cosas por el caño
Y ahora me pides perdón

Me mataste, te juro que me mataste
Me tomaste por sorpresa
Y no sé con quién estoy
No tengo ganas de hablarte
Hoy no puedo perdonarte
Solo vete por favor

Vete de aquí te lo ruego
Si quieres ven luego y diremos adiós
Pero ven a decirme la verdad
O no vuelvas nunca más
O no vuelvas nunca más

Me mataste, te juro que me mataste
Me tomaste por sorpresa
Ahora no sé donde estoy
¿Dime qué estabas pensando?
Tantas cosas por el caño
Y ahora me pides perdón

Me mataste, te juro que me mataste
Me tomaste por sorpresa
Y no sé con quién estoy
No tengo ganas de hablarte
Hoy no puedo perdonarte
Ahora vete por favor

Vete de aquí te lo ruego
Si quieres ven luego y diremos adiós

Dejé de cantar para mirar a mi hermana.

"Ahora me toca enfrentar esta realidad... No tengo ni idea de cómo actuar", dije con tristeza.

"Te entiendo, pero deja que todo pase", dijo Tía Megan con calma. "Resuelve tus dudas, Lauren. No te precipites".

Michelle se quedó callada, observándome con preocupación.

"Todo el mundo engaña para su propio beneficio", dije amargamente. "Nadie es sincero".

Vi una cara de incomodidad en mi tía, que parecía esconder algo.

"Tía, ¿qué sabes tú de todo esto?", pregunté sospechosamente.

"Nada, Lauren".

You Know  (Camren).  EN EDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora