Capítulo 23

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Jason Macendale gimió mientras se desplomaba contra la pared. Cada vez era más difícil pensar con claridad. Cosas se deslizaron por su mente y pocas de ellas tenían sentido. Tiró de sí mismo, su pierna izquierda arrastrándose inútilmente. Sus dientes se clavaron dolorosamente en sus encías, habiendo crecido demasiado para ser contenidos por su boca. Había intentado sacarlos, pero volvieron a crecer peor que antes. Finalmente llegó a la puerta del laboratorio y se abrió con un gesto.

La habitación estaba llena de los ahora familiares remolinos de color. Parpadeó, tratando infructuosamente de aclarar su visión. Gruñó ante la inutilidad de eso mientras se rindió y activó su casco. La habitación se enfocó, pudo ver a Scorpion paseando por la abitación, todavía alardeando de su "gran victoria".

Atacar a dos hombres desarmados en un partido de béisbol. Una batalla muy valiente. E incluso había dejado vivir a uno de ellos. Jack O'Lantern lo había hecho mejor, incluso si no tenía una explicación de por qué las dos mujeres aún vivían. Deberian estar profundamente enterradas. Pensar en ello solo aumentó su paranoia. Tenían la fórmula.

Sacudió la cabeza. Él es Jack O'Lantern, tenía que recordarlo. No, era Jason. ¿No era él? Es muy difícil concentrarse.

--"¡Deberías haber visto la expresión de sus caras!"-- Escorpión cantó. --"Sabía que estaba muerto en el momento en que lo atrapé."--

--"Sigues hablando de ello."-- Toomes comentó, su tono menos que impresionado. --"Aún así, no tienes pruebas. El chico Jackie nos dijo que mató a la araña, pero ella se mueve por la ciudad tan bien como siempre."--

--"¡Ella estaba muerta!"-- Macendale gritó, salpicando saliva a través de sus pantallas. --"No es posible que alguien pudiera vivir con tan poca sangre en las venas."--

--"Explícale eso a mi amigo Turk, esa perra lo atrapó a él y a los dos tipos a los que estaba vendiendo mercancía hace un par de días."-- Toomes negó con la cabeza. --"A menos que me estés diciendo que los Vengadores tienen alguna forma de traer de vuelta a los muertos."--

--"Lo más probable es que las habilidades atribuidas a la llamada Spidergirl no sean más que trucos tecnológicos. Probablemente solo le dieron el traje a algún otro pobre títere."-- Mason comentó desde su terminal de computadora.

--"¡Lo que sea! No puedes reemplazar al Capitán América. ¡Maté a su líder! ¿Dónde está Osborn con mi recompensa?"-- Scorpion despotricó. El hombre estaba obviamente loco. Un efecto secundario del tratamiento. Afortunadamente, no había afectado a Jack.

Jason, él es Jason.

--"Osborn está donde siempre ha estado, Gargan. En su celda. Todos acordamos mantener ese secreto. No lo olvides."-- Mason siguió escribiendo.

Toomes asintió. --"Sí, nos pagan cuando se aprueban los indultos. Espera al general, él se asegurará de que recibamos lo que nos deben."--

Macendale se estremeció. No confiaba en Ross. Ross no le ayudaría a conseguir a la Gata. No, necesitaba a Osborne, sabía lo que la fórmula en el cuerpo de la ladrona podía hacer por ellos. Lo salvaría, lo curaría, lo convertiría de nuevo en la mano derecha de Norman. Lo recuperarían todo. Todo.

Una explosión sonó en algún lugar demasiado cerca. Los cuatro hombres se miraron.

--"¿Qué diablos fue eso?"-- Toomes escupió. Ya se dirigía hacia el enorme conjunto de alas que se sentaban en su montura.

--"Comprobadlo ahora."-- Mason dijo mientras ya estaba sudando. El hombre era un cobarde. Brillante con la tecnología, pero cobarde. Macendale convocó su tabla voladora, saltando sobre ella con practicada facilidad. Su visión vaciló. La óptica de su casco compensó.

La gata y la arañaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora