A la mañana siguiente, Jisoo despertó sintiéndose extrañamente relajada. Se estiró entre las sábanas de su cama y suspiró cuando sintió sus huesos crujir. El dolor en su parte baja apareció recordándole los hechos de la noche anterior, y Jisoo no pudo evitar sonrojarse.
Bostezó y se sentó con cuidado mientras frotaba sus ojos con las manos en un intento vano por despertar bien.
El sonido de la puerta abriéndose le indicó que alguien había ingresado, por lo que rápidamente elevó las sábanas para cubrir su cuerpo y su rostro. Toda ella, en realidad.
Una risa le llamó la atención y, retirando las mantas de sus ojos, pudo visualizar a la castaña con su vestimenta de siempre sonriéndole.
«Un momento... Está... ¿Está sonriendo?»
Jisoo se sorprendió por aquella acción, después de todo, no era común ver a la menor sonreír. Y menos de la forma en la que lo hacía en ese momento... Jisoo no tenía idea de qué expresaba su mirada pues sus ojos siempre habían sido una gran incógnita para ella.
Después de unos segundos, una mueca reemplazó la sonrisa de la castaña y desvió la mirada. Se acercó a pasos vacilantes y se sentó en la cama.
—Buenos días —murmuró con voz extrañamente suave.
Tan extraño era su comportamiento, que Jisoo no pudo evitar inquietarse, preguntándose si tendría algún plan para ella ese día.
No obstante, decidió responder, pues no quería ser maleducada.
—Buenos días.
—¿Cómo te sientes?
«¿Realmente ella es la señorita Kim?»
—Bien —contestó tras unos segundos.
—¿Segura? ¿No te duele nada?
«¿Eso es...? ¿Está preocupada por mí?»
—Bueno... Duele un poco en mi, ya sabe, región inferior —balbuceó con un sonrojo—. Pero estoy bien. Me siento... Bien.
—De acuerdo.
Y nuevamente el silencio inundó el lugar.
—Jisoo, yo...
—Lo sé —la pelinegra suspiró y pasó una mano por su rostro—. Sé que nada va a cambiar hoy, señorita Kim. Usted lo dejó muy claro ayer, y no tengo intenciones de llevarle la contraria.
Jennie titubeó solo un momento, apartando la mirada y haciendo nuevamente una mueca con sus labios.
—Sí.
Jisoo permaneció observándola unos instantes, tratando de leer sus reacciones. Pero nada ocurrió, y la decepción llegó rápidamente.
—Si eso es todo, le pido que me disculpe, pero debo ir a asearme para... —carraspeó—, para irnos.
Envolvió su cuerpo en la sábana y con pasos torpes decidió dirigirse al baño, donde cerró la puerta con delicadeza y se recargó sobre ella.
«Vamos, Jisoo ¿Qué esperabas? No le importas ni un poco. Estás sola ahora, recuérdalo»
—Sí... Sola... Como siempre.
...
Luego de asearse y comer un rápido e incómodo desayuno, todas se dirigieron afuera, donde Kuma esperaba a las mayores ya listo.
Jisoo suspiró en un intento por calmarse y tratar de no derramar lágrimas, cuando volteó a observar el panorama.
La enorme casa de colores opacos y tristes se erguía frente a ellas, los muros del jardín llenos de enredaderas parecían despedirla, moviendo sus hojas en un baile lento y melancólico al son de la brisa matutina.
ESTÁS LEYENDO
Believe In Destiny┊JenSoo G!P
Fiksi PenggemarJennie Kim, una fría y calculadora cazarrecompensas y coleccionista profesional ya tiene su siguiente objetivo en la lista, y planea divertirse mucho con él. Kim Jisoo, una chica educada, humilde y dulce, pero con demasiados problemas en la vida...