James no sabía cómo sentirse ante la idea de que no podía quitarse a Renata de la cabeza, pero no era por las razones que uno hubiera supuesto o creído en ese momento. En realidad tenía que ver con el hecho de que Harry exigía que ella hiciera otra aparición. Desde la salida del parque, casi todas las mañanas, ya fuera durante su baño o cuando desayunaba, Harry hacía la misma petición una y otra vez.
-¿Nanata?- decía en un tono dudoso, mirando a su padre con una mirada esperanzada. Y cuando James empezaba a decir "no" o negaba con la cabeza, la voz de Harry se volvía más firme -¡Nanata!
Cómo su hijo había logrado encariñarse tanto con una desconocida en tan poco tiempo, desconcertaba a James por completo. Supuso que si le daba un día o dos, Harry se olvidaría y ocuparía su atención con otra cosa, tal vez un juguete o algo por el estilo. Pero Harry estaba dejando muy claro, después de haber pasado más de una semana, que quería volver a ver a Renata.
El problema era que, aunque James quisiera cumplir la petición de su hijo, no estaba seguro de cómo iba a hacerlo. No sabía nada de Renata, ni siquiera estaba seguro de que fuera de la zona mientras intentaba recordar cualquier tipo de información que ella le hubiera dado en su momento. Además, ¿qué iba a decir si se ponía en contacto con ella?
Lo siento, mi hijo ha pedido una cita para jugar con usted, es muy exigente.
Estaba seguro de que el día en el parque que Renata sólo estaba siendo amable con ofrecer su tiempo a Harry, no creía que fuera a querer convertirlo en algo habitual. Sin embargo, Harry tampoco era el único que se animaba, incluso Sirius y Remus se habían puesto del lado de Harry. Remus no había estado presente durante todo el encuentro, pero después de que James le contara lo sucedido, Remus sólo lo vio como algo bueno.
James no podía esconderse para siempre, necesitaba salir más de casa y relacionarse con la gente, sería beneficioso. Por no hablar de que si Harry estaba dispuesto a conocer e interactuar con gente nueva eso era algo bueno. Lo último que James quería era que Harry se traumatizara por los sucesos ocurridos. Aunque Harry fuera demasiado joven para recordar lo que había ocurrido, habría una parte de él que seguiría afectada por todo aquello si James no se ponía las pilas.
Él no buscaba nuevos amigos, pero si Harry buscaba la compañía de la mujer, James podía al menos hacer el esfuerzo de ayudarle. Viendo que al chico le faltaba una figura materna en su vida, quizás por eso anhelaba estar en compañía de Renata, que era la primera mujer que entraba en su vida después de Lily.
Así que, sin falta, James llevó a Harry al parque casi todos los días durante dos semanas enteras con la esperanza de ver a Renata. Parecía que Harry también buscaba, ya que se apoyaba en el hombro de su padre para vigilarla. Pero cada día se decepcionaban porque ella nunca estaba allí. Por supuesto, había todas las caras nuevas que querían acercarse a saludar al famoso Harry Potter, el Niño que Vivió. Querían estrecharle la manita, mirar la cicatriz y vitorear en su nombre, pero James normalmente se limitaba a rechazarlos y a mantener a Harry protegido de ellos.