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- Jennie ¿sabes dónde está Jisoo? - Preguntó Seulgi a la castaña

- Sí, entró a la casa, fue al baño. - Respondió

- Gracias. - Entró a la casa y subió las escaleras hasta llegar a su habitación. Antes de abrir la puerta, escuchó unos gemidos provenientes de ahí dentro. Entreabrió un poco la puerta, su corazón se destrozó por completo. Ahí estaba su esposa teniendo sexo con una mujer.

- Te amo. - Alcanzó a escuchar la voz de Jisoo decir eso

- Te amo Jisoo. - Dijo la mujer, a la cual logró reconocer, era Rosé. Ahora para Seulgi todo tenía sentido, acomodó todas las piezas del rompecabezas. Las veces que Jisoo llegaba tarde, las misteriosas llamadas que ocultaba, y todas aquellas veces que Rosé iba a la empresa para ver a Jisoo con la excusa de llevar café.

Se dio cuenta que habían terminado, cuando las dos soltaron un fuerte gemido. Era momento de enfrentarlas, no aguantaba más. Entró a la habitación y se dieron cuenta de su presencia.

- Seulgi mi amor, déjame explicarte. - Dijo subiendo sus boxers y su pantalón. - No es lo que parece

- ¿Entonces qué es? - Sus lágrimas caían. - Te estabas acostando con esta zorra. - Se lanzó hacia Rosé y la tomó fuertemente del cabello. - ¡Maldita zorra!

- ¡Sueltame estúpida! - Rosé intentaba zafarse. Debido a los gritos, llegaron hasta la habitación los padres de Seulgi, la madre de Jisoo y su hermana Jennie, quien de inmediato ayudó a Jisoo para separarlas

- ¡Seulgi por favor tranquilízate! - Dijo Jisoo. De inmediato Seulgi le propinó una fuerte bofetada

- ¡Cállate maldita traicionera! - Gritó. - ¡Lárgate de mi casa! ¡Larguense las dos! ¡No quiero volver a verte!

- Jisoo vámonos. - Le dijo Jennie. - Vamos a mi departamento

Todos salieron de ahí dejando sola a Seulgi, quien en un ataque de rabia tomó las sábanas de la cama quitándolas, estaba vuelta loca por lo que había descubierto. Ella de verdad creyó en las palabras de Jisoo cuando le decía todas aquellas mentiras del porqué llegaba tarde, creyó en sus palabras de hace días cuando se pidieron perdón mutuamente, la abrazaba y besaba de una forma que jamás lo había hecho. Ahora entendía porque lo hacía, se sentía culpable.

Comenzaría mañana mismo con los trámites de divorcio, no quería estar unida a una persona como Kim Jisoo. Todo el amor que sentía por ella se había transformado en odio y desprecio.

***


- Seulgi que bueno que te encuentro. - Dijo Jisoo entrando a la casa

- Ahí están tus maletas, ya no tienes nada que hacer aquí. - Señaló las maletas en la entrada de la casa

- Perdóname por favor mi amor

- ¡No me digas mi amor! - Trataba de ser fuerte y no romper en llanto. - ¡Quiero que te largues de mi casa! - Fue hacia la puerta y tomo las dos maletas que estaban ahí. - ¡Vete de aquí ya!

- No, no pienso irme, escúchame, déjame explicarte

- ¿Que me vas a explicar? ¿Como te acostabas con esa mujer? No quiero detalles, vete de mi casa ¡ahora mismo Jisoo lárgate!

- Créeme que trate de dejarla muchas veces, pero no podía, por favor perdóname, te juro que las cosas van a ser diferentes

- Tu me conoces perfectamente, no soy como las demás mujeres, yo nunca perdonaría una infidelidad y te juro que haré todo lo posible para ya no verte nunca jamás, no te quiero cerca de mi ni de mis hijos

Venganza - Chaesoo g!pDonde viven las historias. Descúbrelo ahora