Cómo arruinar una boda [SenGen] - Dr. STONE [CANCELADA]

Capítulo 9

Senku se encontraba esperando fuera del pequeño edificio en el que Gen trabajaba, haciendo repiquetear su zapato con impaciencia, pero por supuesto, debía esperar a que Gen volviera con su supuesto amigo, solo esperaba que no fuera a intervenir con sus planes, seguiría insistiendo con lo de tener un maratón de películas, todo con tal de conseguir entrar a su casa. De ahí podría intentar dormirlo o algo... Si es que Gen lo llevaba a su casa, claro, si le tocaba a él hacerlo, bueno... Sería un poco una perdida de tiempo, aunque sí Gen se divertía ya podría poner una excusa para repetirlo y ésta vez en su casa, cualquier cosa que fuera, necesitaba de esa pequeña reunión.

—Parece que seremos sólo tú y yo —Comentó Gen cuando llegó.

—Ah, ¿Es así? ¿Seguro que no dijiste la mentira del amigo porque no querías venir? —Inquirió, después de todo, eso sería definitivamente algo que el otro haría.

—¿Yo? —Gen consultó dramáticamente mientras colocaba una mano en su pecho, con una mueca exagerada —¿Pero que cosas dices, Senku-chan? Yo no sería capaz-...

—Sí, claro —Rodó los ojos, aunque luego le dedicó una sonrisa —, pero igual estás aquí.

Gen le sonrió de vuelta, ciertamente pudo librarse nuevamente de Senku pero ignoró aquello y aceptó su invitación. Ugh, eso era totalmente absurdo, pero es que Senku se había tomado la molestia de ir y- ¡No! Debía ser por lo que tramaba.

—Bien, entonces vamos —Anunció Senku. Por un momento sintió el impulso de extenderle su mano pero no... Aunque no estuvieran en Japón, no era muy bueno que ellos dos hicieran eso.

No cuando iban a caminar por una calle relativamente transitada.

Tuvieron que juntarse un poco debido a que, justamente, aquella acera estaba un poco llena de gente debido a un camión de comida que se encontraba a un extremo, por lo que sus manos se llegaban a tocar de vez en cuando, bastante incómodo.

—Oh, maldición —Masculló Gen antes de finalmente tomar su mano.

—Ey, ¿Estás seguro? —Consultó Senku, apenas ocultando su preocupación.

—Lo estoy. No que seamos algo pero si tanto quieres esto no voy a negarme, solo es tomarnos de la mano, no otra cosa —Resopló.

—Me refiero... ¿Está bien que caminemos de esta manera... Por aquí?

Gen pareció comprender finalmente y fue tan descarado como para darle un suave apretón en su mano.

—Por supuesto. Nunca me ha importado mucho si a alguien no le gusta... Supongo que lo herede de mis padres —Admitió con un suspiro.

Senku notó el cambio de humor, así que prefirió ir por otros lado en la conversación.

—¿Por qué no me cuentas más de ti? —Pidió. Dándose cuentas bastante tarde que toda esa comodidad que tenían ahora era lo que había faltado en su desastrosa cita...