Extra 2.

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Decir que Jennie se encontraba nerviosa era poco para lo que sentía en ese momento. En su pecho se filtraban tantas emociones diferentes, desde el orgullo y la emoción, hasta la ansiedad y preocupación. Es que, salir del trabajo y descubrir que tu esposa embarazada había roto fuente y estaba en el hospital lista para tener a tu bebé era algo que no pasaba todos los días.

Ella había tenido un presentimiento esa misma mañana y se rehusaba a dejar a su esposa, sólo cuando Chaeyoung le aseguró que pasaría a verla después de su trabajo fue que pudo marcharse en paz. Sin embargo, esa extraña sensación en su pecho no se acalló en ningún momento. Ahora descubría por qué.

Al parecer, por lo que la mujer de cabello lila pudo explicarle, ella y Jisoo se disponían a tomar una merienda —algo completamente normal cuando son dos mujeres embarazadas— cuando la mayor sintió una humedad extraña entre las piernas y pronto ambas se dieron cuenta de que la fuente se había roto. Afortunadamente algunos vecinos pudieron ayudar a Chaeyoung a llevar a Jisoo al hospital donde se encontraba actualmente.

—¡Chaeyoung! —gritó cuando atravesó las puertas dobles, importándole poco el lugar donde se encontraba— ¡¿Dónde está?!

—Asumo que usted es la esposa de la señora Kim Jisoo —murmuró un hombre con mascarilla.

Jennie asintió rápidamente.

—¿Dónde está mi esposa?

—En la sala de parto. Y es un alivio que llegara, ella se niega a tener el bebé si usted no está presente. Acompáñeme, por favor.

Dirigiéndole una última mirada a las mujeres —quienes asintieron en respuesta, deseándole buena suerte— Jennie siguió al hombre, quien la llevó a ponerse algo más de acorde a la ocasión y el lugar.

Una vez estuvo vestida de acuerdo al protocolo, se dirigieron al lugar donde se encontraba su esposa y no pudo evitar soltar un suspiro de alivio al verla. Sin embargo, aquello acabó en cuanto Jisoo la observó con los ojos llenos de dolor y alargó su mano, queriendo tomar la suya.

Jennie se aproximó hacia ella y unió sus manos.

—Estoy aquí, nena. Estoy-

Pero antes de que pudiera repetir las palabras, el fuerte apretón en su mano le cortó el habla.

—Pensé que no llegarías —logró decir la mayor.

—¿Y perderme el nacimiento de mi hija? ¿Estás de coña? —ante la mirada de su esposa, se sonrojó levemente y susurró—. Perdón.

La doctora frente a ellas se echó a reír.

—Me alegra que esté finalmente aquí, señora Kim.

La castaña rápidamente la reconoció como la doctora Yeji, la mujer que se había encargado de todo el proceso del embarazo de su esposa, y le dirigió una leve sonrisa.

—A mí también.

—Muy bien, señora Kim, empezaremos con esto, ¿está bien? ¿Me lo permitirá ahora?

Suspirando pesadamente, Jisoo asintió y permitió que la doctora abriera sus piernas y buscara una posición perfecta para el proceso.

...

Jennie no tenía idea de cuánto tiempo llevaban allí dentro, pero se sentía como si hubiesen pasado horas —aunque probablemente era así— cuando Jisoo apretó el agarré en su mano y respiró pesadamente mientras la doctora le animaba diciendo que faltaba poco para terminar. Ella permitía que su esposa apretara su mano tanto como quisiera, pese al dolor, y le regalaba suaves y tiernos besos en la frente susurrándole palabras amorosas en un intento por tranquilizarla un poco. Y sabía que Jisoo lo apreciaba, pese a no decirlo.

Believe In Destiny┊JenSoo G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora