11. "¿No vas a dejar de insistir, verdad?".

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Kian POV.

-¿No sería tierno tener un Pascal en la vida real?- pregunté con mis ojos pegados a la pantalla.

Frunci el ceño ante el silencio que recibi como respuesta.

Estaba dormida y me quise reír porque esto era algo que no cambiaba.

Bajé el volumen de la película y me tiré hacia atrás disfrutando del momento.

Quería abrazarla o llevarla a la habitación para arroparla pero sabía que eso iba a ser el final del momento y era lo que menos quería.

No podía negar la emoción que estaba sintiendo en este momento y por una milésima de segundo nos tuve fe.
Amaba a esta chica y esperaba que ella siguiera sintiendo lo mismo por mi.
Esperaba que todo el cambio al que me sometí haya valido la pena y solo ella podía asegurarlo.

Volví a concentrarme en la pantalla y me decepcione cuando vi que la película estaba terminado. Me arrepentía de haber prometido internamente que terminaba y me iba.

Me puse de pie y tomé todos mis objetos personales antes de acercarme y colocarme de cuclillas frente a Noa.
Acomode su cabello y besé su frente.

No podía creer la noche que me había regalado, estaba contento y emocionado por ello. Aunque también estaba bastante enojado por lo cabeza dura que era a veces, también parte de mi enojo se dirigía a Jc, Dylan y Franny, se suponía que ellos eran sus amigos y no habían notado que estaba haciendo durar su comida por algún motivo.

Aunque lo nuestro no funcione nunca permitiría que le falte nada porque la amo demasiado y ella salvó mi vida dejando de lado sus sueños. Sé que nunca va a aceptar el dinero devuelta así que tenía que ingeniarlmela aquí.

Antes de ponerme de pie seleccioné una serie para dejar de fondo con el volumen bajo.

-En unas horas regreso y vamos al supermercado. Espero que gastes todo mi dinero sin preguntas- susurré como si pudiera escucharme. Besé su frente y me digne a salir de ese lugar antes de terminar acostado junto a ella.

Después de unas pocas horas de sueño me encontraba cruzando las puertas del edificio de Noa. Eran las 11am y no estaba cansado a pesar de haber dormido tan solo cuatro horas, me había sido difícil conciliar el sueño con la emoción que tenía de verla nuevamente hoy.

Golpeé su puerta y esperé que me abra. Podía escuchar cómo arrastraba sus pies.

-¿Kian?- preguntó dormida cuando abrió la puerta -¿Pasó algo?- frunció el ceño y rasco su cabeza despeinando un poco más su cabello.

-No- me atreví a dar un paso dentro del departamento por lo que ella retrocedió y se colocó a un costado de la puerta, me quedé parado frente a ella y besé su frente antes de seguir adentrandome hasta tirarme en el sofá -Te vas a preparar y vamos a ir de compras, además tienes que desayunar-

Coloqué un brazo detrás de mi cabeza y esperé a que ella reaccionara un poco, todavía seguía parada a un lado de la puerta.

-Ni siquiera sé qué hora es- volvió arrastrándose hasta sentarse a la altura de mis pies, los cuales levantó y colocó sobre su regazo.

-Son alrededor de las 11am- sus brazos caían inertes sobre mis piernas y me quise reír -¿Dormiste aquí toda la noche?-

Con sus ojos cerrados me señaló -Sí y es tu culpa. Me tendrías que haber despertado-

-No es mi culpa que te duermas al segundo de poner una película- me reí de ella.

-Estaba cansada, tuve un turno doble ayer. No puedes culparme por ello-

Me senté y agarré uno de sus brazos, masajeando desde la punta de sus dedos hasta el hombro.

-Tienes razón-

Abrió un ojo y me observó entre chistosa y relajada -¿Acaso no la tengo siempre?-

Giré los ojos -No seas engreída-

Llevé mi mano hasta su cuello y comencé a masajear esa zona.

-¿Acaso no siempre la tengo?- volvió a repetir, esta vez alargando el espacio entre cada palabra.

-A veces la tienes, es cierto-

Se acercó más a mis brazos, facilitandome el trabajo de masajear sus músculos y me dio la espalda. Giré los ojos, típico de Noa aprovechar cualquier oportunidad de contacto físico para que masajeen su espalda.

No iba a negar que estaba encantado de tenerla entre mis piernas y que me permita relajar su cuerpo.

-Ambos sabemos que acierto más que lo que tu podrías- siguió con su conversación.

Me reí un poco cuando comencé a escuchar sus pequeños suspiros en cuanto pasé mis pulgares por su cuello para después pasar a su cuero cabelludo.

-Ya te dije que tienes razón, ¿quieres seguir hablando sobre cuán vidente eres o vamos a comprar algo para comer?-

-No tendrías que haberme tocado en primer lugar si querías que salgamos-

-Es imposible que mantenga alejadas mis manos. Lo sabes-

Esperaba que haya entendido a qué me refería y que nunca iba a desperdiciar la oportunidad de tener algún tipo de contacto físico.

Por suerte me estaba dando la espalda y no pudo ver mis ojos desesperados por algún tipo de respuesta que demuestre que ella se sentía de la misma forma.

-¿No vas a dejar de insistir, verdad?-

Se me saltó un latido cuando escuché su pregunta. ¿A qué se refería?

-¿Qué?- pregunté algo torpe.

-¿Vas a seguir presionando con que gaste tu dinero?-

Sentí como los músculos bajo mis dedos se tensaban nuevamente.

-Sí. No puedes estar sin comer- contesté más firme de lo que creía estar.

Suspiró y se alejó de mi tacto.

-Tomare una pequeña ducha y estaré lista- antes de seguir caminando se frenó y me observó -¿O necesitas que me apure?- volvió a atropellarse con sus palabras -Tal vez tenias planes y yo te estoy atrasando. Puedo estar lista en menos de 5 minutos si lo necesitas-

Parpadee en su dirección abrumado por tantas palabras -¿Qué?- levanté una de mis manos tratando de dar a entender que se detenga -No, tengo tiempo. Puedes tomar tu ducha. Te esperare lo que sea necesario-

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⏰ Última actualización: Feb 19, 2021 ⏰

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Pinky promise? 2 / Kian Lawley.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora