Capítulo 7

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El sol los despertó, la mañana se había tornado muy caliente, con pereza salieron de sus tiendas y empacaron. En las cabañas el calor era más soportable así que se ducharon y fueron a la "cocina".

—Día de macarrones— anunció María con una olla en las manos mientras los demás la esperaban en la mesa.

—No vieja que Ew eso— negó asqueada Verónica —Esa vaina me da Full asco.

—Pues come mierda— espetó poniendo la olla en la mesa de mala gana —porque es lo único que sé hacer y quedan poca' cosa, si tú no quiere' tú agarra y cocinas .

Nadie siguió hablando, se sirvieron la pasta y comenzaron a mirarla en sus platos, los macarrones estaban desabridos cuando los probaron y muy pegados. Verónica miró a Sofía quien luchaba por meterse una cucharada en la boca y le hizo señas de asco, ambas contuvieron la risa.

—Verónica bájale— Antony le susurró de mala gana a su novia, María estaba de muy mal humor esa mañana como para ponerse a bromear.

—Antony... parece vómito— esta le respondió en el mismo tono —Mírale las caras.

Y tenía razón, todos miraban sus platos con desagrado, hasta la misma María, Verónica y Adrián hicieron contacto visual provocando que una carcajada estruendosa salga de sus bocas, no la podían controlar, era tan contagiosa que los demás los siguieron.

—Mámense un guebo toditos— estalló fastidiada lanzando todo lo que había en la mesa al suelo, salió corriendo en dirección a su cabaña, los chicos se miraron perplejos.

—¿Pero qué coño fue eso?—preguntó Luis y los demás se encogieron de hombros.

...

Después de limpiar el desastre que había en la cocina Sofía se dirigió a la cabaña encontrándose a María recostada escuchando música.

—¿Te llegó?— enarcó una ceja y se sentó en la cama al lado de su amiga.

—No ¿por qué?

—¿Cómo que por qué? lo de hace un rato fue la vaina más random del mundo, parecías una maldita loca.

—Fue que no dormí muy bien— confesó bostezando.

— ¡Ahhh! ya entendí, estás irritable, eso me pasa también— se recostó en la cama al lado de Maria.

—Vieja... me gusta Luis— confesó de manera pausada, como si temiera por su reacción. Sofía se levantó de golpe.

—¿Que?— la miró fijamente esperando que sea una broma, pero no lo hizo. —¿Luis? no me joda', ¿habiendo tanta gente a ti te gusta Luis?

—Si. Y aunque esté raro me gusta hace pila, se lo voy a decir en la noche.

—En realidad no sé qué decirte... si eso es lo que tú quieres pos adelante, pero esto es muy what the fuck.

—Yo sé— suspiro volviendo a recostarse en la cama y poniéndose los audífonos.

Sofía se puso de pie y dejó a su amiga acostada, necesitaba tiempo a solas y eso era algo que no había tenido desde que llegó allí, le gustaba estar sola, hablar consigo misma y sentir tranquilidad, así que caminó en sentido a la maleza para buscar eso que tanto anhelaba, paz.

Tomó un largo respiro hasta que sus pulmones se llenaron, luego los vació, continuó su caminata hasta que le dolieron los pies, el sol se colaba poco entre los árboles, no sentía calor ya que había mucha brisa, se recostó de un gran árbol y miró al cielo, a sus alrededores sólo se escuchaban los pájaros y el aire, había encontrado su lugar, ese que le daba paz instantánea.

La Ciguapa 🔹 (sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora