Migikata no Chou ➳ Jimsu

06: Quiero atraparte

Abrí mis ojos al no sentir el cálido cuerpo que supuestamente debía estar a mi lado, lo último que recuerdo era tenerlo entre mis brazos mientras dormíamos compartiendo directamente la calidez que emanábamos. Estaba algo desorientado, pero satisfecho, había sido una buena noche, de por lejos una de las mejores que he tenido.

No podía esperar menos, Yoongi era fantástico en la cama y a diferencia de otras noches que compartimos, esta vez se mostró más atrevido.

«Yoongi, Yoongi... ¡Seulgi!», grité en mi interior al ver el reloj electrónico que apuntaba a la una de la tarde. No podía creer que había dormido tanto y tan profundo.

Rápidamente agarré mis prendas que estaban en el suelo, para dirigirme a mi habitación y cambiarme de ropa, Seulgi en cualquier momento aparecería con mi suegra, ya faltaba poco. ¿Dónde estaba Yoongi? No escuché ningún ruido en eso que pasé por el pasillo, tampoco me levantó. Él en este tipo de situaciones el me decía que debía irme a cierta hora, para no levantar sospechas.

Agarré mi celular para mandarle un mensaje, pero no estaba en línea y no quería ser inoportuno. Sentía algo raro, como un mal presagio, mas no quería parecer desesperado. Después de que me ignorara por completo durante una semana, pensé seriamente en lo que lo pudo molestar. Me había pasado esa vez del almuerzo en nuestras pequeñas vacaciones familiares, pero en mi defensa, se me era difícil controlarme si se trataba de él y más si me seguía sintiendo algo "animado".

Bajé al primer piso, en busca de Yoongi. Debía estar en algún lado de la casa, aún le quedaban dos semanas para que él volviera a su trabajo, agregando que él odiaba salir, y eso incluía hasta a la tienda que quedaba a solo dos minutos de aquí. Por esa razón se me había hecho extraño no verlo en la cocina, él a esta hora recién estaría ingiriendo algo ligero, con sus ojos aún entrecerrados por el sueño.

¿Sería demasiado si lo llamaba?

Mordí mis labios, mientras observaba mi celular con nervios. Debía ser paciente, en cualquier momento él aparecería por la puerta y se burlaría de mí por estar exagerando como ya se me era costumbre.

Escuché unas risas que venían del exterior y mis sentidos se pusieron alerta. Me acerqué rápidamente a la puerta de entrada, la abrí esperando verlo, pero solo me encontré con mi esposa y suegra, que parecían estar pasado un buen rato.

—¡Jiminie! —exclamó la menor contenta, para luego abrazarme. Intentó darme un beso en los labios, pero yo disimuladamente hice que se desviara a mi mejilla.

No tenía ganas de nada, solo quería saber cuándo aparecía Yoongi.

—Seulgi... —dije algo ansioso.

—¿Qué pasa? —me preguntó con una sonrisa. Me aliviaba que no se pusiera de mal humor o me reclamara por evitar su beso. Seulgi era así, muy animada y difícilmente se molestaba, a diferencia de su hermano que tendía a perder la paciencia con una facilidad impresionante.

Sin embargo, eso lo hacía más divertido.

—¿Dónde está Yoongi? —interrogué aún con los nervios en mi cuerpo. No lo entendía, sentí que había pasado algo malo.

Supe que no estaba del todo equivocado, al ver cómo su rostro cambiaba a uno más desanimado y adquiría seriedad.

—Ma... ¿Puedes ir ya guardando las cosas que nos han dado? Debo hablar a solas con Jimin —avisó y la aludida solo asintió con una leve sonrisa.

No me gustaba el rumbo por el que esto iba.

—Te tengo que decir algo —habló con un poco de duda en su voz—. Sé que tú y mi hermano fueron realmente cercanos.