Capítulo 12

488 34 3
                                    

Narra Lauren.

Ella se llamaba Daniela.

"Entra, que no muerdo", le dije a Daniela para que entrara a mi auto. Ella sonrió avergonzada.

"No pienso en eso", dijo mientras entraba al auto.

Arranqué y había recibido un mensaje de Normani notificando la dirección de la casa donde se realizaría la tarea. Y la casa elegida fue la de Camila. Llegué a la casa de la nombrada, bajé del auto y esperé a Daniela.

Toqué la puerta y salió Sofía, su hermana.

"Hola", la saludé con una sonrisa. "¿Está tu hermana?"

"Sí, ojitos", contestó. "Caminas recto y vas a la derecha, ahí está".

"Gracias por la información", agradecí mientras buscaba el lugar con Daniela a mi lado. Al llegar, todas las miradas se enfocaron en nosotras.

"Hola", saludé. "Espero que no les moleste que Dani me acompañe".

"No nos molesta para nada", dijo Normani con un guiño.

Tomamos asiento y yo recopilé información que se podría necesitar para la tarea. Vi a Daniela sonriendo mientras escribía en su libreta.

"Bonita sonrisa", dije, y las demás me quedaron mirando.

"No, ¿cómo crees?", preguntó avergonzada.

Yo sonreí. Entonces escuché una tos y miré a la protagonista, Camila, que me miraba feo. Seguí verificando información y me llegó una notificación de un mensaje de Michelle.

Michelle: Estoy en la casa de tía Megan.
Yo: ¿Ese milagro?
Michelle: Ni yo sé, te espero acá.

Decidí dejarla en visto.

"Lauren", me llamó Camila.

"Mande", dije lo más tranquila posible.

Todas estaban expectantes a esta conversación.

"¿Aceptas salir esta noche conmigo?", preguntó Camila.

"Está chica es bipolar o qué", pensé.

"Lo siento, pero no puedo", dije mientras miraba a Dani. "Términe mi parte de la tarea".

Ella sonrió avergonzada de mi rechazo.

"Es bueno que ya hayas terminado", dijo.

"Sí, pero debo retirarme, fue un placer trabajar con ustedes", dije mientras agarraba mi computadora.

Camila me dejó hasta la salida.

"Gracias", dije.

"De nada", dijo ella mientras miraba a Dani.

Dani ya estaba dentro del auto.

"¿Era verdad o mentira que no podías?", preguntó Daniela."Estás perdiendo una oportunidad", dijo.

Yo lo sabía, pero no podía.

"Es verdad, mi hermana me espera", dije."Te llevaré conmigo", ofreci a Daniela.


"¿Por qué haces esto?", pregunto.

"¿Qué?", pregunté confundida. No sabía de qué hablaba.

"Porque te comportas conmigo como si me conocieras", dijo.

"Me diste la confianza", respondí.

Manejé alrededor de 10 minutos y llegamos a la casa de mi tía. Mi tía y Michelle nos esperaban. Vi la mirada que Daniela le dio a mi hermana.

"Hola, hija", saludó mi tía muy calidamente.

"Hola, señora", dijo ella.

"Señora, no", dijo mi tía. "Soy joven".

"Hola, tía", dije.

"Hola, Lauren", mi tía me abrazó. "Pasen, bienvenidas".

"Gracias", dijimos Dani y yo.

Mi hermana miraba a Daniela.

"¿La conoces?", pregunté interesada en el tema.

"No, pero está muy hermosa", respondió Michelle.

"No cambias", dije.

"Hoy día ha sido el día de las visitas, un milagro que Michelle se uniera", dijo mi tía.

"Lo sé, tía", respondí.

La conversación estuvo muy variada, Dani congenió muy bien con nosotras.

"Cuenten algo", dijo Michelle.

"Tu hermana rechazó a Camila", dijo Daniela.

"¿Qué? No escuché bien", dijo.

"Lo que dijo ella", dije simplemente.

"Eras lo que querías y la dejaste ir", dijo Michelle.

"Es simple, estaba ocupada para hoy día", respondí.

"Oh, bueno, tú verás tus rollos", dijo Michelle.

"Lo sé", dije.

"¿Y tú, Dani, eres soltera?", preguntó mi hermana.

"Lo estoy", respondió Daniela.

"Me parece conocerte", dijo mi hermana con picardía.

"¿A dónde?", preguntó confundida Daniela.

"En vidas pasadas", dijo Michelle. Daniela se rió.

Narra Michelle.

Desde que mi hermana entró con su nueva amiga, había posado mis ojos en ella. Era tan callada al principio, pero a medida que entablamos conversación, agarraba más confianza. Su sonrisa me estaba volviendo loca, por eso quería que solo sonriera.

"¿A qué te dedicas?", pregunté interesada.

"Estudiante de literatura", respondió.

"¿Y tú?", preguntó.

"Estudio Administración", dije.

"Oye, su tía se parece mucho a ustedes", dijo Daniela.

"Eso siempre dicen", respondí.


En otro lugar de la ciudad.
Escuché el sonido de la puerta y fui a abrir.

La mujer que había estado ausente de mi vida durante tantos años.

"¿Qué deseas ahora?", pregunté enojado, extrañado de que esta mujer viniera a mi hogar después de todo este tiempo.

"Solo verte, amor", respondió con una sonrisa.

"Estás loca, no te quiero ver", le dije, intentando mantener la calma.

Flashback:

"¿Qué tiene esa mujer que no tenga yo?", preguntó Cariba, mi prometida, con una mirada de celos.

"Es el amor de mi vida", le dije, sabiendo que no podía ocultar la verdad.

"Debes aceptarlo", le dije, intentando convencerla.

"No lo aceptaré", respondió, cruzando los brazos. "Tú eres mi comprometido".

"Es un compromiso falso", le dije. "Nunca te propuse nada".

"Pero tu padre sí", respondió, con una sonrisa amarga.

"Pues cásate con él", le dije, sabiendo que era imposible. "Espera, él está muerto".

"Ya me deshice de esa bastarda", respondió, con una mirada de odio.

Fin flashback:

"Si no quieres que llame a la policía, espero que te regreses de donde viniste", le dije intentando mantener la calma.

"Pronto serás mío", dijo, mientras se retiraba con una sonrisa.

"Vieja loca", murmuré, cerrando la puerta tras ella.



You Know  (Camren).  EN EDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora