Uno

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Lo odiaba…

Realmente odiaba sentirse así todo el tiempo. Porque sabía que estaba mal, y no podía frenarlo. Porque sus impulsos lo orillaban a sentirse atraído precisamente por “esa” persona.

¿Por qué?

Naruto no hallaba una explicación a ese hecho. Quería saber en qué momento había empezado a experimentar esas indebidas sensaciones, en qué momento empezó a verlo a “él” de una manera diferente. En qué momento, Minato dejo de ser su padre, para convertirse en el objeto de su deseo. Ojala pudiera recordar cuando fue que el afecto trascendió, llegando a convertirse en una sensación mucho mas grande.

¿Cuándo comenzó a sentirse inferior a su padre?, ¿en qué momento le abochornaba verlo directo a los ojos?

Tratando de no pensar más, Naruto se levantó de la cama. Había estado mirando el techo desde que amaneció, despertándose una hora antes de que la alarma sonara, pensando ridiculeces que le habían estado agobiando durante los últimos meses.

No quería reflexionar demasiado las cosas, pero tampoco era un ingenuo. No llegó a conocer a su madre, y apenas si podía identificar quien era ella por las cientos de fotografías que guardaba su padre en los álbumes familiares. Naruto había aceptado que ella era hermosa, tenía el cabello largo y rojizo, unos preciosos ojos verdes y una sonrisa ostentosa y genuina en su faz. Su madre era bellísima, y él la echaba de menos, pese a que nunca la conoció.

¿Cómo hacerlo?...si fue él, el motivo de su…muerte.

Aunque Minato se empeñara en desmentírselo, Naruto estaba convencido de que así había sido, Kushina Uzumaki había muerto para que él pudiera nacer. Y por ello, Naruto se sentía culpable todo el tiempo, quería creer que había sido de otro modo pero…no podía. Y lo peor de todo era ver la tristeza en los ojos de su padre, aquellas lágrimas contenidas cuando juntos apreciaban algún álbum familiar.

“Debió amarla muchísimo” era lo que Naruto pensaba cuando lo veía de aquella manera. Sin embargo estaba al tanto de que tenía que ser así, su padre estaba pérdidamente enamorado de su madre, y aun tras la muerte de ella, seguía amándola.

Y eso estaría bien…de no ser porque, él se sentía atraído por su padre.

Tomando el uniforme de la cómoda, Naruto procedió a vestirse, casi de manera mecánica. Desayunó, y se cepilló los dientes, tan veloz como le fue posible, procurando no demorar demasiado para evitar ver a su padre cuando este despertara para ir al trabajo. Absolutamente no quería verlo, por una vez quería fingir que todo estaba bien entre ellos, que eran una familia normal…y que no le amaba.

**

Minato se sorprendió al no oír ruido proveniente del comedor. Naruto era un desastre a la hora de preparar el desayuno. Pasó de largo por la cocina y…nada. Nuevamente su hijo se había marchado mucho antes.

Hasta hacía un año, Minato creía estar desempeñando bien su papel de padre. Luego de la muerte de Kushina, sintió que una enorme carga había caído sobre sus hombros, la responsabilidad de cuidar bien de Naruto había representado una odisea, incluso para un hombre optimista y amoroso como él.

Ver crecer a su hijo había sido una de las escasas buenas experiencias en la vida. Naruto era un chico fuerte, audaz, sincero y…se parecía mucho a ella. Físicamente Naruto había heredado todos y cada uno de sus rasgos, sin embargo la personalidad de Naruto era idéntica a la de Kushina
La muerte de su cónyuge había desencadenado una fuerte depresión en Minato. Pero logró seguir gracias a su pequeño hijo, Naruto le dio fuerzas para seguir adelante. Además, él le prometió a Kushina en su lecho de muerte que cuidaría de Naruto por los dos, lo amaría al doble y procuraría su bienestar en todo momento.

Part of me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora