Sister Issues [MoonSun]

Capítulo 6

Byul POV

Mi corazón aún latía demasiado rápido a pesar de que me encontraba en plena inercia sobre la cama, era como si el desgraciado quisiera salirse del pecho y matarme de una buena vez. Me negaba a abrir los ojos, igualmente no vería nada muy distinto a la oscuridad pues hasta donde recuerdo estaba en mi habitación, aunque bien podría estar en casa de Soojung o en un motel en el mejor de los casos. Mentiría si dijera que mi memoria tiene absoluta claridad, pero mi olfato no me engaña; a pesar del fuerte olor a cigarro aún podía distinguir mi perfume, las sábanas medianamente limpias y el ambientador de eucalipto que Yonghee solía escoger en el supermercado especialmente para mí.

Era incuestionable el frío del lugar, pero a pesar de eso me encontraba bañada en sudor y otros fluidos corporales qde los cuales no me siento con deseo de detallar en estos momentos. Mi único deseo realmente es tomar tanta agua fuera posible, ahogarme en el vaso si pudiera. La resequedad en mis labios me hacía pensar que entre todas las estupideces que había hecho durante la mañana, comer arena habría sido una de ellas.

Moví la pierna lentamente, se sintió como un esfuerzo sobrehumano ya que me pesaba como si estuviera hecha de hierro, pero lo peor era la sensación de cosquilleo que me invadía previamente al recuperar algo de movilidad. Palpé una pequeña mano pegada aún sobre mi muslo; aquella chica reposaba en una posición demasiado incómoda, aunque con una pacifica expresión en su bonito rostro... o eso quería creer. Como pude, traté de recobrar el control sobre mi débil cuerpo; quité aquella pequeña mano de mi desnudo ser y me dirigí hacía el borde de la cama, cubriendo con las sábanas únicamente la parte inferior de mi cuerpo.

Suspiré y traté de abrir los ojos completamente; ellos me pedían un descanso adecuado y quizá deseaban habitar otro cuerpo, al menos uno que ingiriera menos porquerías. Mi visión aún estaba borrosa, hubiese sido más fácil que un miope enfocara en este momento, pero tenía la certeza de que estaba en casa y de cierto modo eso me hacía sentir más tranquila.

-¿Problemas en el paraíso, cariño?- Escuché su voz en el extremo opuesto de la habitación.

Giré un poco para encontrarla en lencería oscura mientras sostenía un vaso con agua junto a una jarra de vidrio de la cual resbalaba pequeñas gotas. Inconscientemente me relamí los labios agrietados, no me importaba qué tan hermosa se viera usando encaje, ni lo agradable que era escuchar su voz al despertar pues aquella jarra transparente con agua helada era lo que realmente se me antojaba en ese instante.

Me levanté dejando caer la sábana y caminé directamente hacía la mesa donde se encontraba aquel recipiente. Bebí el agua casi con desespero y poco disimulo, sentía un gran alivio en mi interior, era realmente la mejor sensación del día y eso era decir mucho.

Dejé la jarra sobre una mesa y pasé el dorso de la mano sobre mis labios para secar un poco el desastre que había creado.

-¿Hace cuánto despertaste?- Pregunté sin más mientras me dirigí hacía el enorme closet y sacaba una bata de baño, necesitaba urgentemente una ducha.

-Hace quince minutos- Respondió dejando el vaso sobre la mesa y caminando hacía mi dirección. -No entiendo para qué te cubres- Decía mientras se acercaba con intenciones que obviamente yo conocía.

Su expresión era de extrema irritación, aunque eso era lo habitual, de igual manera seguía viéndose perfecta con su cabello rubio un tanto desarreglado y su rostro sin pizca de maquillaje, no creo que sea únicamente mi musa.

-Pues tenemos que estar en igualdad de condiciones- Dije corriendo un mechón de cabello tras su oreja. Me podía perder por horas en su mirada impenetrable; mirada llena de un deseo inmensurable que me bastaba para liberar tranquilamente la energía que me sobraba.