Capítulo 118

2.8K 224 6
                                    

El plan de Harry estaba trazado, el joven mago se haría pasar por hechizado, mal herido y a punto de agonizar, por eso ahora que estaban todos reunidos, Harry y Tom notaron que muchos se aventaban miradas poco sutiles, un ejemplo era Fenrir con un joven mago de veintiocho años, quien se sonrojaba al notar la mirada del lobo, otro caso era el de Teffa con el joven mago Efraín, quien a diferencia de la protegida de Barty, era más tímido, el último caso era el de Adrián y Regulus, ambos jugaban al gato y al ratón, lanzándose miradas, pero tratando de lucir desinteresados.

- Aquí hay mucha tensión sexual - escucharon a Bella susurrar a su marido, aunque también a ellos - ¿No creen?

Harry tapó su boca con una de sus manos, quería reírse, mientras que Tom y Rodolphus asintieron desacuerdo a lo que su amiga y esposa decía.

- Bueno, rompiendo esta tensión sexual - se burló Harry mientras muchos se sonrojaban - Tom y yo hemos hablado y tenemos un plan para volver loco al viejo

- Y ese es - cuestiono James mientras miraba a su hijo menor

- Con ayuda de Netw y de Severus hicimos estas pociones - señaló los pequeños frascos con una sustancia grisesca - unos cuantos serán asignados para tomarlas, lo que harán estas pociones será que todos aquellos a los que Dumbledore lastimo se vean exactamente igual

- El plan es que el anciano comience a delirar frente a aquellos que creen que él es la salvación - sonrió Tom

- Tienes una mente perversa - dijo James mientras negaba divertido

- Lo creas o no, fue Harry quien pensó en esto - señaló alegre el mayor

James volteó a ver a Lily quien jugaba con Violette.

- ¿Qué? - cuestiono la pelirroja

- Harry sacó tu lado sádico y perverso - comentó James mientras todos los observaban - ¡Me encanta!

Harry sonrió, contando el plan, todos prestaban atención, estaban emocionados a decir basta.

***

Arthur Weasley paseaba por el ministerio de magia, iba tranquilo, su humor estaba por los cielos en solo pensar que el hijo de Nott pudiera estar muerto y no era para menos, pues para él, el pequeño mocoso era una tortura, un recordatorio que Ethan se había casado con Marine, la estupida Ravenclaw y no con él.

Ahora mientras caminaba por los pasillos del ministerio, sintió que su mundo se detenía que podía estar volviéndose loco, pues frente a él a unos pasos de distancia estaban sus padres.

- Imposible - murmuró el pelirrojo, cuando miró a sus lados a ver si alguien más los veía, se topó con la mirada de Sirius y Regulus Black - Yo te mande a un estado de coma y tu estas muerto - dijo mientras apretaba sus puños - Malditos

El pelirrojo huyó, corrió asustado, pues aún no creía lo que sus ojos veían, los que estaban cerca de él se miraron curiosos, ¿Qué era lo que le pasaba al gentil Arthur Weasley?

Los primos Pucey, Regulus y Efraín sonrieron, ellos querían volver loco al pelirrojo, los primeros porque eran amigos de Percy y habían visto todo lo que su amigo había sufrido, el segundo porque quería verlos volverse loco, vengaría a su hermano, y el tercero porque Arthur Weasley había matado a su hermanita años atrás, a causa de una violación.

En otro lugar, Molly Weasley trataba de lucir desinteresada y tranquila, pero se vio afectada cuando vio lo que casi le provoca un infarto.

Fabian y Gideon.

- No - nego ella mientras miraba a los pelirrojos - Imposible, están muerto, lo estan

- No es así, Molly - susuraron detrás de ella, ahí Lily Potter le sonreía - Hola, querida Molly

Molly Weasley retrocedió, recordaba cuando ella había torturado a Lily Potter, pero el profesor les había dicho de que los había matado, ¿Verdad? Dumbledore jamás le mentiría a ella.

- Largo - dijo la bruja pelirroja - ¡Largo!

Los que estaban a su alrededor la vieron asustada, había comenzado hablar de la nada, pues ellos no veían lo que estaba a su alrededor. Asustada y avergonzada, la Weasley se fue de ahí.

Lily quien estaba junto a los gemelos sonrieron, muchos de los que estaban alrededor de ellos, apoyaban las ideas de Tom, por eso hacían como si no vieran nada.

En la vieja casa Dumbledore, el anciano estaba tranquilo, Ronald dormía a sus pies como un animal, cuando vio varias sombras pasar, con varita en mano salio a ver que pasaba y de pronto sintió su cuerpo congelarse.

- Ariana - dijo mientras veía a la pelirroja - Gerrel, amor mío - comentó viendo al mago de cabellos rubios

- ¿Sigo siendo tu amor? - se burló Gerrel - Pero tu no eres el mío, eres solo un violador

- ¿Por qué Albus? - cuestiono Triste Ariana

Albus quería hablar, pero pronto los vio, niños y jóvenes a los que él había violado y habían muerto al ser muy débiles, pero ahora que los tenia frente a ellos, se quedó quieto, más porque apoyado en una de las paredes de la iglesia, James Potter lo miraba con una sonrisa y a su lado estaba...

- Imposible - susurro viendo a la bruja - Jean

Hermione sostenía la mano de James Potter, quería ir y matarlo, quería hacerlo sangrar, pero deseaba volverlo tan loco como fuera posible.

El anciano ya no lo soporto más y se fue, olvidándose de que Ronald Weasley estaba dentro de su casa, sin ropa alguna y varias heridas.

- Te haremos hacer la cabeza - juro James - Vamos princesa

Todos salieron de ahí, los que habían visto al anciano se cuestionaron si estaba bien y el rumor de que el viejo había hablado solo se extendió por el valle de Godric, pues solo se le había visto a él y a nadie más.

𝓛𝓪 𝓒𝓻𝓲𝓪 𝓓𝓮𝓵 𝓛𝓮𝓸́𝓷 ᵗᵒᵐᵃʳʳʸDonde viven las historias. Descúbrelo ahora