07: No quiero otra decepción

1.5K 203 90
                                    

Vivir con Hoseok no era tan malo. De hecho, era realmente divertido y hacía todo lo posible por mantenerme animado. Estuvimos hablando sobre lo que haría en relación con Jimin, aunque seguía sintiéndome mal y ya lo extrañaba, a pesar de haber pasado solo unos días desde que me fui. No había recibido ningún mensaje de su parte, menos llamadas. Solo mantenía comunicación con mi hermana que parecía, contrariamente a lo que creí, desanimada. Me dijo que Jimin estaba distante y que estaban peleados desde mi partida. No me lo creía, su relación era como una de ensueño, ¿Acaso era por mi culpa esta crisis entre ellos? No quería tomar atribuciones que no me correspondían.

Le había pedido expresamente a Seulgi que no le dijera a nadie donde estaba, ella logró calmar a mamá, al menos por el momento. Comprendía mis razones y confiaba en que no diría nada, al menos por ahora.

—¿Qué pasa? Hace un momento estabas bien, pero ahora... —Hoseok me miró con pena y me tendió una taza de café, para luego sentarse en el sillón individual quedando frente a mí—. Espero que no sea lo que creo —me regañó divertido.

—En parte —respondí con vergüenza, mientras él suspiraba derrotado. Era difícil olvidarse de tus sentimientos de un día para el otro—. Es que... hay problemas en casa.

—¿Ahora qué pasó? ¿Tiene que ver con... él? —Asentí y Hoseok le dio un sorbo a su bebida mientras negaba con la cabeza. Sabía lo que pensaba, le tenía tanto resentimiento que se rehusaba a llamar a Jimin por su nombre y eso que no lo había visto en persona.

—Jimin desde mi ida lleva ignorando a mi hermana y pasa poco tiempo con ella. Mi madre está volviéndose loca, lo adora y está regañando a Seulgi por no poder mantener a su esposo contento —dije algo triste. ¿Y si se estaba vengando de mí de esta manera? No sonaba tan descabellado, me presionaría hasta volver y cuando lo hiciera, todo volvería a la normalidad. Sería de nueva cuenta el esposo ejemplar.

Pero... Jimin no es así, el Jimin que conozco no haría eso.

¿O sí?

Ya no sabía ni qué creer.

—Ni se te ocurra volver por esto —escuché como me advirtió molesto. Me sorprendía cómo Hoseok en el poco tiempo que llevábamos juntos, ya me conocía tan bien—. No puedes doblegarte tan rápido.

—Pero...

—Pero nada —me interrumpió y dejó su taza de lado—. No debes dejárselo tan fácil, ante el primer problema que haya no puedes ir corriendo a sus brazos. Me dijiste que no te contactó hasta ahora y eso debe ser suficiente para que seas fuerte.

—Es más fácil decirlo que hacerlo —contesté recostándome en el cómodo mueble, hace tiempo que no me daba el lujo de no hacer nada en paz. Si no era mi madre que me pedía hacer algo productivo a pesar de estar en mis vacaciones laborales, era mi hermana que me hacía acompañarla a ciertos lugares o Jimin que... bueno, me buscaba para "eso", aunque había momentos en los que charlábamos como antes.

—Lo sé —Se acercó y revolvió mis cabellos juguetonamente—. He visto tu esfuerzo, además no has escapado por la noche mientras dormía.

—Qué gracioso —murmuré fingiendo estar ofendido. Sabía que era una referencia a cuando me fui de casa para venir a quedarme aquí—. Además, no podría hacerlo, aunque quisiera, tienes el sueño muy ligero. Ayer cuando fui por agua en la noche, me gritaste desde tu habitación que ni lo intentara ¡Estás loco!

—¡Había una posibilidad de que te fueras! —chilló avergonzado con sus mejillas ya de una leve tonalidad roja. Era adorable, Hoseok tendía a abochornase muy seguido—. Deberías agradecerme por ser un buen amigo y no quejarte.

Migikata no Chou ➳ JimsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora