Straight //lashton

x y 1989

Capítulo 35: x y 1989

"Así que prométeme que jamás te irás de nuevo porque eres la única." Ed Sheeran les cantaba al oído. Compartían audífonos llenos de huellas dactilares de gente que probablemente jamás conocerían, estaban en la tienda de música más grande que había cerca de la universidad decidiendo qué disco comprar. Necesitaban algo que les gustase a los dos, y la mejor opción era Ed pero Luke realmente quería el nuevo disco de Taylor Swift, aunque se lo guardaba para sí mismo porque Ashton parecía muy entusiasmado con comprar x.

—¿Llevamos este, entonces? —tomó una copia del albúm.

—Quiero comprarte algo —tomó la mano de él y lo guió por los diferentes pasillos, no estaba seguro de dónde buscar, en géneros, en artistas o en orden alfabético. Para su suerte había un pasillo donde estaban los nuevos discos, fue hasta allí y tomó el disco que tanto amaba.

—¿Taylor Swift? —enarcó una ceja antes de tomar otro y leer la lista de canciones—. No sabía que te gustaba ella.

—Sí, bueno, quiero comprártelo porque aquí hay varias canciones que me hacen pensar en ti y como no he tenido tiempo de grabarte más discos, creo que es una buena idea.

—Luke, no necesito regalos. Contigo me basta y me sobra —acarició su cara, Luke le dio un corto beso en los labios.

—No importa, vamos a pagar esto.

—Entonces yo te regalo el disco de Ed, también hay canciones que te llevan a mi mente. Pero ahora que lo pienso bien, encuentro un fragmento de ti en cada canción que escucho.

                                                      **

—Luke, ¿Qué haces? —nuevamente Ashton trataba de leer lo que Luke había estado escribiendo desde que llegaron a la casa. Pero él lo quitaba con un ligero empujón.

—Es una sorpresa —mantenía el ritmo escribiendo, amaba escribir lo que fuera. Era una oportunidad de expresarse e inmortalizarse por un momento, aunque sea.

—Luke —llamó desde su cama.

—Dime.

—Vamos a Nueva York —se giró a verlo con el ceño fruncido, Ashton explicó: —En este disco la primera canción es Welcome to New York y acabo de buscar la letra y creo que nos gustará. "Puedes querer a quien quieras, chicos y chicos, chicas y chicas" —citó una parte de la canción que Luke sabía de memoria—. ¿Qué dices?

—Que estás loco.

—Pero por ti —Luke rió antes de salir de la enmedio de la jaula que era la silla junto con el escritorio, se sentó al lado de Ashton, levantó su mentón y lo besó. Como nunca antes. Ashton encontró la manera de envolver sus brazos alrededor del cuello de Luke en esta incómoda posición, lo atraía más a él. Realmente lo necesitaba—. Nunca pasaremos de moda allí —insistió cuando sus labios se separaron, Luke lamió la perforación de su labio inferior. Fría, metal.

—Parece que has estado leyendo las letras de las canciones, eh —se burló.

—Tienes esa mirada de ensueño al estilo James Dean, tu largo cabello y tu camiseta blanca.

—Deja de citar las canciones de Taylor —empezó a reír y Ashton besaba sus mejillas.

—Conozco lugares donde jamás nos encontrarán.

—¿Así? Dime uno —retó antes de empujar a Ashton lejos de él. Sonrió descaradamente mientras retrocedía en la cama de Ashton quien avanzaba sin una pizca de disimulación hacia él.

—La casa de mi madre. Ven conmigo este fin de semana —Luke se quedó mudo. Todo iba demasiado rápido. Y de repente los papeles de habían invertido. Ashton ya no era el niño pequeño y asustado acerca de qué podría pasar, midiendo cada paso que daba, arrepintiéndose de todo. Ahora era Luke.

—¿Dónde vive ella? —se atrevió a preguntar. No quería saber del tema porque no quería conocer a la madre de Ashton. No estaba listo.

—En Nueva York —saltó debido a una mezcla de sorpresa y susto cuando Ashton pasó una de sus manos por la espalda de Luke. Lo miró y soltó aire. Lo besó bruscamente antes de comenzar a sacarse la remera. Tal vez no era lo mejor ahora, pero era la mejor manera de evitar esta conversación—. Basta, esto es serio —reprendió antes de que Luke pudiera continuar con su estúpido plan de hacerlo y luego correr.

—Corre tan rápido como puedas —soltó. Tomó su camiseta y se la volvió a poner antes de levantarse de la cama.

—¿De qué hablas? ¿Correr de qué?

—De mí —Ashton lo tomó como una broma pero olvidó que entre broma y broma, la verdad se asoma.

—Eres un idiota.

—Tal vez por eso te gusto tanto —volvió a su escritorio y observó cómo el papel de enfrente suyo se mojaba lentamente. Borrando las palabras que había escrito antes con tinta negra.

—Por eso me gustas tanto —confirmó mientras se levantaba y buscaba el disco de Ed Sheeran. Lo tomó y con cuidado lo colocó en la grabadora. Busco Thinking out loud y tocó el hombro de Luke—, baila conmigo —pidió amablemente. Sorbió la nariz antes de levantarse y quedar frente a Ashton, tomó su mano—. ¿Estás bien?

—Mejor que nunca —ironizó, lástima que Ashton no fuera capaz de reconocer el sarcasmo en el tono de la voz que tanto amaba—. Deberíamos mover los muebles para tener más espacio.

—Creo que me estoy enamorando de ti —Luke lo miró con sus celestes ojos de soñador, y por primera vez, estaban vacíos.