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- Necesito de tu ayuda Lisa. - Comentó

- No, no a mi no me metas en tus cosas. - Dijo rápidamente

- Son dos hermanas, Jisoo y otra que se llama Jennie, al parecer tiene una relación, creo que se va a casar

- Pues que se case

- Tu tienes lo tuyo Lisa, ve por ella

- ¡Estás loca! Yo no haré eso, y deberías dejar de lado esa estupida venganza. - Insistía. - ¿En serio te vas a enredar con ella? Te vas a acostar con la hija del hombre que mató a tu padre

- Si es necesario sí, es lo que hacen los amantes ¿no? Aparte podré divertirme por un rato, hace mucho que no estoy con alguien

- Yo es que de verdad no te entiendo. - Se levantó del sofá donde estaba y se fue a su habitación

***

- Buenos días Jisoo. - Saludó Rosé entrando a su oficina. - Muchas gracias por aceptar mi cita. - Se sentó frente a ella, muy coqueta, llevaba un vestido pegado a su cuerpo con un escote que la hacía lucir bastante sexy

- Negocios son negocios, dime en qué puedo ayudarte. - Preguntó

Duraron hablando durante más de media hora, entre cosas de negocios, y ligeras insinuaciones por parte de la rubia hacia Jisoo.

- Este es un presupuesto de lo que costaría promocionar tu negocio. - Dijo Jisoo e entregándole una hoja

- Uff si que es caro trabajar con ustedes. - Observó la hoja. - La verdad es que no cuento con el dinero ahora mismo. - Mintió

- Por eso no te preocupes, podemos llegar a un acuerdo

- ¿De verdad? - Se levantó de la silla y fue hacia Jisoo. - Porque sinceramente eres mi mejor opción. - Seguía coqueteando con la empresaria. - Estoy dispuesta a todo con tal de trabajar contigo

- Te reitero que podemos llegar a un acuerdo

- ¿Que tipo de acuerdo? - Se sentó sobre el escritorio y frente a ella comenzó a acariciar sus piernas muy sensualmente. - Hago lo que usted quiera

- No ese tipo de acuerdos. - Dijo Jisoo un poco nerviosa ante la situación. No podía negar que Rosé era bastante atractiva

- Quiero confesarle algo, yo ya la conocía, solo por imágenes y vídeos. - Explicó. - Pero cuando la vi en persona, la verdad es que me pareció mucho más sexy, es usted muy linda, me encanta

- Supongo que dentro de las imágenes que usted miró, se dio cuenta de que tengo familia, que estoy casada y tengo dos hijos, incluso ya los conoció el día del funeral de mi padre. - No quería perder la cordura, así que trataba de resistir

- Sí, y no sabes la envidia que siento de tu esposa, ella puede estar contigo las veces que quiera. - Dijo acariciando la mejilla de la empresaria. - Y yo aquí muriéndome por estar contigo

- No insistas por favor. - Jisoo se levantó, se alejó un poco para no caer en sus provocaciones

- Está bien. - Caminó y tomo su bolso. - Trataré de conseguir el dinero. - Dejó una tarjeta sobre el escritorio. - Este es mi número y la dirección de mi departamento, la propuesta sigue en pie por si gustas ir esta noche y visitarme. Nos vemos Jisoo. - Salió de su oficina

Más tarde

Rosé entraba a su nuevo departamento, ella estaba segura de que Jisoo tarde o temprano rogaría por estar con ella, así que decidió comprar ese departamento para sus encuentros.
Estuvo esperando un buen rato, pero Jisoo no llegaba, ni siquiera le había marcado ni mandado algún mensaje.

- Pensé que sería más fácil, pero veo que con Jisoo será diferente. - Decía para si misma. - Tengo que ingeniármelas para llevarla a mi cama, nunca nada me sale mal, estoy segura de que cuando la tenga, me necesitará y va a rogar por estar de nueva cuenta conmigo

Días después

- ¿Cómo va la sesión Jennie? - Jisoo entró al estudio donde se estaba llevando a cabo una sesión de fotos, donde Rosé se había ofrecido como modelo para la publicidad de su negocio

- Todo bien Jisoo, Rosé lo hace excelente, deberías contratarla. - Sugirió. Jisoo se quedó observando a la rubia mientras Jennie tomaba las fotografías. - ¿Que te parecen?

- Están perfectas. - Rosé se adentró hacia el camerino y Jisoo la siguió. - Solo quiero decir que haces un buen trabajo

- Muchas gracias. - Rosé comenzó a desvestirse, Jisoo rápidamente quiso salir de ahí pero la mayor se lo impidió

- Te dejo para que puedas cambiarte. - Habló nerviosa al tenerla tan cerca

- ¿Te gusta lo que ves? - Preguntó de forma coqueta. Estaba solamente en ropa interior. - Tocame, puedes tenerme cuando quieras y las veces que quieras. - Tomó la mano de la menor y la pasó por sus pechos. - Todos los días pienso en ti. - Se acercó aún más a ella. - Por las noches me quedo hasta tarde esperando por ti, pienso que en cualquier momento llegarás y me harás tuya. - Se pegó aún más a su cuerpo y comenzó a moverse sobre ella

- No hagas eso. - Trató de alejarla

- Tu amigo allá abajo no piensa lo mismo. - Seguía provocándole. - Hazme tuya aquí mismo. - Acortó la distancia entre sus rostros y se fundieron en un beso salvaje, movían sus labios de una manera extraordinaria

- No, mi hermana puede entrar en cualquier momento. - Se separó de la rubia

- Eso lo hace aún más excitante. - La tomó por el cuello y volvió a unir sus labios con los de ella. - Me encantas. - Bajó su mano hacia la prominente erección de la menor. - ¿Quieres que te ayude a bajar esto? - Preguntó acariciando aquel bulto. - Se que lo deseas. - Jisoo estaba perdida, aquel beso, aquellos toques de la rubia la tenían muy mal. Comenzó a bajar lentamente hasta quedar de rodillas frente a ella, desabotono su pantalón y lo bajó un poco, con sus manos acariciaba su miembro por encima de sus calzoncillos, tomó el borde de éstos y estaba dispuesta a bajarlos pero Jisoo la detuvo

- No, esto no es correcto, no puedo. - Jisoo se alejó y subió sus pantalones, no pensaba caer en sus juegos y sin decir nada salió de ahí

- Bueno no besa tan mal. - Decía mordiéndose los labios. - Vas a caer Kim Jisoo, vas a venir a mi muy pronto



***

Ya era noche, Jisoo salió de su oficina y fue al estacionamiento de la empresa y subió a su auto. Antes de encender el vehículo, se quedó por un momento pensando en lo que había pasado con Rosé. Esa chica era tan sexy, tenía un cuerpo perfecto, era muy linda y después de lo que había pasado en el camerino no podía dejar de pensar en ella. Miró la tarjeta que había dejado sobre su escritorio, ahí estaba la dirección de su departamento y su numero celular. No sabia que hacer, por una parte quería estar con ella y probar de nuevo sus dulces labios, pero otra la detenía de hacerlo, pensaba en su esposa y sus hijos, ellos no merecían que hiciera eso, nunca se lo perdonaría.

Pero necesitaba ir, tenía que verla de nuevo, la necesitaba, así que encendió su auto y condujo hasta el departamento de Rosé.
Había llegado, estaba afuera pensando seriamente si tocar el timbre o mejor irse de ahí. Tocó el timbre arrepintiendose al instante, estaba por irse pero de inmediato la puerta fue abierta dejando ver a la rubia.

- Jisoo. - Le sonrió ampliamente. - Decidiste venir

- No, yo mejor me voy. - Quiso alejarse pero Rosé la detuvo tomándola del brazo

- No, no te vayas, no me dejes así. - Aún tomada del brazo la hizo pasar a su departamento. Jisoo se sentó sobre el sofá mientras Rosé servía una copa de vino. - Que bueno que viniste, no sabes lo emocionada que estoy. - Dijo entregándole la copa de vino

- Gracias. - Dio un sorbo a la bebida. - Pero lo mejor será que yo me vaya, solo pasaba a saludar, de verdad

- No mientas. - Se sentó a su lado. - Se perfectamente a lo que viniste y te lo voy a dar








F por Jisoo,  ya cayó 7u7

Venganza - Chaesoo g!pDonde viven las historias. Descúbrelo ahora