Esto no es un poema o un conjunto de versos al vacío. Es una carta dirigida a aquella persona que enamoro los fragmentos de este corazón, aquella persona que quizás jamás lea estas líneas desastrosas. Esa persona que tiene lo mejor de mí.
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Te he olvidado, y aquello no debería torturar este pecho inaudito, no debería quemar mi pulso deteriorado, o enfriar este corazón que dulcemente llenaste de calor. He olvidado el ritmo de tu voz al reír, aquel acento suave que guardas en tu sonrisa, o la forma cálida en la que tus dedos decían amarme; he olvidado lo que es ser sostenida en la tempestad ausente de tus palabras, aquellas que escribías sobre mi piel, aquellas que siempre desee inmortalizar en este cuerpo lleno de cicatrices.
Porque, te he olvidado, y cada vez duele un poco más entender aquel sentimiento; porque yo odio la forma en la tus dedos ya no escriben sobre mi, odio la forma en la que mis sonrisas ya no llevan tu nombre. Odio sentir esta nostalgia en el calor que se enfría en mi tórax, susurrando suavemente que te has llevado la mejor parte de mi, odio querer amarte nuevamente.
Amarte hasta que mis dedos colapsen sobre un poema que hable de las vía lácteas que he encontrado en el café de tus ojos, amarte hasta sentir mi estomago rotar en el eje del mundo queriendo escuchar un te amo infinito. Porque yo odio haberte olvidado cuando nuestra canción baila en los confines de aquellas estrellas que prometiste proclamar como mías. Pero sobre todo lamento haber dejado de amarte, porque a pesar de todo, eras el lirio de este jardín infectado en rosas marchitas, el melodioso compas que se desataba sobre mis armonías, musitando tenuemente jamás dejarme.
Lamento haberte olvidado porque incluso ahora deseo volver a ti.
Volver donde el tiempo se detiene y las voces se vuelven susurros jamás escuchados, justo donde mi corazón olvida colisionar contra mi pecho, sosteniendo tan solo entre los fragmentos, nuestra existencia. Deseo volver allí, al lugar que aclamaba ser mi hogar, aquel que, siempre pareció pertenecerme. Deseo quedarme donde nuestras risas se paralizan, y el recuerdo del futuro desaparece, convirtiéndose en las cenizas de aquella fogata que prendiste en mi pecho enamorado.
Quiero volver ahí cuando la lluvia golpea mi cuerpo, dejando al descubierto las marcas que alguna vez pintaste sobre mi. Quiero volver cuando el viento susurra lúgubre y detrás de mi solo oscila un abismo; saltar a la eternidad de un pasado que ya parece estar desvaneciéndose en el fondo de mi memoria. Deseo volver y grabarte sobre el corazón, un último te amo,porque creo jamás haberlo dicho las veces suficientes.
Si tan solo pudiera por ultima vez volver a ti, te sostendría contra las olas del caos, endulzaría tu risa de sueños estrellados, mientras susurro suavemente un caprichoso "te amo", uno que durará el tiempo suficiente como para jamás poder olvidarlo, uno que me permitiera despedirme sin las lágrimas de un recuerdo.
Porque si yo pudiera volver a ti, quizás este corazón ya no duela al murmurar haberte olvidado.
