Love in the Supermarket.

🙀35.🙀

Louis estaba muy tranquilo comprando un helado en el parque cuando sintió un calor recorrer en todo su cuerpo.

El beta que le estaba atendiendo solo le miró unos segundos antes de asentir y llamar a la joven omega emparejada que estaba sentada en una de las bancas con un bebé es sus brazos.

La mujer se acercó algo confundida pero cuando olió el olor del omega se dio cuenta de lo que pasaba.

"¿Vives cerca de aquí?" preguntó la omega mientras le hacia una seña a su alfa de que la esperara.

"Si. Mi casa está a una cuadra de aquí." respondió Louis con las mejillas rojas.

"No te avergüences. Es normal." dijo la omega poniendo su mano en el hombro del omega. "Soy Donna y te acompañaré a tu casa, ¿vale?" dijo la omega mientras miraba al beta. "Iré a decirle a mi esposa." miró al beta y dijo: "No deje que nadie lo toque."

El beta asintió mientras la omega caminaba hacia la banca en la que estaba su esposa con su bebé.

Louis solo soltó un suspiro de alivio. Su celo apenas estaba empezando pero ya sentía el calor inmenso en todo su cuerpo y la necesitad de tener un nudo dentro.

"Ya está. Ella irá detrás de nosotras ya que solo seriamos dos omegas y no me gustaría que algo malo te pasara." dijo la omega llegando a su lado. "Vamos, antes de que más gente sienta tu olor."

Louis solo dejó que aquella omega le agarra de la cintura y lo ayudara a caminar hacia su casa. Volteó una vez solo para ver a la alfa de aquella mujer detrás de ellas con un bebé en sus brazos. Le indicó cuál era su casa y después ella le pidió las llaves ya que él tenía las manos temblorosas.

"Ya está. Enciérrate y no le habrás a nadie a menos que sea tu alfa." dijo la mujer dejando a Louis sentado en el sofá. "Vivo cercar del parque así que espero verte cualquier otro día."

"Muchísimas gracias." dijo Louis mirando a la omega. "Estaré en deuda contigo por siempre."

"No te preocupes. Se que en mi lugar tú hubieras hecho lo mismo." respondió Donna dándole una sonrisa. "Me tengo que ir. Nos veremos después Louis."

"Hasta luego, Donna." dijo Louis sonriendo y soltando un gran suspiro cuando la puerta de su casa se cerró.

Agarró su celular que estaba en la mesita y marcó el número de Harry.

"Hola bebé."

"Ya está empezando." dijo Louis mordiendo su labio. "Por favor, te necesito aquí."

"Llegaré en unos minutos." dijo Harry terminando la llamada.

No sabia cuánto tiempo tardaría Harry en llegar así que se levantó y subió con dificultad las escaleras hasta que llegó hasta su habitación. Fue directo al baño y se metió mientras abría la llave de la regadera.

El agua helada ayudó a calmar el calor que sentía en su cuerpo pero no era suficiente.

Aún sentía el cuerpo en llamas.

Estuvo ahí por unos cinco minutos hasta que se dio cuenta de que se podría enfermar ya que el agua de verdad estaba helada. Empezó a quitarse la ropa y la dejó en el suelo de la ducha mientras se secaba con una toalla.

Salió del baño con una toalla alrededor de sus caderas y caminó hacia la silla que estaba ahí la cual tenía el buzo que le había dado Harry hace dos días. Se lo puso sintiendo la suavidad de la tela en su piel aún algo húmeda.

El buzo le quedaba a la mitad de sus muslos. Se sentó en la cama mientras escuchaba la puerta de su casa cerrarse.

Harry por fin había llegado.

Esperó pacientemente hasta que vio a Harry parado en la puerta. Se mordió el labio inferior cuando le vio. Vestía unos pantalones de vestir negros y una camiseta blanca ajustada que marcaba perfectamente sus brazos.

"Llegué." fue lo primero que dijo Harry. Su subconsciente le decía que ni siquiera hablara y que fuera a ayudar a su omega que olía tan bien.

"Te necesito." dijo Louis levantándose con dificultad y caminando hacia Harry. "Te quiero dentro de mi."