Narra Megan.
Pasaba el tiempo junto a Michelle y Lauren es lo más hermoso que no cambiaría por nada, ver cómo físicamente van creciendo y cómo espiritualmente también. Estaba en mi despacho viendo que no me quedara ningún paciente sin atender, pero fue interrumpida por la persona que no esperaba ver o que se acercara a mi trabajo.
"¿Qué haces aquí?", pregunté furiosa cuando lo vi sonriendo.
"Las cosas no quedaron como tú dices", dijo sentándose frente a mí. "Deberías escucharme".
"¿Quién te invitó a tomar asiento?", pregunté enojada. Él siempre hacía lo que quería.
"Nunca me invitarías, así que no perdí tiempo", dijo, dando en su lógica. Tenía ganas de mandarlo a sacar con el guardia, pero armaría un escándalo y eso no quería.
"¿Qué quieres, Ian?", pregunté educadamente, cuando solo quería que se marchara y no volviera más.
"Te quiero a ti y a nuestro hijo. Quiero a mi familia", dijo con una mirada suplicante.
"Ya es tarde, Ian, no te creo nada", dije lo más seria que pude. "Te pido que te retires o llamo al guardia". Dije, dándole dos opciones a escoger.
"Me voy por las buenas, pero Megan descubrirá todo, créeme. Y sé que, a pesar de los malos entendidos en el pasado", dijo, "porque lo son, tú me amas y yo nunca te he dejado de amar".
"¡Eso no es cierto!", grité, tratando de contener mis emociones.
"Sí lo es, Megan", dijo, acercándose a mí. "Tú y yo tenemos una conexión que no podemos ignorar".
"No quiero hablar de esto", dije, tratando de alejarlo.
"Pero debes escucharme", insistió. "Por el bien de nuestro hijo , debes saber la verdad".
"¿Qué verdad?", pregunté, confundida.
"La verdad sobre lo que pasó entre nosotros", dijo, mirándome fijamente. "La verdad sobre por qué me fui".
"No quiero saberlo", dije, tratando de cubrir mis oídos.
"Pero debes saberlo", insistió. "Para que puedas perdonarme y podamos empezar de nuevo".
"¡No!", grité, perdiendo la calma. "¡No quiero perdonarte! ¡No quiero que vuelvas a mi vida!"
Él se levantó y salió de mi despacho, y en ese momento comencé a llorar. Por lo que perdí y por qué, a pesar de todo, le seguía amando.
Me sentí vulnerable y confundida, pero sabía que debía ser fuerte .
Narra Lauren.
Como siempre, después de clases me quedaba contemplando a Camila, sin que ella se diera cuenta. Pero ese día, Ian me sacó de mi trance.
"¿Lauren, qué haces aquí?", preguntó, sentándose a mi lado.
"Nada", le respondí, mintiendo.
"No te creo", dijo, sonriendo. "Tienes cara de enamorada".
Entonces, sentimos a alguien detrás de nosotros y me di cuenta de que era Michelle.
"¿Qué?", dijo, mirándonos con curiosidad.
"No nos miren así", dijo Ian, riendo.
Michelle se sentó con nosotros y comenzamos a charlar. Pero entonces, Ian se puso serio y comenzó a contar su historia.
"Me enamoré hace años", dijo, con voz apagada. "Pero tuve que irme a Australia y, cuando regresé, ella había desaparecido".
"¿Y saben qué es lo peor?", preguntó, mirándonos con tristeza.
"¿Qué es lo peor?", pregunté, interesada.
"Ella estaba embarazada", dijo, con voz quebrada.
Michelle y yo nos miramos, sorprendidas.
"¿Y por casualidad no es mi tía Megan?", preguntó Michelle, directamente.
Ian la miró, sin poder creerlo.
"¿Cómo lo sabes?", preguntó.
Michelle le contó que nos había escuchado hablando con él y que sabíamos que él estaba enamorado de nuestra tía.
Ian se quedó pensativo y luego dijo que nuestra tía había tenido un aborto involuntario.
Pero entonces, Michelle dijo algo que nos hizo reír.
"Creo que no debería alejarse", dijo. "Esos problemas son suyos, no de nosotras".
Y entonces, Ian encontró una nota en el suelo que me había escrito yo misma.
"¡Diablos!", dijo Michelle. "La chica se volvió romántica".
Pero entonces, apareció un chico rubio que nos insultó y Michelle se defendió.
"¿Valerte de algo?", dijo. "Es caer bajo".
"La idiota por la que te mueres y le haces la vida imposible", dijo Michelle, mirándose las uñas.
"En tus sueños", dijo el chico rubio.
"En los míos, no", dijo Michelle. "En los tuyos, sí".
Y finalmente, nos retiramos y Michelle comenzó a reír.
"Se ve atractivo cuando lo hago enojar", dijo, sonriendo.
Yo negué, pero entonces vi a Camila a lo lejos, sonriendo. Y sentí mi corazón acelerado.
Estoy jodida. Me di cuenta de que mi corazón latía fuerte y que no podía evitar mirar a Camila. Me sentí confundida y emocionada al mismo tiempo.
"¿Qué pasa?", preguntó Michelle, notando mi expresión.
"Nada", le respondí, tratando de disimular.
Pero Michelle sabía que algo pasaba.
"¿Te gusta Camila?", preguntó, sonriendo.
Yo negué, pero Michelle sabía que sí.
"Está bien", dijo. "No te preocupes. Tu secreto está a salvo conmigo".
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You Know (Camren). EN EDICIÓN
General FictionLauren Jauregui se integra a su universidad un mes despúes de que esta comenzara sus clases. Por causa de un accidente que marcó su vida. Bueno no físicamente, pero sí mentalmente, había a perdido a una persona muy especial... Al llegar a su univers...