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Ciudad de Busan, Playa Haeundae

Trataba de no pensar en Rosé mientras Seulgi la cabalgaba. De verdad quisiera no hacerlo, pero era inevitable el no pensar que en vez de que fuera su esposa la que se estuviera moviendo sobre ella tan desesperadamente, repartiendo besos por todo su cuerpo, tocando cada parte de ella, fuera Rosé. Solo bastaron un par de embestidas más y juntas llegaron el éxtasis total. Era un poco extraño, no sentía lo mismo, cuando estuvo con la rubia fue mucho más fuerte, tal vez por la forma en que se movía, como gemía, se veía que lo disfrutaba aún más que su esposa. ¿Cómo podía comparar a su esposa con Rosé? Debe dejar de hacerlo, esa chica debe salir de su mente, no es bueno.

- Ya nos hacia falta un momento así. - Comentó Seulgi pegándose a su cuerpo recostándose sobre su pecho. - Después de tanto trabajar, necesitábamos un poco de intimidad ¿no crees?

- Sí, pienso igual. - Dijo mientras acariciaba su cabello

- Haz estado un poco rara estos últimos días ¿qué pasa mi amor? - Preguntó

- No, no es nada, cosas de la empresa. - Mintió

- Deja de pensar en eso durante estos días ¿está bien? - Dejó un corto beso en sus labios. - Hay que divertirse, adiós al trabajo

- Si tienes razón

- Hay que disfrutar, la verdad ya me dio hambre, hay que ir a ese restaurante que tanto me gusta cuando venimos aquí. - Se levantó de la cama. - Vamos a darnos una ducha, despertamos a los niños y nos vamos a disfrutar de este día

Más tarde

Todo el día lo pasaron en familia, ya era de noche, acababan de cenar y se dirigían a su cuarto se hotel.

- Si quieren adelantarse a la habitación, yo iré por unos postres para todos. - Sugirió Jisoo

- Claro cariño, te esperamos en el cuarto. - Seulgi tomo de la mano a sus hijos y juntos salieron de ahí

Después de un rato haciendo fila, por fin había pedido los postres y pasó a pagar a la caja. Cuando estaba a punto de salir de ahí, su telefóno celular sonó. Era un número desconocido, no lo tenía registrado, pero aún así decidió contestar.

- Hola Jisoo. - Era Rosé. - ¿Cómo te la estás pasando?

- Hola Rosé. - Saludó. - Esta todo bien, gracias por preguntar

- Podría estar mejor ¿no crees? - Preguntó. - Estoy también en la ciudad de Busan, me estoy quedando en el mismo hotel donde te estás hospedando

- ¿Qué? ¿Como supiste a donde vendría? No puedes estar aquí

- Claro que puedo, tu hermana me lo dijo porque se lo pregunté y la verdad tenía muchas ganas de verte

- Eso no se va a poder

- Habitación número 211, te espero, por favor ven. - Colgó el teléfono

Ahora mismo se encontraba en un gran dilema. Por una parte quería verla y estar con ella nuevamente, pero estaba pasando estos días con su familia, no podía hacerles eso.
Finalmente ganó la pasión y el deseo, esa chica tenía algo que le atraía demasiado y hacia que la deseara mucho más.
Se encontraba ya fuera del cuarto de hotel, no pensó dos veces y tocó la puerta.

- Sabia que vendrías

- Te deseo. - Entró a la habitación y de inmediato comenzaron a besarse. - Extrañaba tus besos tan ardientes

- Yo también. - La guió hasta la cama y comenzó a desvestirse

- Esto tiene que ser rápido, tengo que llegar a mi habitación. - Advirtió mientras se desnudaba también

Venganza - Chaesoo g!pDonde viven las historias. Descúbrelo ahora