Nightblood (traducido al español)

Capitulo 4: An Unanswered Question.

Dormí en la habitación de Lexa esa noche, pero mi sueño era inquieto. Soñé con ella sentada a mi lado en el bosque de sus antepasados. Mi cabeza estaba apoyada en su hombro mientras teníamos   ese momento de paz. Sentí caer una gota de agua sobre mi rostro. Al volverme para mirar a mi Heda, vi lágrimas en sus ojos. Ella miró los rayos de sol que atravesaban los árboles, su rostro lleno de dolor. Su voz temblaba mientras me hablaba: "Nunca quise dejarte"."Lo sé," pronuncié en respuesta mientras las lágrimas brotaban de mis ojos. Acercándola a mí, una vez más apoyé la cabeza contra ella.Mirando hacia abajo, pude ver su camisa empapada de sangre pegada a su cuerpo. Puse mi mano sobre la herida de bala y sentí la sangre negra sobre ella. Ella suspiró, "No puedes arreglar esto".Mi mano se presionó contra ella mientras suplicaba: "Te necesito, Lexa. Necesito que estés a mi lado".Ella apartó mi mano de la herida de bala y entrelazó sus dedos alrededor de los míos. Besándome suavemente en los labios, susurró suavemente: "Siempre estaré contigo".Cuando me desperté, me volví por un momento hacia el otro lado de la cama, esperando tontamente encontrar a Lexa allí, pero solo quedaba un espacio vacío. Mi corazón se llenó de dolor pero también de la necesidad de encontrar la respuesta a una pregunta que atormentaba mi mente y mis sueños.

Preparé todo lo necesario para mi viaje con Indra, pero antes de dejar Polis tenía una última cosa que hacer. Respiré profundamente antes de que me permitieran entrar a una celda de hormigón. Allí estaba sentado un Jaha de aspecto preocupado, prisionero de Polis. Había escuchado durante las primeras horas en el mundo real, que no podía hacer frente, rasgándose el pelo y la carne. Le afeitaron la cabeza y le ataron las manos para evitar más daño. "¿Has venido a entregarme a mi destino?" Por el tono de su voz esperaba una ejecución."No. Aunque, después de lo que has hecho, espero que los clanes te pregunten por tu cabeza", respondí."Quizás me lo merezco." Su voz estaba llena de remordimiento."Tal vez sí. Toda esa muerte está sobre ti, pero todos pagaremos el precio por lo que has hecho. No pienses ni por un segundo que los terrestres no culparán al resto de Skaikru también. " Le gruñí, mis palabras llenas de despecho."Lo siento", las lágrimas brotaron de sus ojos, "lo siento mucho".Miré a este hombre agobiado frente a mí, pero no tuve compasión para decirle: "No quiero tu pena o tu autocompasión. Quiero saber una cosa. ¿Sobrevivió?" Él me miró, confundido al principio hasta que lo comprendió. Continué, "¿Su conciencia sobrevivió a tu ataque en La Ciudad de la Luz?"La voz de Jaha tembló cuando respondió: "La última vez que vi a Lexa, ella estaba luchando contra el ataque. Cuando vi que el portal al interruptor de interrupción desaparecía, dejé La Ciudad de la Luz. No sé qué fue de ella. Clarke , Soy..."Le devolví la mirada. "¡No! ¡Simplemente no lo hagas! Si sobrevivimos a lo que está por venir, te entregaré a los terrestres yo misma. No esperes mi misericordia".Con eso me di la vuelta y me alejé. Mi pregunta seguía sin respuesta. Mis sueños todavía me atormentan.

Después de dejar a Jaha viviendo en su dolor dentro de su celda de prisionero, salí para encontrarme con Indra. Polis todavía estaba en un estado de devastación. La sangre cubría el suelo y los cuerpos de los muertos aún estaban siendo retirados. Algunas de las cruces que se habían construido para torturar a quienes rechazaron el chip aún estaban en pie, un triste recordatorio de lo que había sucedido. Sabía que teníamos muy poco tiempo hasta que los clanes tomaran el poder. Era imperativo que viajáramos rápido para hablar con Thayer.Mientras Indra y yo ensillamos nuestros caballos, mi madre y los demás vinieron a despedirse. Parecía exhausta de atender las heridas del rey Roan durante la mayor parte de la noche. La herida de bala en su hombro era grave pero tratable. Tenía mis preocupaciones sobre dejarlo con sus propios planes en La Capital. Como los otros clanes, Azgeda sin duda haría su propio movimiento por el poder. Ahora que Lexa se había ido, Ontari estaba muerta y la reina Nia era un recuerdo lejano, el Rey tenía la libertad de perseguir el trono de los Comandantes si así lo deseaba. Todo esto pesaba mucho en mi mente.Me monté en mi caballo y me preparé para irme. Bellamy me entregó una bolsa de suministros y me deseó suerte: "Mantente a salvo. Vuelve con vida". Asentí antes de empujar a mi caballo hacia adelante. Dejamos a Polis atrás en busca de una extraña que nos ayude o nos estorbe. En este punto no sabía nada sobre Thayer. Indra estaba increíblemente reservada sobre los detalles de su vida. Esperaba que tuviera el sentido de la razón como su hermana, una mente abierta para ver el panorama más amplio de lo que todos enfrentamos ahora.Cuando llegamos a la línea de árboles del bosque de Los comandantes , nos detuvimos para mirar hacia la Torre Polis. Su llama aún brilla intensamente, pero ¿por cuánto tiempo? Con la espada de Lexa en mi espalda y La Llama al lado de mi corazón, le hice mi voto al igual que ella una vez me hizo su voto: "No veré caer tu legado. No me rendiré, Heda". La amaba demasiado para permitir eso.