Luego de nuestra pequeña conversación sobre Vanya, cinco se fue, se llevó el bote de helado y yo bajé las cucharas.
Las lavé y encontré a Vanya en la cocina.
— hola.— habla cabizbaja.
— hola.— contesto amable.
— tuviste clases con cinco ¿Cierto?— me pregunta cabizbaja.
— si, las tuve.— respondo a su pregunta mientras enjuago los cubiertos.
— es genial ¿Verdad?— se refiere a cinco, pero quiero evitar hablar de eso con ella.
— ¿Las matemáticas? Si, son geniales.— ella sonríe y suspira negando con la cabeza.
— no, no hablo de las matemáticas, más bien me refiero a cinco, es una gran persona y un muy buen maestro.— suspira un poco.
— oh, si, enseña bien.— intento no aventarle flores pero tampoco decir algo incorrecto.
— ustedes... ¿Tienen algo?— aprieta los labios y cierta los ojos con fuerza, quiere que le diga la verdad.
— no, además de clases y amistad, no pasa nada entre nosotros.— contesto con la verdad mientas secó las cucharas.
Ella suelta un suspiro de alivio.
— no sabes lo mucho que me alegro por eso.— me sonríe y me abraza fuerte para luego irse.
Cómo sea subo a mi cuarto, quiero descansar y dormir un poco, luego terminar los ejercicios del libro de matemáticas.
Me tumbo en mi cama y me replanteo la pregunta que me hizo Vanya hace un momento.
¿Enserio no pasa nada entre nosotros? Y digo, bueno no, no como tal, pero ¿Siento algo por él? Y es que el hecho de que esa pregunta no pare de rondar por mi mente me tiene mal.
Quiero pensar que no, realmente quiero hacer eso, pero es que simplemente es en vano, no puedo.
Suspiro agotada por estos pensamientos, la forma en la que me guiña, me lanza su sonrisa de lado o me defiende me hace dudar si solo lo veo como amigo.
Su sonrisa me estremese y la manera en la que se emociona por las matemáticas me dan ternura.
Quiero creer que no, que no es verdad esto que estoy sintiendo pero... No puedo ahogar esa voz que me repite una y otra vez lo mucho que me gusta.
Entonces si, efectivamente me gusta cinco.
Ahora que lo sé puedo buscar la manera de enfrentarlo, alguien me dijo alguna vez que entre más niegas tus sentimientos por alguien, se hacen más fuertes.
Después de pensar tanto en el tema, decido dejarlo de lado.
Papá salió.
Es lógico que no vamos a cenar en familia, al menos no hoy.
Por mi está bien, pero ¿Vamos a cenar? No sé si Reginald sea capaz de dejarnos sin cena.
Abro un cuaderno y tomo un lápiz para comenzar a dibujar en él.
Me enfoco en cinco, lo pintaré a él.
Hago el boceto y no va tan mal, digo, no soy experta pero sé dibujar.
El puro retrato a lápiz no va ni a la mitad cuando mi mano se comienza a sentir cansada, entonces lo dejo.
— se puede? — escucho la voz de cinco detrás de la puerta y corro por el cuaderno para esconderlo, no está terminado aún y no lo puede ver.
— adelante.— escucho como la perilla gira y la puerta se abre.
— estaba muy aburrido y quería saber que estabas haciendo.— me sonríe.
— nada.— hablo nerviosa.
— si estabas haciendo algo.— ríe y trata de quitar mi cuaderno de atrás de mi
— no— niego además con la cabeza.
— bien— suelta el cuaderno sin abrirlo.
— te lo mostraré cuando lo acabe, lo prometo.— me descuido un momento.
— perfecto.— se sienta en mi cama — tu cama es cómoda.
— supongo.— me siento a su lado — ¿me consideras tu amiga?
— por supuesto, eres a la única persona que no asesiné cuando te tomaste mi café y preguntas eso.— hace un mechón de mi cabello para atrás.
Los nervios me delatan, me alejo un poco de él y lo nota.
— perdón, no quería incomodarte — se separa.— mejor me voy.— se levanta de mi cama dirigiéndose a la puerta para salir.
— pero si acabas de llegar, ¿Ya te quieres ir?— lo tomo de la muñeca.
— ¿No quieres que me vaya?— pregunta deteniéndose en frente mío.
— no— contesto mientras muevo la cabeza en negación.— me aburro aquí sola
— no creo te aburras, digo, estabas con tu cuaderno secreto que no quieres que yo vea.— me reclama
— no es secreto, además los dibujos no son compañía como tal— levanto los hombros y voy mi armario.
— pero yo sí soy compañía.— viene detrás mío.
— es por eso que no quiero que te vayas.— busco entre mis cajones un listón para mí cabello.
— hiciste tus ejercicios de matemáticas.— se recarga en mi mueble mientras me mira a los ojos, poniéndome nerviosa.
— si, pero parece que nuestras conversaciones se reducen solo a eso, matemáticas.— hago una expresión exagerada con mis manos mostrando mi disgusto ante la conversación.
— bueno, y ¿De qué quieres hablar?— encuentro el listón rojo y lo ato en mi cabello.
— no lo sé, de ti, de mi, de lo que quieras menos de matemáticas.— camino a mi espejo y él me sigue.
— soy bueno en matemáticas, me gustan.— levanta los hombros y me sigue al espejo, donde lo miro a través de este.
— ¿Qué te gusta?— desenredo mi pelo dándole la espalda a cinco.
— me gusta la noche, esa sensación de que el día tan horrible se termina es... Lindo.— que negatividad carga este chico.
— okay, es... Bueno, a mí me gusta la mañana, porque comienzas otro día y tienes la oportunidad de hacer que ese día sea increíble.— me mira y sonríe, para luego mirar hacia otro lado.
— somos completamente diferentes.— me vuelve a mirar.
— no del todo, a mí también me gusta el café negro super cargado.— ambos reímos.
— ¿te muestro como lo hago? Para que ya no robes el mío.— le sonrío.
— claro, solo déjame entrar al baño un momento.— él asiente y se dirige a mi puerta para irse.
— te espero abajo, no tardes.— se teletransporta a la cocina y yo voy al baño.
— me dijiste que ustedes no tenían nada.— Vaya me intercepta.
Volviiiii, ay no saben cuánto extrañaba esto, buenos días.
Lxs amo
Atte:la Hargreeves. 🧸
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~ Mi Sol ~ Cinco Y ______ The Umbrella Academy *En Edición*
FanfictionHola, recuerdas esa típica historia en la que llega t/n, Cinco y Diego se enamoran de ____? Vanya es la mala y t/n es la mejor? Bueno esa .. si es mi Historia. La verdad la he estado mejorando y espero le des una oportunidad y la leas, por favor. L...