ʜᴏᴛᴛᴇʀ ᴛʜᴀɴ ғɪʀᴇ - ᴡᴀʀʀᴇɴ ᴘᴇᴀᴄᴇ

𝐬𝐢𝐱

𝐃𝐢𝐧𝐧𝐞𝐫.

Luego de estar la tarde poniéndose al día con sus actividades, Emma vió en el reloj que ya casi era la hora para reunirse con Nancy y después de arreglarse y vestirse, bajó las escaleras para despedirse de sus padres.

– ¡Todavía no puedo creer que ganaras en salva al ciudadano! ¡Y rompiste el récord de tu madre en el pinball! – Escuchó a su padre hablando con Will mientras bajaba las escaleras y entraba en la cocina, se detuvo abruptamente junto a la puerta al encontrarse con Gwen Greyson, hablando muy animadamente con su madre en la cocina.

– ¡Hola! – Saludó Gwen, sorprendiendo también a Will, quién no se esperaba su visita para nada. Emma inhaló profundamente y esforzó una sonrisa.

– Papá, ella es Gwen Greyson; Gwen, mi papá. – La presentó Will, ella estiro su mano hacia el Comandante y él respondió estrechándola.

– Perdón por llegar sin avisar...

– No te preocupes, solo charlaba con Will. – Emma observaba la situación en silencio, notando que su familia estaba tan concentrada en la presencia de Gwen que apenas habían notado la suya, por un momento pensó en si irse de una vez o esperar un buen momento para terminar de despedirse.

– ¡Emma! Ven a saludar antes de irte. – Cuando finalmente había decidido irse, su madre se acercó a ella para arrastrarla junto al grupo, Emma se opuso al principio pero no tuvo demasiadas oportunidades al estar justo enfrente de Gwen, regalándole la sonrisa más falsa que pudo hacer en su vida.

– ¡Hola Emma, es un gusto verte! – Gwen la miró de arriba a abajo, Emma sintiendo la hipocresía en su sonrisa, asintió en respuesta conteniendo sus deseos de halarla del cabello y arrastrarla fuera de su hogar, el único sitio que creía libre de sus malas vibras.

– ¿Vas a irte, linda?

– Desafortunadamente sí, Nancy me está esperando. – Todo el grupo hicieron muecas de lástima, haciendo pensar a Emma si la manipulación era oficialmente otro poder que tenía Gwen.

– Sería genial que te quedaras a cenar con nosotros, Vas a la misma clase que Gwen ¿No? – Preguntó su padre, la castaña abrió la boca para contestar pero Gwen fue más rápida.

– No, señor Stronghold. Soy un año mayor que Emma.

– Sí... Y ya tengo un compromiso con Nanz y debo irme, voy tarde. ¡Adiós! – Emma les dió un beso a sus padres y le dió una última mirada a Gwen, ahora sin esforzarse en fingir amabilidad, rodó los ojos y salió de su casa.

– ¿Le ocurre algo? – Josie miró a a su esposo, esperando que él supiera algo acerca de su comportamiento con Gwen, pero el hombre no pudo responder.

– No se preocupe, Sra. Stronghold. Estaba apurada, seguro no es nada. – Aseguró Gwen, a lo que la mayor asintió y la rodeó con un brazo.

– Sí, seguro es eso. Vayamos a la sala.

Gwen frunció el ceño, viendo la puerta por la que Emma había salido. Siempre supo que la castaña tenía algo en su contra y no importaba qué hiciera para cambiar eso, Emma siempre dudada de ella y aquello siempre la frustraba de sobremanera.

No terminaba de entender como aún no tenía en la palma de su mano a alguien tan simple como Emma Stronghold

El Papel de Arroz no quedaba muy lejos de su casa, por lo que Emma solo tuvo que caminar algunas cuadras hasta que logró ver a Nancy sentada frente al restaurante y luego de saludarse entraron juntas.

– ¿No es Layla la que está sentada allá? – Nancy señaló una mesa junto a la pared y Emma asintió, viendo que se trataba de la mejor amiga de su hermano.