Heartstrings - Cuerdas del corazón.

Capítulo ocho: Primer beso.

Llegamos después de dos horas a mi casa, estaba realmente feliz por el día compartido.

Luego de salir de mi casa nos fuimos a un parque cercano y caminamos mientras conversabamos de cosas triviales.

Me sentía comoda con él, en todo momento me pregunto si estaba bien, a lo que yo respondía un "sí"

-Gracias por el día, estuvo muy bonito... hace mucho que no salía de mi casa.

- Me alegro de haberte dado un bonito día.

Sonreí timidamente y él me quedo mirándo.

-¿Te parece si vemos una película mañana?

-Sí, claro... aunque ¿Puede ser en la tarde? Mañana tengo clases con Gabrielle

-Y yo ensayo con los chicos.

-Suerte con eso.

-Y tu con sacar ¿Prelude?

Sonreí asintiendo.

-Gracias.

Me quedo mirándo unos segundos y yo me ruborice.

-Mañana nos vemos y dile a tu papá que ya estas aquí, sana y salva.

-Claro-digo sonriendo.

-Adios-dice besando mi mejilla.

-Chao.

Lo quedo mirándo hasta que lo pierdo de vista y luego cierro la puerta. Me apoyo en ella y me muerdo el labio en un estado de felicidad que nunca antes sentí.

-¿Y? ¿Cómo te fue?- dice mi papá apareciendo de la cocina.

-Muy bien, gracias.

-¿Te divertiste?

-Mucho, gracias por dejarme salir un momento

-Lo deseabas y yo te doy el gusto.

Me reí y fui a darle un abraso.

-Gracias papá... mañana vendrá Diego a ver una película.

-Entonces comprare palomitas.

-¿No te opones?

-No, creo que es la única persona que viene a verte y creo que no sería bueno alejarte de esas personas para dejarte encerrada en casa.

Sonreí amplia mente

-Gracias -dije dándole un abraso.

-No hay de que, lo único  que quiero es tu felicidad.

-Y contigo como papá no dudes que no seré feliz.

Corresponde mi abraso.

Al otro día asisto a las clases con Gabrielle y luego de terminar me voy a casa. Mi papá prepara palomitas de maíz y luego llega él,  pero no sólo.

Lo veo llegar con Francisco y los demás chicos de su banda.

-Espero que no te moleste,  pero se me pegaron.

-Claro que no, son bienvenidos a mi casa.

-Anna -dijo Francisco dándome un abraso- si tu no apareces por allá,  nosotros vendremos a verte.

-Gracias -dije correspondiendo a su abraso -es bueno verlos después de un tiempo muy largo, pasen.

Ellos entran y los hago caminar hasta la sala de estar, se presenta mi padre y ellos con él.

Diego pone una película de terror y yo no la puedo ver tranquila, me gustan mucho las películas de terror,  pero también me asustan.

Comienzo a taparme los ojos mientras la escenas transcurren y Francisco se empieza a reír de mí,  mientras que Diego me apoya contra el tratando de darme seguridad.

Me apoyo contra él tratando de no tener miedo y él pone su brazos por mis hombros. Nos llevamos así toda la película haciendo que al terminar la película los otros chicos se burlen de nosotros,  por mis mejillas solamente causa la risa en él.

Al terminar la película ellos se quedan a cenar y luego se van.

Con Diego cada vez nos hacemos más cercanos, el que sea mi tutor y mi amigo hace que nos veamos seguido y salgamos un poco mas de casa, claro con permiso de mi padre.

La profesora Elisa también ha estado yendo a casa para verme y evaluarme en las pruebas y trabajos del colegio, lo que más me gusta de todo eso, es que mi padre al fin ha conseguido a un tipo de amiga, ya que desde que murió mamá la única compañía que ha tenido han sido algunos de sus compañeros de trabajo.

Con Diego vamos al cine y luego nos vamos a una plaza cercana del lugar,  nos sentamos en una banca del lugar el me queda mirando y yo a él.

El rubor cruza por mis mejillas y el me queda mirando con los ojos brillantes.

-Creo que haberme acercado a ti... fue la mejor decisión que he tomado.

-¿Por qué?

-Porque... porque así el la única manera que me podría haber dado cuenta de lo que siento por ti.

Trague en seco y el nerviosismo recorrió mi cuerpo.

-Anna... me gustas mucho, pero no como amiga ni nada de eso... me gustas como mujer.

Mordí mi labio sin saber que decir mientras que mis las mariposas que aparecían cuando estaba con el se liberaron en mi estómago.

-Nunca... nunca he tenido un novio.

- Y a mí me gustaría ser el primero.

Lo quede mirando y el se comenzó a acercar,  cerré mis ojos esperando lo inevitable.

Sentí como posó sus manos en mis mejillas y luego el suave roce de sus labios contra los míos.

Los unimos en un beso y me encontré temblando por dentro, pero de felicidad.

Él separa sus labios de los míos y me queda mirando,  mis mejillas están muy rojas.

-No te avergüences.

-No lo puedo evitar- musito.

Él sonríe.

-Entonces... ¿Quieres ser mi novia?

Asiento sin decir ni una palabra y el me abrasa.

- Mi único propósito en este momento es hacerte feliz.

-Y lo estas haciendo.

Nuevamente me mira y me besa.

Es uno de los días más felices de mi vida.

Escrito por: Pepa-shy.
#NOALOSLECTORESFANTASMAS.
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