Capítulo 13

525 54 94
                                    

Mi querida Eli diosa, se que odias profundamente a Melia así que yo te recomiendo que mejor te saltes el lemon por qué habra uno pequeño entre Eli y él TuT

Fuera de eso disfruten de el capítulo 

Nunca habían dormido tan más tranquilos en toda su vida, sentían como sus mentes volaban en medio de un sueño profundo mientras sus ojos estaban cerrados dejando que sus largas pestañas quedarán justo sobre sus mejillas descansando, tenían los labios ligeramente abiertos dejándolos tentadores ante la mujer plenamente feliz en medio de ellos y ni hablar de la forma en la que pegaban sus cuerpos a el suyo, eran la cosa más tierna cuando dormían e incluso Elizabeth podría decir que a pesar de estar por completo lastimados por su pelea seguían siendo igual de bellos 

Ya habían pasado unos 10 minutos desde que Elizabeth se había despertado algo acalorado, cómoda, sintiendo como unas manos se aferraban como garras a su cintura mientras alguien te tenía s cabeza en el hueco entre su cuello inhalando su olor mientras que otra personita mantenía su cabeza entre sus senos como si fueran sus a,minadas y tenia las manos cerca de su rostro, ellos dos eran las cosas más hermosas que Elizabeth hubiera visto en su vida, esas pestañas, el rubor en sus mejillas, sus labios entre abiertos que daban ganas de besarlos y rematar con la paz en sus rostros, ambos eran hermosos

—mng...— el suave quejido de meliodas izo que dejará de mirarlos hipnotizará y pasará una mano por aquella mata de cabello rubio que tanto amaba de su amado dragón, era tan tierno y necesitado que parecía un pequeño bebé, ese pensamiento le recordó mucho a cuando se acostó con el la forma frenética en la que chupaba sus pezones con fuerza y apretaba sus grandes montañas, ese pensamientos hizo que enrojeciera al instante sin detener sus caricias sobre su cabello, sin embargo no fue más que eso, un quejido que salió de su boca y al instante se hizo bolita metiendo su nariz a entre sus hebras albina inhalando profundo aquel olor que lo drogaba, al albina cerró sus ojos suspirando con tranquilidad pero cuando los abrió se encontró con la curiosa y deslumbrante mirada esmeralda de aquel rubio hermoso quien no dejaba de verla —Eli...—

—Buenos días cariño— susurro ella con suavidad acariciando el rostro e el más bajo enterneciendose completamente cuando esté se puso rojo levemente debido a su caricia —¿Que tal dormiste?—

—Mejor que nunca...— respondió en un susurro extendiendo una bella sonrisa por lo amplio de su rostro completamente feliz de el tacto de su amada sobre su mejilla, tanto que incluso cuando estaba por retirar la mano colocó la suya sobre la de ella impidiéndole alejarla y cerrando los ojos una vez más solo para poder sentir su contacto — Creí que todo había sido un sueño—

—¿Sueño? ¿Por qué cielo?—

—Por qué es muy hermoso lo que estamos viviendo...tú estás conmigo aunque tenga que compartirte se que estás a mi lado — 

—Oh meliodas...— 

—Creí que seguirías molesta con nosotros— ante esto Elizabeth solo se rio levemente debido a la sinceridad en sus palabras y se removió un poco sobre la cama para acomodarse y poder seguir hablando un poco con uno de los dos amores de su vida 

—Sigo molesta con ustedes pero lamentablemente los amo mucho más de lo que creía como para odiarlos— meliodas solo se encogió en la cama desviando la mirada por la vergüenza que le daba tocar ese tema y acto seguido solo asintió levemente con la cabeza debido a su declaración, recordaba todo lo que había sucedido el otro día debido a su pelea y que Elaine le había contado cómo se había puesto, la platica con Elaine se le vino a la cabeza de tal forma que mirando cómo tenía unos de sus senos libres de la cabeza de Melia subió su mano y lo apretó levemente dándole un escalofrío a la albina —M-meliodas...—

Devuélveme a mi chicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora