Final

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-¿Fugaku san?- Naruto parpadeó al verlo de pie junto a su vehículo negro. El mayor estaba recargado contra la puerta del copiloto, viendolo fijamente, llamándolo sin necesidad de palabras

Con ese día se cumplían tres semanas desde la última vez que lo vio. Y Naruto no pudo evitar sentir algo de culpa por no haber tratado de contactarlo para explicarle un poco lo complicada de la situación, para agradecerle por todo y acabar de una vez por todas con la farsa que se habían montado, porque era más que claro que no podría existir una relación seria entre ellos. Había demasiadas diferencias de por medio y además, él amaba a su padre...

-Lo siento- musitó Naruto al acercarse, mirando atento en todas direcciones para verificar que su padre no estuviera cerca, ya que últimamente Minato pasaba a recogerlo al colegio.

-Sube- fue todo lo que dijo Fugaku antes de abordar el automóvil. Naruto se quedo inmóvil, no quería darle más disgustos a su padre, especialmente ahora que las cosas iban tan bien entre ellos. Además, por alguna razón, Naruto se preguntó si Fugaku habría acudido anteriormente allí para buscarlo. Resultaba lógico teniendo en cuenta la situación actual.

-No puedo- rehusó, aferrando las correas de la mochila. -Mi padre...

-Lo despediré si no acatas lo que te digo.

Aquello fue suficiente incentivo para que Naruto obedeciera. No entendía por qué ahora Fugaku lo amenazaba, pero sería mejor aclarar las cosas cuanto antes.

En silencio, subió al vehículo, dando un ligero respingo de contradicción cuando Fugaku activó los seguros.

-¿Qué hace?- inquirió alarmado. Pero Fugaku no lo escuchó, y si lo hizo, decidió ignorarlo...
***

Si meses atrás alguien hubiera osado decirle a Minato que terminaría enamorado ni más ni menos que de su propio hijo, Minato lo habría tomado por loco, enfermo, y antinatural. Sin embargo, y en contra de sus deseos, había sucedido, se había enamorado de su propio hijo.

Tampoco que quisiera cambiar la situación. Por fin se había deshecho de sus demonios y aceptaba la realidad de las cosas. Quería estar con Naruto, lo necesitaba a su lado, por más morboso y bizarro que sonara.

Decidido, abrió la puerta de su automóvil. Como todos los días, tenía previsto recoger a Naruto.
***

-De...tengase- Naruto tensó la mandíbula y forcejeó bajo el peso del adulto, queriendo quitarselo cuánto antes de encima. Fugaku lo estaba besando a la fuerza, lo tenía acorralado en el asiento trasero mientras lo acariciaba bruscamente sobre la ropa. Lo había llevado a un lugar desierto y Naruto no tenía manera de orientarse, ya era muy tarde para retractarse de haber accedido a acompañarlo. Fugaku no escuchaba razones, únicamente quería desfogarse en él.

-Guarda silencio- Fugaku jadeó al oír su telefono sonar insistentemente en el tablero, iba a tomarlo cuando Naruto le advirtió.

-Gritaré si no abre la puerta.

Fugaku le dirigió una mirada cargada de desdén antes de oprimir la tecla.

-Mikoto, saldré tarde esta vez, no me esperes.

"Mikoto" Naruto unió las piezas rápidamente. Era su esposa. Esperó pacientemente a que el mayor cortara la llamada para tergiversar las cosas a su favor.

-Si vuelve a tocarme, iré directamente con su esposa y le diré todo.

Fugaku, irritado a níveles insospechados, no se dejó amedrentar tan fácilmente.

-No te creerá.

Naruto contrajo los labios en una mueca de enfado.

-Sé como es tu vehículo por dentro.

-Eso no significa nada.

-También sé que tienes un lunar en la ingle.

Esta vez Fugaku se mostró sorprendido, lo que alentó a Naruto a seguir.

-Le diré cómo me besa- se sentó en sus piernas y lo observó juguetonamente. -Y lo duro que se pone cuando le hago un oral- le acarició la barbilla y rozó intencionalmente sus labios. Fugaku se dejó llevar por el acceso de calentura, para cuando quiso darse cuenta, Naruto ya había tomado las llaves del tablero y desactivado los seguros.

-Lleveme a casa- ordenó seriamente. Fugaku sintió la rabia acrecentarse, pero, contra todo pronostico, cedió
***

-Otra vez no...

Ya había oscurecido cuando Fugaku aparcó el auto a varios metros de distancia de su hogar. A pesar de todo Naruto logró vislumbrar las luces de las patrullas. Corrió todo lo rápido que sus piernas se lo permitieron.

Minato estaba en la entrada, despidiendo a los oficiales cuando Naruto llegó velozmente a su encuentro.

-¡Papá- lo abrazó fuertemente de la cintura, y Minato lo colmó de besos.

-Por dios, Naruto ¿en dónde estabas, con quién?- replicó enfadado. -Prometiste no volver a hacerlo- cerró la puerta para contemplarlo seriamente y con un esbozo de decepción brillando en sus pupilas celestes. Por más de tres horas había estado buscandolo en el colegio y las inmediaciones, pero una vez más nadie sabía del paradero de su revoltoso hijo.

-Lamento haberte preocupado- se sinceró el menor, buscando consuelo en los brazos de su padre. -Vi a... a mi novio y tenía que terminar con él.

-¿Te hizo algo?- a la defensiva, Minato empezó a inspeccionarlo, produciendole inconscientemente cosquillas al hurgar en su cuerpo cualquier marca ajena que pudiera delatarlo.

-No, papá. Ya no somos nada.

-No sabes lo feliz que me hace saber eso- Minato lo abrazó con más fuerza, besandolo cálidamente en un arrebato de angustia. Naruto correspondió en el acto. Lo abrazó y se resguardó en la calidez de su pecho, deseando quedarse asi, de ser posible, para siempre..

-Te quiero, papá.

Minato sonrió.

-Yo igual, Naruto.

Y asi sería.

Part of me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora