Capítulo 5

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Un cálido ambiente podía sentirse aquella noche por las calles de la ciudad, una brisa sorprendentemente cálida, pero no lo suficiente como para molestar

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Un cálido ambiente podía sentirse aquella noche por las calles de la ciudad, una brisa sorprendentemente cálida, pero no lo suficiente como para molestar. Más bien, era un clima perfecto para ponerse un vestido o ropa más bien primaveral (pese a estar a inicios del otoño) y salir a bailar junto con amigos o a pasar un buen rato, pasear por el parque o simplemente caminar por las calles...

Sin embargo, eso no era en absoluto lo que alguien como Senku haría, independiente del clima, no le importaba en lo más mínimo. De paso, no sabía bailar y tampoco era un gran bebedor, por lo que solía evitar hacerlo. Mas, aquella noche, lastimosamente estaba teniendo un compromiso que por alguna razón aceptó. Bueno, una cena gratis era algo, especialmente si consideraba la situación con su dinero. A veces era duro el camino de la ciencia, pero aquello no significaba que fuese a abandonarlo.

Es así como Senku terminó de pie frente a aquel elegante restaurante, viéndose prácticamente obligado a vestir mínimamente bien, no es que le importara encajar entre todas esas personas pomposas y sofisticadas, si por él fuera, arrojaría la molesta corbata hacia cualquier lado en pos de cenar en el puesto de ramen que se encontraba a un lado.

Ese día estaba traicionando al viejo del puesto de ramen, pero ya culparía a Chrome de ello cuando volvieran a visitarlo.

Y, hablando del castaño: Le había dicho que iría a recoger a su amigo (o amigos, la verdad no le había hecho mucho caso). Le dijo que se adelantara y tomara asiento en la mesa mientras ellos llegaban.

Así que eso hizo, dió su nombre —porque el idiota de Chrome había reservado a su nombre en lugar del propio—, y le permitieron el acceso. Tomando asiento tranquilamente, afortunadamente su mesa no se encontraba demasiado cerca de los demás, más bien estaba desplazada hacia una esquina.

Le ofrecieron un vaso con agua, preguntándole entonces si deseaba la carta, cosa que claramente declinó al estar esperando a su amigo. Pero bien, debía admitir que tenía hambre, así que decidió distraerse un poco con su celular, dándose cuenta bastante tarde de que lo había olvidado. Fabuloso, podía tener unos treinta celulares y aún así salía de su departamento sin uno en mano.

Suspiró, dejando viajar su mirada por la extensión del establecimiento, no es que quisiera curiosear respecto a los demás comensales, pero no había mucho que hacer, más que jugar con la servilleta pero esa era una estúpida idea.

Sin embargo, mucha fue su sorpresa al encontrarse con una cabellera conocida entrando al restaurante. Si bien, actualmente aquellos colores de cabello no eran algo totalmente nuevo, el corte que el hombre portaba era realmente distintivo.

Y por supuesto, sumaba el hecho de que esa persona era uno de sus objetivos actualmente. Realmente sorpresivo y extrañamente conveniente el encontrarlo solo en aquella noche en que él también lo estaba (por lo menos ahora). Chrome podía tardar todo lo que quisiera.

Y, para más fortunio, Asagiri Gen tomó asiento en la mesa frente a la suya. Claramente también notando la presencia del otro.

—Que coincidencia volverte a ver —Comentó, intentando sonar casual y desinteresado. Incluso se había movido de asiento para terminar de espaldas con el otro.

Cómo arruinar una boda [SenGen] - Dr. STONE [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora