Cómo arruinar una boda [SenGen] - Dr. STONE [CANCELADA]

Prólogo

Gen siempre había amado las bodas, desde que era pequeño y sus padres le mostraron el vídeo de su boda, él había quedado encantado al verlos a ambos tan felices, sonriendo de una manera tan brillante, felices.

Sus tías se miraban preciosas en sus vestidos de fiesta y sus padres... Oh, sus padres, vestían aquellos pulcros trajes que los hacía ver tan perfectos.

¡Pero aquello solo era el principio! Toda la película le mostraba tantas cosas, desde la caminata de su padre, Xeno, hacia el altar, siento recibido por Stanley, quién le miraba como si fuera lo más hermoso y especial que había visto en toda su vida.

Observó el comienzo de la fiesta, como los invitados llegaban y tomaban asiento, cuando la limusina blanca llegó y sus padres salieron de ella con auténticas y brillantes sonrisas. Apenas y había podido ver el vídeo que presentaron en la fiesta, pero no mucho después, sus padres se lo mostraron; ahí se podían ver varios momentos de ellos, sabía que se habían conocido desde la infancia ¡Incluso mostraba el momento en que fueron arrestados! A Gen le hacía gracia, pero sabía que a sus padres les avergonzaba mostrar algo así a su único hijo.

Pero definitivamente lo mejor fue cuando pudo observarlos bailar (Gen nunca conoció a sus abuelos, pero estaba bien, no había escuchado mucho de esas personas, pero lo poco que le habían contado, era suficiente para no querer saber más)...

La magia no existe, Gen lo sabía bien y, sin embargo, había algo tan hermoso en sus pasos, sus manos sujetadas, las miradas, sonrisas y el beso que compartieron cuando la canción finalizó. Tal vez la magia no era real, pero si un sentimiento tan cotidiano como el amor podía manifestar algo así, Gen lo quería.

Desde tan pequeño, Gen ya había prometido que algún día tendría algo así con alguien, que se enamoraría y casaría con una persona maravillosa.

—¿Vas a tomar más café? —Ukyo le miró perplejo, Gen solo asintió de mala gana.

—Estoy muriendo, apenas y pude dormir.

—Te dije que no podías planear dos bodas —Resopló su amigo, mas pronto esbozó una sonrisa sincera —. Aunque al final lo estás logrando, debo admitir que me sorprendes.